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Los miembros del mayor órgano de decisión de la Iglesia Adventista del Séptimo Día deliberaron durante un período de dos días esta semana sobre la propuesta de una Declaración sobre la perspectiva bíblica de la vida por nacer y sus implicaciones para el aborto. El documento emergió en septiembre después de un largo período de estudio y discusión entre los teólogos, expertos médicos, administradores de salud, éticos y administradores de la Iglesia Adventista.

En un artículo previo se delineó el proceso que siguieron varias comisiones y unidades administrativas para desarrollar el borrador. Un grupo de trabajo compuesto por 26 individuos, lo que incluyó a siete mujeres, fue comisionado por la Comisión Administrativa de la Asociación General (ADCOM) en septiembre para “preparar el borrador de una declaración unificada que esté claramente basada en principios bíblicos que enfatizan la santidad de la vida y reconocen los casos y anomalías extremadamente difíciles que pueden enfrentar las mujeres”, según los Términos de Referencia votados.

Una clase específica de documento

Los líderes de la iglesia se mostraron enfáticos de que el documento considerado y en último término votado esta semana es una declaración, y no un conjunto de pautas para ya sea los individuos o las organizaciones de la iglesia. Según lo define la práctica de la iglesia, una declaración votada detalla la posición oficial de la Iglesia Adventista sobre una cuestión determinada, mientras que las pautas ofrecen orientación para la aplicación práctica de un tema específico.

Antes del documento de esta semana, no se había redactado ninguna declaración previa sobre la santidad de la vida por nacer. La última vez que la denominación dio a conocer pautas sobre el aborto fue en 1992. A pesar de ello, según Ted N. C. Wilson, el presidente de la Iglesia Adventista, las pautas de 1992 contenían “un enfoque mucho más limitado en términos de una perspectiva abarcadora de este precioso tema”.

Wilson pasó a aclarar la función que juega una declaración votada en la vida de la denominación de 21 millones de miembros. “Esta es una declaración. No es parte del Manual de la iglesia. No tiene por propósito ser una declaración por la cual las juntas y los miembros juzguen a otras personas”. Al dirigirse directamente a los líderes de la iglesia, Wilson añadió: “Por favor, instruyan y animen a los miembros para que no hagan eso. Es una declaración bíblica para influir no solo sobre el mundo sino sobre nosotros mismos, sobre cómo la Biblia nos habla respecto de la vida”.

Comenarios introductorios

“Como bien saben, [el tema de la santidad de la vida por nacer] es una cuestión sumamente sensible, pero al mismo tiempo, hemos tenido el privilegio de estudiarlo”, dijo Artur Stele, uno de los vicepresidentes de la iglesia que estuvo al frente de la comisión de redacción y supervisó el proceso de preparación del borrador de la declaración.

Stele delineó el proceso de desarrollo del documento propuesto, una secuencia que comenzó con la Comisión de Ética del Instituto de Investigaciones Bíblicas, y se expandió para incluir la Comisión de Bioética de la Asociación General, el grupo de trabajo de 26 miembros, representantes de diversos sistemas adventistas de salud, y varias comisiones administrativas de la Asociación General. El proceso resultó en un total de 27 versiones del borrador, destacó Stele.

Peter Landless, que es médico y cumple funciones como director de Ministerios de Salud de la Iglesia Adventista mundial, se refirió al temor de que la declaración sea “un arma nuclear contra los sistemas adventistas de salud”, aclarando que “la respuesta es ‘no’”. Durante su presentación, Landless también mostró una table en la que figuraba el número total de abortos llevados a cabo por las instituciones adventistas de salud el año pasado. Las estadísticas revelan que el número es sumamente pequeño, y que casi todos ellos se relacionan con anormalidades fetales dramática que harían imposible la supervivencia fuera del vientre materno.

Aunque reconoció que “no tenemos una historia maravillosa en nuestras instituciones de salud en lo que respecta al aborto, Landless informó una disminución dramática de los abortos desde que se votaron las pautas de 1992. “Tengo que expresarlo con claridad: el objetivo es estar tan cerca como sea seguro de los cero abortos”.

Stele preguntó a Elias Brasil de Souza, el director del Instituto de Investigaciones Bíblicas, sobre qué significa que la declaración sobre el aborto no esté incluida en el Manual de la iglesia. “No fue preparada para ser incorporada al Manual de la iglesia o inclusive en las Creencias fundamentales”, dijo de Souza. “Pero este documento representa una orientación para que la iglesia les diga a sus miembros, le diga al mundo, dónde nos encontramos respecto de este importante tema”.

De Souza también enfatizó de qué manera se anima a los miembros a que se relacionen con la declaración.

“No deberíamos usar este documento como arma para alejar a las personas”, dijo. “No deberíamos usarlo para castigar a las personas. Es un documento redentor. Al leerlo con detenimiento, verán que es un documento amable, que reconoce las situaciones difíciles en las que se encuentran algunas veces las personas. En este documento, se hace un llamado para que seamos compasivos.

Stele aclaró que se prepararán protocolos y procesos más prácticos, un proceso que será coordinado inicialmente por los líderes de Ministerios de Salud de la iglesia mundial, pero que pasará a incluir el desarrollo de pautas para pastores y congregaciones. “Trabajaremos asiduamente y con mucho cuidado con individuos de bioética e instituciones hospitalarias”, dijo Landless. “Tenemos que, al menos para el comienzo del año, comenzar a producir procesos y protocolos significativos que serán usados para los que trabajan en el frío ámbito de la gestión de salud”.

Discusión sobre tablas

Las discusiones sobre tablas reflejaron la diversidad de perspectivas sobre el tema.

Doug Batchelor, orador y director del Ministerio Amazing Facts, un ministerio independiente de apoyo ubicado en Norteamérica, fue el primero en pronunciarse a favor de la declaración. “Alabo a Dios porque la iglesia está refiriéndose al problema; me habría gustado que lo hubiera hecho antes. La Biblia enseña que la vida humana es un milagro, un don de la creación de Dios que comienza en la concepción”. Batchelor concluyó: “Contar con una clara declaración bíblica sobre el aborto no significa que vamos a atacar a aquellas personas con las que estamos en desacuerdo”.

Richard Hart, rector de Salud de la Universidad de Loma Linda, un sistema médico operado por la Universidad de Loma Linda, de propiedad de la Iglesia Adventista, dijo: “Aprecio el documento por el valor que otorga a la santidad de la vida”. Hart, que es médico, aclaró que Loma Linda no ofrece abortos electivos, y pasó a describir varias afecciones médicas críticas en las que acaso puede resultar necesaria la terminación del embarazo. Enfatizó la importancia de una redacción que “permita que el doctor y la madre tomen las decisiones más sabias” en esas circunstancias difíciles.

Otros delegados trajeron preocupaciones respecto de la omisión del lenguaje que se refiere a las experiencias de violación e incesto, que sí son mencionadas en la pautas de 1992.

Jiri Moskala, decano del Seminario Teológico Adventista de la Universidad Andrews, alabó el documento por su respecto por la vida y sus principios bíblicos, pero también ofreció sugerencias de mejoras. “Esta declaración permanece extrañamente silenciosa sobre el tema más doloroso relacionado con el aborto, a saber, la violación. Espero que no enviemos una señal falsa a nuestras iglesias al omitir en este documento el problema de la violencia y la violación. Creo que se debería incluir la violación”.

“Realmente me gusta el hecho de que está tan centrado en la Biblia”, dijo Kathy Proffitt una delegada de Norteamérica que se pronunció a favor del documento. «El documento menciona “Jeremías 1:5 –‘Antes de que te formara en el vientre, te conocí’”–, lo que Proffitt conectó con el borrador de la declaración. “Dios es intencionalmente el dueño y quien forma a cada infante”.

El voto

Después de que la discusión del lunes durante el Concilio Anual terminó por el día, Thomas Lemon, uno de los vicepresidentes de la Iglesia Adventista y quien presidió la discusión, agradeció al grupo por su apertura y franqueza. Los delegados acordaron por consenso continuar con la discusión el miércoles por la mañana, después de que un comisión de redacción tuviera tiempo de incorporar algunos de los comentarios y cambios editoriales a la declaración.

Justo antes del mediodía del miércoles, Stele leyó los cambios efectuados al documento, sobre la base de los aportes y sugerencias de los delegados. La Declaración sobre la perspectiva bíblica de la vida por nacer y sus implicaciones para el aborto fue aprobada por la vasta mayoría de los delegados, dado que solo unos pocos votaron “no” debido a preocupaciones específicas sobre la redacción.

Traducción de Marcos Paseggi

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