9 de agosto de 2019 | Barquisimeto, Venezuela | Noticias de la DIA
Miles de las familias más necesitadas de las iglesias adventistas en la región de Venezuela Occidental recibieron hace poco canastas de alimentos gracias a contribuciones especiales de un donante y de las iglesias locales, a pesar de los crecientes desafíos económicos en el país.
“Acompañamos con el sentimiento a los que experimentan grandes necesidades en Venezuela, lo que incluye a nuestros queridos miembros de iglesia”, dijo el pastor Ted N.C. Wilson, presidente de la Iglesia Adventista. “¡Qué privilegio ayudar a facilitar la generosidad del donante para ayudar a nuestros miembros de iglesia, y todo para gloria de Dios! Oremos por la protección y conducción divinas en favor de todos los que están pasando necesidades, mientras señalamos a Cristo, el Dador de todo buen don”.
El pastor Orlando Ramírez, presidente de la iglesia en Venezuela Occidental, dijo que fue una real bendición recibir esa donación generosa y supervisar la logística para ayudar a tantos de la feligresía.
“Gracias a un donante adventista anónimo facilitado por el pastor Ted N.C. Wilson, miles de nuestras familias más vulnerables se beneficiaron de esta donación y gesto compasivo hacia las dificultades que enfrenta la Iglesia Adventista en Venezuela”, dijo Ramírez.
La considerable donación, junto con fondos adicionales recolectados en las asociaciones locales de la iglesia, beneficio a unas 3030 familias de decenas de iglesias locales recibieron una semana de artículos alimentarios que incluyó arroz integral, cereales, harina de maíz, harina integral, avena, granola, proteína de soja, entre otros, explicó Ramírez, que supervisó el proyecto especial.
“Tantos de nuestros hermanos se sintieron tan agradecidos por la ayuda y el sentido de unidad en la iglesia con esta ayuda”, dijo Ramírez. El proyecto, was denominado “Un don de vida”, benefició a las familias adventistas más necesitadas.
“El salario mínimo y el salario de la población general no permite obtener la mayoría de los productos con frecuencia o en cantidades suficientes para todos los miembros de la familia”, dijo Ramírez. “Cada ciudadano de Venezuela tiene que ser creativo y ponerse a consumir los alimentos a los que tiene mayor acceso, consumir los mismos alimentos y comer mayormente carbohidratos, que es lo que pueden comprar”.
Todo lo que tuvo que ver con el proyecto “Un don de vida”, implicó varios milagros, dijo Ramírez. Desde la sustancial donación, hasta el dueño adventista de una empresa en el extranjero que facilitó la compra de alimentos al costo, los miembros de iglesia voluntarios que prepararon las cajas de comida, el transporte hasta las diez asociaciones locales, y hasta las familias se beneficiaron en la región Venezolana Occidental, todo fue una verdadera bendición para los que los presenciaron, dijo Ramírez. El transporte de las cajas con alimentos llevó más de tres meses, debido a los cortes de energía eléctrica en todo el país, dijo Ramírez.
Los administradores de la iglesia, los directores de departamentos, los pastores distritales y los ancianos de iglesia fueron testigos del gozo y las lágrimas de tantas familias que recibieron las cajas de alimentos durante la semana y los sábados por la tarde, lo que incluyó un programa de acción de gracias y alabanzas, dijo Ramírez.
“Oramos para que Dios recompense este espíritu de amor y bondad”, dijo Ramírez.
(La Unión Venezolana Oriental también recibió una donación del mismo donante adventista anónimo para ayudar a las familias de la iglesia en esa región).
Traducción de Marcos Paseggi