A grupo de voluntarios de Maranatha Volunteers International posa para una fotografía grupal en el lugar de trabajo de la iglesia adventista Asiática-Estadounidense en Bakersfield, California, Estados Unidos. Los integrantes del equipo cuentan que la flexibilidad y estar abiertos a las oportunidades de servicio resultaron en que lograron servir a dos congregaciones en lugar de una. Fotografía: Maranatha Volunteers International

En lo que respecta a los viajes misioneros, una regla básica es siempre mostrarse flexible. Este principio fue puesto a prueba en octubre de 2019, cuando un grupo de voluntarios de Maranatha llegó a Bakersfield, California, Estados Unidos, para un proyecto, solo para descubrir que no se les permitía trabajar.

El objetivo era colocar la estructura de un nuevo templo para la iglesia adventista Asiática-Estadounidense de Bakersfield. Durante aproximadamente 18 años, la congregación se había estado reuniendo en una diminuta sala. Ahora estaban listos para construir un templo nuevo con la ayuda de Maranatha.

A pesar de ello, el desafío inesperado de un permiso faltante impidió que los voluntarios comenzaran con la construcción. Sin tener idea de cuánto llevaría cumplir con el proceso para conseguir la aprobación del permiso, los líderes del proyecto no sabían qué hacer.

Entonces, los voluntarios se enteraron de que una congregación hermana, la iglesia adventista de Hillcrest estaba preparándose para su exhibición anual “Un paseo por Belén”, que recibe a miles de visitas todos los años. El armado elaborado requiere que haya equipos dedicados a construir el pueblo de Belén en el estacionamiento de la congregación, un proceso que puede llevar seis semanas. Sin embargo, debido a un evento de evangelismo en la iglesia durante tres semanas, se había retrasado el inicio de la instalación.

Los voluntarios de Maranatha se ofrecieron a ayudar, y el equipo construyó a Belén en tan solo dos semanas.
Ed Jensen, el coordinador del proyecto, dijo: “Nos preguntamos si esa era la razón real por la que teníamos que estar en Bakersfield”.

Pero su trabajo aún no había terminado por completo. Solo unos días antes de que el proyecto debía terminar, la iglesia asiática-estadounidense recibió el permiso que faltaba. Los voluntarios se dirigieron inmediatamente al lugar y comenzaron a construir. Algunos inclusive se quedaron en el lugar una semana más.

“Logramos levantar la estructura de las paredes y cubrirlas con las láminas de las paredes y los tirantes”, dijo Jensen. “Logramos hacer casi todo lo que habíamos planificado llevar a cabo en primer lugar”.

El proyecto no comenzó de la manera en que los voluntarios lo planificaron. Una actitud de flexibilidad y un espíritu de servicio abrió nuevas puertas de oportunidad y bendición no solo para una sino para dos congregaciones de Bakersfield.

Acerca de Maranatha Volunteers International

Maranatha Volunteers International, que en 2019 celebró su 50° aniversario, es una organización que responde a solicitudes de ayuda en la construcción de parte de la Iglesia Adventista del Séptimo Día. Cada proyecto es analizado con detenimiento según su necesidad, impacto general en la comunidad, y recursos de mantenimiento y apoyo a largo plazo.

En el presente, Maranatha se encuentra trabajando en catorce países del mundo. Los esfuerzos están dedicados a la construcción de iglesias y escuelas, y la perforación de pozos de agua. Una parte de los proyectos es llevada a cabo por voluntarios que participan en viajes misioneros a corto plazo y que son organizados por Maranatha.

La versión original de esta noticia fue publicada en el sitio de noticias de Maranatha Volunteers International.

Traducción de Marcos Paseggi

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