27 de octubre de 2019 | Miami, Florida, Estados Unidos | Libna Stevens/DIA
El cumplimiento de la misión de la Iglesia Adventista en Interamérica descansa en las manos de los miembros de iglesia, tanto a nivel de la iglesia local como a nivel del campo local. Ese fue el punto principal que el pastor Filiberto Verduzco, tesorero de la iglesia en Interamérica, enfatizó a decenas de los principales administradores de la unión y presidentes de los campos locales en las reuniones llevadas a cabo hace poco en Cancún, México.
“Hay más de 3,7 millones de miembros, 22.816 iglesias y congregaciones organizadas en 152 campos locales, y no hay duda de que estos tres elementos son claves para el crecimiento de la iglesia”, dijo Verduzco. “Los miembros de iglesia son los que hacen realidad los bautismos, devuelven sus diezmos y ofrendas como un acto de adoración al Señor, y hacen que la iglesia local se mueva al ritmo de la misión, por lo que no hay nada más importante en el territorio de la División Interamericana que el miembro de iglesia”.
Para administrar con efectividad y éxito la organización de la iglesia de rápido crecimiento a nivel local, se necesitan integrar principios de mayordomía a la vida de la iglesia, el sistema financiero necesita verse fortalecido, y es preciso que exista una transparencia y una rendición de cuentas constantes, expresó Verduzco. A los administradores de la iglesia se les presentaron acciones prioritarias que necesitan llevarse a cabo durante los próximos cinco años, en momentos en que los principales líderes siguen enfocándose en definir el futuro de Interamérica para el período de 2020-2025 y aún más allá.
Un mayor énfasis en la mayordomía
Un mayor énfasis en la mayordomía en las congregaciones locales es una de las principales prioridades, dijeron los líderes de la iglesia. Tiene que ver con redoblar los esfuerzos para crear el tipo de ambiente que contribuye al crecimiento espiritual y la salud espiritual del miembro de iglesia.
“Con una iglesia de más de 22 mil congregaciones, el potencial que tiene la iglesia en la División Interamericana es mucho más grande”, dijo el pastor Roberto Herrera, director de mayordomía de la Iglesia Adventista en Interamérica. “La División Interamericana está actualmente operando con alrededor del 65 por ciento de su potencial, lo que significa que de las más de 22 mil congregaciones, solo unas 15 mil pueden ser consideradas como congregaciones sanas y en crecimiento”.
No hay duda de que la iglesia tiene que ser el foco, explicó Herrera. “Si las congregaciones son saludables y se sienten satisfechas, podemos esperar que los otros niveles de la iglesia sean radiantes y saludables”, dijo Herrera. “Desafortunadamente, la mayordomía no ha sido entendida apropiadamente por muchos miembros de iglesia, por lo que nos enfocaremos más en ello”.
El pastor Joel Hernández, que está al frente como director de mayordomía en la Unión Dominicana, dijo que después de llevar a cabo un estudio en 2015 entre todas las iglesias de la isla, halló algo alarmante. Por ejemplo, dijo, “una iglesia tenía seiscientos miembros pero solo 220 participaban de la devolución de diezmos y ofrendas todos los meses. De manera que calculamos que 38 de cada 100 miembros estaban contribuyendo periódicamente con la iglesia, y eso significa que 62 de cada 100 no están dando activamente”. Eso hizo que los líderes de la iglesia crearan un video, recursos impresos para hombres, mujeres, jóvenes, los ancianos, los niños y las niñas, sobre los principios bíblicos de mayordomía, que fueron distribuidos en las iglesias junto con un plan presupuestario para las iglesias y sus distritos, así como informes trimestrales sobre cómo se estaban usando los fondos.
“La diferencia fue digna de destacar, y justamente el año pasado votamos dos sobre adicionales de diezmos para los niños y los jóvenes, junto con materiales trimestrales que enfatizan el tema”, dijo Hernández.
Como resultado, en una iglesia que tenía 26 niños, 23 de ellos estaban participando al llenar esos sobres y contribuir con el progreso de la obra de la iglesia, dijo Hernández. “No tiene que ver con recaudar dinero, sino con educar desde temprano y a todos los miembros por qué damos desde el corazón de manera continuada”. En el presente, la unión pasó del 38 al 56 por ciento de miembros que están contribuyendo activamente para el avance de la misión de la iglesia. “La iglesia se ha expandido no solo para fortalecer las instituciones educativas y establecer iglesias sino en todo tipo de proyectos misioneros para la comunidad desde que llevamos a cabo el estudio”.
Está claro que la mayordomía tiene un papel que cumplir a la hora de evaluar el sistema financiero, creando un ambiente de confianza en la comunicación con el miembro de iglesia, dijo Verduzco. “Los diezmos miden la manera en que aceptamos lo que el Señor me ha dado y le devuelvo esa parte que le pertenece”, dijo. “Las ofrendas miden el nivel de madurez o generosidad del miembro de iglesia en el progreso de la misión”.
Programa informático para el sistema de remesas
Una de las principales prioridades y desafíos que el sistema financiero de Interamérica está enfrentando es hacer que todas las iglesias y organizaciones se sumen a adoptar su Ecclesia 7–un programa informático de sistema de remesas electrónicas que permite un control exacto de los diezmos y las ofrendas que se envían a la iglesia local y a las organizaciones superiores, y que entonces se distribuyen según corresponda.
“Ecclesia 7 facilitará la transferencia de los diezmos y las ofrendas de cada miembro de iglesia en tiempo real, a nivel de la iglesia local, el campo local, la unión y la división”, dijo Verduzco. Votado el año pasado durante la Asamblea de Fin de Año de la Junta Directiva de Interamérica, Ecclesia 7 ya ha sido implementada en la mayoría de las 24 uniones del territorio. Hasta el momento, 18 uniones han sido capacitadas, más de 8100 personas han sido capacitadas en las iglesias locales, y la mayoría está usando el programa activamente. El programa funciona como una herramienta efectiva que brinda un control de los ingresos y los gastos, permite la administración del presupuesto para cada departamento de la iglesia local, incluye un registro exacto de las transferencias, los donantes, los recibas y un vasto número de informes, entre otras cosas.
El objetivo es que todas las iglesias y congregaciones estén registradas en Ecclesia 7 para 2021. “Esto nos permitirá llevar a cabo todo tipo de estudios de desempeño por lo que será una nueva era para el territorio de la división, porque podremos manejar con exactitud el flujo de todas las divisas y llevar un control exacto en todos los niveles de la iglesia”.
En la Unión Panameña, el 77 por ciento de las 633 iglesias y congregaciones ya están usando el programa Ecclesia 7, dijo José Smith, tesorero de la Iglesia Adventista en Panamá. Les llevó meses de capacitación y coordinación continua pasarse del sistema antiguo a este nuevo programa, pero los beneficios ya se han hecho evidentes.
“Nuestro objetivo es hacer que todas las iglesias funcionen con Ecclesia 7 para enero de 2020”, dijo Smith. “Es urgente que conservemos la exactitud de toda la información financiera también para la auditoría que después se lleva a cabo, de manera que una vez que todo esté funcionando plenamente en los campos locales de la unión, podremos tener todo tipo de datos en la punta de los dedos, para así informar mejor a los miembros de iglesia de qué manera se están administrando y procesando los fondos”.
Juan Prestol-Puesán, tesorero de la Iglesia Adventista mundial, habló a los administradores y les recordó su función a la hora de administrar y fortalecer el sistema financiero de la iglesia en todo momento. “Dios es el dueño de esta obra, y él guiará a sus siervos para el cumplimiento de la misión”, dijo Prestol. “Abran los ojos, tesoreros, presidentes y secretarios; hagan su trabajo, sean honestos, sean transparentes y recuerden que Dios es el dueño de la obra”.
Servicio de Supervisión de la Inspección Financiera
La iglesia también está buscando intensificar los esfuerzos de auditar a todas las iglesias e instituciones por medio del Servicio de Supervisión de la Inspección Financiera (FIOS) con el objetivo de fortalecer el sistema financiero.
Ya hay aproximadamente 12 mil iglesias de las más de 22 mil que han sido sometidas a los servicios de auditoría, pero aún se necesita hacer más para garantizar que las iglesias y las entidades menores que están bajo la supervisión de la división puedan garantizar que el control interno a cada nivel se lleve a cabo de manera correcta, dijo Verduzco. “La auditoría es más que simplemente revisar las cuentas; implica tener un control de cómo se registra y se gasta cada centavo, porque los ojos de Dios están mirando de qué manera administramos los fondos”, dijo.
Los líderes revisaron informes sobre iglesias y organizaciones que aún no han sido auditadas, además de los planes y objetivos que se quiere seguir en el comienzo del nuevo año.
“El plan es mostrar transparencia, responsabilidad y rendición de cuentas a la hora de administrar los fondos que seguirán contribuyendo al progreso de la misión de una manera saludable”, dijo Verduzco.
Los líderes de la iglesia votarán sobre procedimientos del sistema financiero, además de nuevos recursos que estarán disponibles y serán distribuidos a los miembros de iglesia de la División Interamericana.
Para saber más sobre las iniciativas, estrategias y recursos de Interamérica, visítenos en interamerica.org
Traducción de Marcos Paseggi