Escombros que dejó el paso de la fuerza del Huracán Dorian durante treinta horas en Marsh Harbour, Ábaco, en norte de las Bahamas. Fotografía de Libna Stevens/DIA

18 de septiembre de 2019 | Abaco, Bahamas | Libna Stevens, Noticias de la División Interamericana

Pinos arrancados y cortados, postes de electricidad por el piso, edificios de acero aplastados, empresas destrozadas, vecindarios arrasados, iglesias destruidas y escombros por todos lados. Esa fue la vista que recibió a los líderes adventistas de la División Interamericana, durante un recorrido reciente para constatar los daños causados por el Huracán Dorian en las islas de Ábaco y Gran Bahama.

Marsh Harbour, Ábaco

“Uno mira para todos lados y piensa, ¿dónde comenzar? ¿Dónde reconstruir? ¿Cuándo será posible que ellos [los isleños] recomiencen sus vidas?”, dijo el pastor Elie Henry, presidente de la Iglesia Adventista en Interamérica. El pastor Henry, junto con sus colegas administradores, visitaron varias propiedades de la iglesia, los hogares de los miembros y sus empresas el 15 de septiembre de 2019 en Marsh Harbour, la ciudad más grande Ábaco.

Los líderes se detuvieron a ver la iglesia adventista de Marsh Harbour, que soportó daños de importancia en su estructura, techo, paredes e interior. La mayor parte de sus 250 miembros se evacuaron a Nassau o a los Estados Unidos, dijo Peter Watson, pastor asociado del distrito de Ábaco, quien se quedó en el lugar para colaborar con los esfuerzos asistenciales.

El pastor Elie Henry (derecha), presidente de la División Interamericana, observa la Comunidad de Mudd, donde vivían miles de haitianos, y donde varios han perdido la vida y muchos sus hogares. Isaac Collie, un abogado y empresario adventistas de Ábaco, comparte lo que sucedió tras el paso de la tormenta. Fotografía: Libna Stevens/DIA

“Muchas personas murieron aquí”, dijo Watson. “Se veían cuerpos por el piso y se comenzaron a esparcir rumores de un brote de cólera, por lo que las personas comenzaron a evacuarse tan pronto como pudieron”. Watson dijo que solo han quedado unos pocos miembros de iglesia.

La iglesia adventista Haitiana de Salem, una estructura de madera que estaba próxima a la iglesia de Marsh Harbour, fue destruida. Los 120 miembros de iglesia habían estado trabajando duro para construir una nueva iglesia en una propiedad en una colina cercana, dijo el pastor Wilson Isnord, pastor principal del distrito de Ábaco. “Los miembros estaban aguardando con ansias terminar el templo este próximo diciembre”, dijo Isnord. La iglesia de cemento parecía segura para muchas personas que buscaron refugio dentro del edificio durante la tormenta, explicó Isnord. “Pero poco después de la tormenta, en la iglesia se encontraron ocho cuerpos. Ninguno de ellos pertenecía a un miembro de iglesia”.

“Es sumamente triste saber que una comunidad de muchos haitianos vivía aquí […], muchos buscando una vida mejor, pero sus hogares fueron arrasados”, dijo el pastor Henry, que nació en Haití. “Esperamos que los que están en la isla puedan reconstruir porque mientras hay vida, hay esperanza. Por eso continuamos esperando en que el Señor, que les conservó la vida, les dará esperanza para reconstruir todo y seguir siendo testigos de la bondad del Señor”, dijo Henry.

El pastor Peter Watson, pastor asociado del distrito de Ábaco de la Iglesia Adventista, señala al lugar donde la estructura de madera de la iglesia adventista Salem fue destruida después de que se la llevaron los vientos del Huracán Dorian. Fotografía: Libna Stevens/DIA

La nueva iglesia adventista Salem que estaba siendo construida antes del Huracán fue destruida cuando pasó la tormenta. Los miembros esperaban completar la construcción en diciembre de 2019. Fotografía: Cortesía de Wilson Isnord

Lo que quedó de la iglesia adventista Salem después del paso de los poderosos vientos del Huracán Dorian. Fotografía: Libna Stevens/DIA

El viaje no solo buscó analizar los daños causados por el huracán, dijo el pastor Henry. “Para mí fue mucho más impresionante reunirme con miembros de iglesia y ver de qué manera muestran una fe sumamente madura. Comprenden que Dios los salvo después de que oraron pidiendo su protección”.

Los miembros están marcando una diferencia

Nathaniel Hannah, que viven en la Comunidad de Spring City, fue recibido por la caravana de líderes que llegaron a encontrarse con él. “Lo que experimentamos fue aterrador”, dijo Hannah. Contó que durante la tormenta, su esposa y sus dos hijos siguieron orando y cantando himnos. “Un árbol golpeó nuestro techo, y láminas de madera comenzaron a volar. La presión que sentíamos en la casa era tan poderosa… una locura”, dijo. “Cuando sentimos un momento de calma, nos metimos en el carro, seguimos cantando, salimos del carro con ayuda de un vecino y nos dirigimos a refugiarnos en una biblioteca. Ya había muchos refugiándose allí”. En su casa no hay electricidad ni agua corriente, pero Hannah y su esposa están viviendo allí. Sus hijos se han trasladado a Nassau para comenzar a ir a la escuela. “Este es nuestro hogar; no me quiero ir. Dios nos ha salvado y nos ayudará a pasar por todo esto”.

Ahora Hannah está cuidando varios de las casas de sus vecinos. Muchos se han ido pero se comunican con él cuando pueden. Los líderes de la iglesia oraron con él y su familia y le entregaron artículos para asistirlos.

Nathaniel Hannah, un miembro de iglesia de Marsh Harbour, escucha la oración el pastor Leonard Johnson (al centro) y el pastor Elie Henry, en su casa donde sigue viviendo con su esposa mientras procura recuperarse de los daños causados por el Huracán Dorian. Fotografía: Libna Stevens/DIA

El distrito de Ábaco le resulta personal al pastor Leonard Johnson, secretario ejecutivo de la Iglesia Adventista en Interamérica. “Aquí es donde comencé mi ministerio como joven pastor durante tres años completos”, dijo Johnson. “Me sentí como en casa mientras escuchaba y veía en acción el trabajo de Peter Watson e Isaac Collie, un abogado y empresario adventista que también es coordinador de Servicios e Industrias de Laicos Adventistas (ASi) en la unión. Aunque han experimentado pérdidas de casas y empresas, se mantienen muy positivos, optimistas y confiados en que el Señor los ayudará con la reconstrucción”.

“Escuchar el testimonio de Nathaniel Hannah y los demás solo enfatiza que tan solo una sola tormenta puede llevarnos a perder todo lo que tenemos, y que nuestra única confianza y esperanza se encuentra en Dios”, dijo Johnson.

Operaciones financieras de la iglesia

Observar el alcance de los daños en Ábaco le produjo cierta preocupación a Filiberto Verduzco tesorero de la iglesia en la División Interamericana. “Este viaje nos permitió hacerle saber a la Iglesia Adventista en las Bahamas que estamos con ellos, y que este es el momento de ayudar a nuestros hermanos necesitados, al tiempo que cuantificamos maneras de ayudarlos como iglesia”.

Filiberto Verduzco, tesorero de la División Interamericana, saca una fotografía de un hogar destruido, durante un recorrido por Marsh Harbour, Ábaco, el 15 de septiembre de 2019. Fotografía: Libna Stevens/DIA

Una tercera parte de las operaciones financieras de la Iglesia Adventista en la Asociación Norte de Bahamas, que supervisa la obra en Ábaco y Gran Bahama, proviene de la feligresía de Ábaco, dijo Verduzco. “Esto afecta definidamente la operación de la iglesia local”, expresó. “Los miembros han sido desplazados, han perdido todo lo que tenían, no puede trabajar y no pueden contribuir con la iglesia […], pero tenemos una gran oportunidad de ayudarlos a reconstruir las iglesias, de ayudar a los miembros para que puedan regresar a la isla y puedan retomar una vida normal”, dijo Verduzco.

Verduzco agregó que es reglamento de la División Interamericana ayudar a los miembros de iglesia para que reconstruyan sus vidas después de una catástrofe natural. La División Interamericana envío fondos para ayudar a la unión inmediatamente después del paso del Huracán Dorian, explicó Verduzco. Tres uniones de la División Interamericana ya han enviado fondos para ayudar a la región Norte de Bahamas, y otras uniones también se han comprometido a apoyar los esfuerzos de recuperación.

“La Unión del Caribe Atlántico está evaluando el alcance de sus necesidades después del huracán, y nos presentará un plan para que apoyemos sus esfuerzos asistenciales y de reconstrucción en los próximos días, semanas y meses”, dijo Verduzco.

Parte de la Comunidad Mudd, en Marsh Harbour, donde vivían miles de familias haitianas antes del huracán. Fotografía: Libna Stevens/DIA

El pastor Jose Alberto Rodríguez, presidente de la Iglesia Adventista en Puerto Rico, llevó un equipo de una estación nacional de televisión en Puerto Rico para seguir recaudando para los afectados por el huracán. “Es difícil ver la destrucción de este lugar”, dijo Rodríguez. “Mi corazón está emocionado al ver tantos afectados. Seguiremos apoyando los esfuerzos asistenciales indefinidamente”.

La unión, por medio de la Agencia Adventista de Desarrollo y Recursos Asistenciales (ADRA) en Puerto Rico, ha estado enviando fondos cada semana desde que pasó la tormenta, dijo Rodríguez. Los fondos están apoyando los programas de alimentación en Gran Bahama y las víctimas de Ábaco que se evacuaron a Nassau.

Los líderes de la iglesia también viajaron a zonas afectadas de Freeport, Gran Bahama, el 15 de septiembre, para hablar con los miembros de iglesia, visitar las propiedades dañadas de la iglesia y visitar las operaciones asistenciales continuadas en el lugar.

Una torre dañada apenas se mantiene erecta en medio de los escombros arrastrados por los vientos y el agua después del paso del Huracán Dorian en Ábaco. Fotografía: Libna Stevens/DIA

Para ver una galería de fotos de la visita a Marsh Harbour, Ábaco, en las Bahamas, ingrese AQUÍ

Por más informes sobre los esfuerzos asistenciales y la Iglesia Adventista en las Bahamas después del paso del Huracán Dorian, entre a interamerica.org

Para ayudar a las víctimas del Huracán Dorian en las Bahamas, usted puede enviar su donación a:

Inter-American Division, 8100 SW 117th Ave, Miami, FL 33183. Haga el cheque pagadero a Inter-American Division – Hurricane Dorian Relief, para ayudar a los miembros de iglesia y sus esfuerzos en la comunidad. (Solo se aceptan contribuciones financieras).

Asimismo, para ayudar a las víctimas del Huracán Dorian en las Bahamas por medio de ADRA Internacional, entre a adra.org

Traducción de Marcos Paseggi

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