Casi cien miembros que perdieron sus hogares en las islas de Ábaco y Gran Bahama como resultado del Huracán Dorian y tuvieron que evacuarse a Nassau en los últimos días se reunieron con líderes de la iglesia en la iglesia adventista Hillview, para momentos especiales de oración, información, y para recibir artículos asistenciales, el 14 de septiembre de 2019. Muchos miembros de iglesia están alojados en refugios en Nassau. Fotografía de Libna Stevens/DIA

16 de septiembre de 2019 | Nassau, Bahamas | Libna Stevens, Noticias de la División Interamericana

“Ustedes no están solos. La familia de la iglesia está con ustedes, y Dios está tocando muchos corazones en todo el mundo para ayudarlos a pasar por este proceso”, dijo el pastor Peter Kerr, presidente de la Iglesia Adventista en la Unión del Caribe Atlántico, al hablar ante decenas de miembros de iglesia que se evacuaron desde las islas de Ábaco y Gran Bahama después de que el Huracán Dorian destruyó sus hogares y comunidades hace unos días.

Los casi cien miembros desplazados se reunieron en la iglesia adventista Hillview en Nassau, Bahamas, el 14 de septiembre de 2019. Muchos fueron trasladados en autobús para orar, completar el proceso de registrar a cada familia de la iglesia alojada en algún refugio de la isla, brindar información sobre cómo solicitar la asignación y ayuda del gobierno, y recibir artículos, mientras se preparan para seguir en hogares y refugios de la isla por tiempo indefinido.

“Queríamos verlos, hablar con ustedes, escuchar las experiencias que están teniendo, y hacerles saber que nos interesamos en ustedes”, dijo el pastor Kerr. “Aunque acaso esto lleve tiempo, vamos a pasar por esto juntos”.

El pastor Peter Kerr, presidente de la Iglesia Adventista en la Unión del Caribe Atlántico, que supervisa la feligresía de Bahamas, las Islas Caimán y Turcos y Caicos. Fotografía de John Garcia/DIA

Está llegando el apoyo

El pastor Kerr contó de qué manera los líderes de la División Interamericana y sus muchas uniones están orando y ofreciendo asistencia a las personas afectadas por el huracán en las Bahamas.

El pastor Leonard Johnson, secretario ejecutivo de la División Interamericana, llevó un mensaje especial de aliento a los reunidos, en nombre de los demás administradores de la división y los administradores de las uniones del territorio. “Cuando algo les sucede, quiero que sepan que no están solos”. La División Interamericana ya ha destinado fondos para ayudar con la alimentación y la ayuda brindada a los miembros, expresó.

El pastor Johnson animó a los miembros mediante las palabras del Salmo 46. “Algo bueno saldrá de todo esto. Conservemos la fe, creamos en nuestro Dios, en nuestra iglesia, y apoyémonos unos a otros”, dijo.

Edwin Flores (izquierda), coordinador de Respuesta a Emergencias Internacionales de ADRA en las Bahamas, y David Poloche (derecha), director de ADRA Interamérica, hablan durante el encuentro. Fotografía de Libna Stevens/DIA

El equipo de respuesta a emergencias de la Agencia Adventista de Desarrollo y Recursos Asistenciales (ADRA), así como el director de ADRA Interamérica, compartieron la evaluación y los proyectos implementados, como por ejemplos la distribución de juegos de artículos de higiene en los refugios de Nassau.

“Queremos que sepan que no estamos aquí por tan solo un par de semanas sino a largo plazo”, dijo Edwin Flores, coordinador de respuestas a emergencias de ADRA Internacional. Flores dijo que para el final de esta semana, ADRA estará distribuyendo cupones con valor monetario para ayudar a los afectados de la iglesia y la comunidad.

Hogares y empresas destruidas

Gentry Morris, anciano de la iglesia adventista de Marsh Harbour en Ábaco, ha estado ocupado desde que huyó de su hogar junto con su familia hace una semana. Su esposa y sus dos hijos sobrevivieron los vientos huracanados y la inundación producto de la tormenta que destruyó su hogar y los hogares de más de 350 clientes que aseguraron sus propiedades en su compañía de seguros. “No puedo hablar con mis amigos sobre la experiencia porque termino llorando”, dijo Morris. Morris se refugió justo cuando el Huracán Dorian azotó a Ábaco a través del agua, permaneció allí durante una semana antes de un amigo de su hijo que está en la escuela de aviación proveyera de un vuelo a Nassau para toda la familia.

Gentry Morris muestra el formulario que los miembros necesitan llenar para registrarse con la Agencia Nacional de Gestión de Emergencias de las Bahamas para recibir ayuda. Fotografía de John Garcia/DIA

“Todos los que están aquí han pasado por la tormenta y cuentan con una historia personal”, dijo Morris. “Me siento fortalecido por un Dios que se preocupa por los suyos y, a pesar de la destrucción, las luchas y los desafíos que tenemos por delante, creo que Dios nos ayudará a atravesar la situación”, expresó. “No nos desesperemos, porque los días que vendrán serán mejores”.

Foto aérea de las oficinas destruidas de la compañía de seguros de Gentry Morris en la Isla Ábaco, que fue destruida e inundada por el Huracán Dorian del 1 al 3 de septiembre de 2019. Fotografía por cortesía de Gentry Morris

Tan pronto como Morris llegó a la isla, se puso a disposición para ayudar de cualquier manera posible. Le asignaron la responsabilidad de efectuar un rastreo de los miembros de iglesia que se evacuaron desde Ábaco, y ha estado visitando y llenando toda la información de los miembros para la Unión del Caribe Atlántico. También informó a los reunidos en la iglesia adventista Hillview de la ayuda que pueden recibir de la Agencia Nacional de Gestión de Emergencias en las Bahamas, dado que ahora no tienen trabajo, tienen préstamos y necesitan sobrevivir mientras reconstruyen sus vidas.

Ayuda a los miembros de los refugios

Los que están alojados en refugios reciben artículos de higiene personal y platos de comida todos los días. Las comidas son preparadas por los miembros de iglesia, con la coordinación de la Asociación Sur de Bahamas. La asociación ha estado funcionando como un centro de comando desde que azotó el huracán, dijo el pastor Kenny Deveaux, president de la Iglesia Adventista en la Asociación Sur de Bahamas, que tiene su sede en Nassau. Un equipo de Servicios e Industrias de Laicos Adventistas (ASi) distribuyó unos cien platos de comida en los centros, dado que los miembros de iglesia prefieren comidas vegetarianas.

De izquierda a derecho: Los pastores Wilson Isnord de Ábaco, Peter Kerr de la Unión del Caribe Atlántico, Leonardo Rahming de la Asociación Sur de Bahamas, y Leonard Johnson, secretario ejecutivo de la División Interamericana, de pie junto a Janelle Scantlebury de Servicios de Voluntarios Adventistas de Interamérica, al informar de las más de 120 mochilas para los niños que ahora están en Nassau. Fotografía de Libna Stevens/DIA

Deveaux dijo que la asociación ha estado coordinando la ayuda para asistir a todos los evacuados y que estableció una línea de ayuda a la que las personas pueden llamar para expresar sus necesidades y orar con alguien. “Tenemos a nuestros ministros y profesionales de salud para ayudar a los que sufren durante esta crisis”, dijo Deveaux.

La División Interamericana (DIA), mediante sus Servicios de Voluntarios Adventistas, y con el patrocinio adicional de de Misión Adventista, la Asociación Publicadora Interamericana (IADPA) y Ministerios del Niño, donó más de 120 mochilas con artículos escolares que serán distribuidas a decenas de niños y en los refugios de la ciudad.

Las tres sobrinas de Tammy Dean, que tienen 8, 10 y 12 años, estuvieron entre las decenas de niños que se beneficiaron con las mochilas. Mostraron amplias sonrisas cuando pudieron elegir un animal de peluche. La hermana y el marido de Dean han regresado a Freeport, en Gran Bahama, donde permanecen para hallar trabajo, mientras las niñas se registran en la escuela pública en Nassau por ahora mientras estén viviendo con ella. Dean escuchó que la iglesia estaba distribuyendo mochilas gracias a su madre, que los cuidó la semana pasada. “Tengo que volver al trabajo esta semana y tengo que registrarlas en la escuela, pero mientras tanto, trato de que se distraigan de los momentos traumáticos que experimentaron”, dijo Dean.

McKayla Johnson, de 8 años, Sanae Stuart, de 10, y Samiah Stuart, de 12, sonríen después de recibir mochilas nuevas. Las hermanitas ahora están viviendo en Nassau con su tía Tammy Dean después de abandonar su hogar destruido en Freeport, Gran Bahama. Fotografía de Libna Stevens/DIA

Dean escuchó que la iglesia ofrecerá sesiones de consejería para las víctimas del Huracán Dorian, por lo que quiere llevar a sus nietas para asegurarse de que puedan procesar lo que han atravesado en su hogar y adaptarse a una nueva escuela, separadas de su mamá y su papá.

Clautide Dormeus siente que ha pasado por una pesadilla que aún no ha terminado. El huracán destruyó su hogar en Ábaco y arrasó la iglesia adventista Salem de la que era tesorera asistente. “La iglesia simplemente desapareció, y la nueva iglesia que estaba en proceso de construcción también fue destruida por completo”, dijo Dormeus.

“Parece que hubiera estado durmiendo, y de repente me despierto para ver que todo el pueblo ha sido destruido: no hay más tiendas para comprar alimentos, ni estaciones de servicio… todo ha sido destruido”, dijo. Dormeus, su esposo y su hija de 20 años lograron alojarse en un refugio y entonces ser evacuados a Nassau, donde también están alojados en un refugio. Ella fue maestra, y sabe que llevará mucho tiempo que las cosas vuelvan a la normalidad. Pero dice: “Sé que Dios nos ama, que continuará ayudándonos, y que nos restaurará otra vez, por lo que este es el momento de prepararse para su segunda venida”.

Clautide Dormeus y su hija se han reubicado en Nassau después de que el Huracán Dorian destruyó su hogar en la Isla Ábaco. Fotografía de Libna Stevens/DIA

Los miembros de iglesia pudieron formular preguntas relacionadas con su reubicación, los esfuerzos de reconstrucción y otros temas similares.

Hacerse cargo de la crisis

“Hay decenas de creyentes adventistas de diversas partes del mundo que están buscando ayuda con la construcción, la limpieza del lugar, y la iglesia aquí está explorando todas esas posibilidades. Una vez que sepamos el alcance de los daños que cada uno ha sufrido, nos sentiremos felices de compartir esa información con aquellos que se están ofreciendo a ayudarnos”, dijo el pastor Kerr.

El pastor Kerr animó a cada adventista afectado para que se haga cargo de la crisis. “Este no es el problema del primer ministro, ni es el problema del gobierno, ni es el problema de la iglesia. Es mi problema. Yo estoy atravesando una crisis, y tengo que hacer lo mejor de mi parte para ayudar a mi hermano necesitado”, expresó. Felicitó asimismo a las iglesias se han movida a gran velocidad en toda la Unión del Caribe Atlántico para ayudar en medio de la crisis.

Los miembros formulan preguntas, durante la reunion especial en la iglesia adventista Hillview, el pasado 14 de septiembre de 2019. Fotografía de Libna Stevens/DIA

“Cuando regresen a sus iglesias acostumbradas, hablen seriamente con el pastor y háganle saber qué pueden hacer ustedes para ayudar. Que la respuesta comience con ustedes. Sostengámonos mutuamente de las manos y caminemos por esto juntos”, dijo el pastor Kerr.

Para saber más sobre los esfuerzos asistenciales y la Iglesia Adventista en las Bahamas después del Huracán Dorian, ingrese a interamerica.org

Para ayudar a las víctimas del Hurricane Dorian en las Bahamas, usted puede donar a:

The Inter-American Division, 8100 SW 117th Ave, Miami, FL 33183. Haga su cheque pagadero a Inter-American Division – Hurricane Dorian Relief, para ayudar a los miembros de iglesia y sus esfuerzos en la comunidad. (Solo se aceptan contribuciones financieras).

Asimismo, para ayudar a las víctimas del huracán en las Bahamas por medio de ADRA Internacional, ingrese a adra.org

Traducción de Marcos Paseggi

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