Juan Prestol-Puesán, tesorero de la Iglesia Adventista, comenzó su informe financiero ante los miembros de la Junta Directiva que están asistiendo al Concilio Anual en Silver Spring, Maryland, Estados Unidos, al dar el crédito “primero y antes que nada” a Dios por sus bendiciones.
“Deseamos reconocer nuestra dependencia de Dios por su continua presencia, conducción y gracia sustentadora”, dijo el 14 de octubre de 2019, al informar sobre las finanzas de la Iglesia Adventista hasta el 30 de septiembre.
Prestol-Puesán dijo que el panorama financiero actual señala una vez más que las cuentas estarían balanceadas para el 31 de diciembre de 2019. Los resultados podrían ser mejores, dijo, siempre y cuando los diezmos y ofrendas reportados se mantengan estables, no haga fluctuaciones importantes en las monedas principales y se conserve la disciplina fiscal en lo que respecta a los gastos.
Los niveles de liquidez también son claves, enfatizó.
“Igualmente fundamental para nuestro éxito financiero es la retención de un adecuado nivel de liquidez que […] nos ofrecerá una mejor oportunidad de enfrentar los desafíos futuros que nos aguardan”, expresó.
Inversiones muestran resultados positivos
Prestol-Puesán informó que hasta el 30 de septiembre, los activos netos de la Asociación General se han incrementado en 1,2 millones de dólares. Es el resultado, explicó, de las ganancias por inversiones. A pesar de la continua volatilidad de los mercados de valores —que no han producido ganancias netas en 2019— la iglesia ha estado invirtiendo “casi exclusivamente” en instrumentos fijos, que acarrean menos riesgos.
“Nuestra exposición es mínima”, dijo Prestol-Puesán. “Nuestra posición ha probado ser una posición sabia”.
Diezmos, tasas de cambio y liquidez
Según el informe, los diezmos totales se han incrementado 89.094.912 millones de dólares, o un 3,6 por ciento, en 2018. (De ese monto, cerca de 56 millones de incrementos corresponden a la División Norteamericana, y el resto de las otras doce divisiones). Prestol-Puesán explicó que a pesar del resultado positivo, la realidad al final de 2019 podría ser diferente.
“[Las cifras actuales] indican que es probable que no alcancemos el mismo nivel en dólares estadounidenses que los que informamos en diciembre de 2018”, dijo. Parte de eso se debe, explicó, a que las fluctuaciones de algunas de las principales monedas afectan el monto final, que es calculado en dólares estadounidenses.
“El valor del real brasileño […] ha mostrado disminuciones adicionales en 2019”, dijo a manera de ejemplo.
Al mismo tiempo, Prestol-Puesán mencionó que los porcentajes recomendados en el capital operativo (activos corrientes menos pasivos corrientes) y la liquidez (activos que pueden ser convertidos rápidamente en efectivo para cumplir con los compromisos) son similares a los de hace un año.
Presupuesto, asignaciones y gastos operativos
El subtesorero Ray Wahlen dijo que la fortaleza del dólar estadounidense respecto de la mayoría de las monedas es el factor dominante en el presupuesto operativo de la Asociación General.
“Esto es significativo, porque aproximadamente la mitad de los ingresos totales es contribuido fuera de los Estados Unidos”, expresó.
Un segundo factor es que, de conformidad con los Reglamentos eclesiástico-administrativos de la Asociación General, el porcentaje de diezmos que la División Norteamericana (NAD) contribuye a la Asociación General disminuirá del 6,1 al 5,85 por ciento. Esto representa 2,5 millones, o un 1,5 por ciento menos de ingresos, dijo Wahlen. Mayores incrementos en los diezmos de la NAD han ayudado a compensar parcialmente por esa disminución, explicó.
Las asignaciones (los fondos que la Asociación General distribuye entre las divisiones del mundo), permanecerá una vez más sin cambios en términos de monedas locales, informó Wahlen.
“La fortaleza continua del dólar estadounidense resulta en ahorros presupuestarios en las asignaciones de la Asociación General”, dijo Wahlen, si bien reconoció que “contribuirá a presupuestos operativos ajustados para las divisiones, que tendrán que enfrentar una presión inflacionaria sobre sus operaciones”.
Se espera que los Gastos Operativos del Edificio (el dinero que se necesita para administrar la sede central de la iglesia) se incrementen en 1,6 millones de dólares debido a las presiones inflacionarias y a otras razones. La asignación a los Gastos Operativos del Edificio en 2020, sin embargo, se encuentran 540 mil dólares por debajo del 2 por ciento del Tope Operativo. Según los Reglamentos eclesiástico-administrativos de la Asociación General, la sede de la iglesia mundial está autorizada a gastar hasta el 2 por ciento de los diezmos de todo el mundo para administrar sus operaciones.
Wahlen enfatizó que hay razones de mostrarse esperanzado.
“A pesar de las presiones financieras continuadas sobre el presupuesto de la Asociación General, seguimos confiados en saber que Dios siempre suple los fondos necesarios para cumplir con sus planes”, expresó.
El futuro: A partir de 2021
Tres elementos relevantes durante el año podrían tener un impacto sobre las operaciones financieras de la iglesia, en especial después de 2020. El primero es una enmienda a los reglamentos que será presentado ante la Junta Directiva para su consideración. La enmienda solicita una modificación en los porcentajes de diezmos que las regiones del mundo (llamadas divisiones) contribuyen a la operación de la Asociación General, que supervisa la obra de la iglesia en el mundo.
Otro elemento es una oferta de adquisición de una propiedad de importancia en Hagerstown, Maryland, donde estuvo ubicada en el pasado la casa editora Review and Herald Publishing Association. En este momento, el supuesto comprador aún tiene la opción de cambiar de parecer, dijo Prestol-Puesán.
Finalmente, la Corporación de la Asociación General se encuentra a punto de construir un depósito en el lado sur de la sede de la iglesia en Silver Spring, Maryland. El nuevo depósito remplazará el actual el actual, que se encuentra en una ciudad cercana.
Prestol-Puesán concluyó su informe al agradecer a lo que él denominó “la generosidad de los miembros” y “el gran número de voluntarios y empleados” que cumplen servicios en el área financiera.
Por sobre todas las cosas, dijo, agradeció a Dios, y una vez más expresó su confianza y la confianza de su equipo en la conducción divina.
“[Dios] comprende nuestras circunstancias, nuestros momentos y nuestras necesidades”, dijo Prestol-Puesán. “Él nos guiará, y él proveerá para nosotros de acuerdo a lo que él considere que es lo mejor”.
Traducción de Marcos Paseggi