14 de abril 2020 | Miami, Florida, Estados Unidos | Por Lidia Belkis Archbold, División Interamericana

Ante esta crisis que vivimos, además de prepararnos con las cosas necesarias y esenciales, cuidarnos física, social y espiritualmente, debemos acondicionarnos emocionalmente. La actitud que tomamos cuenta mucho para sobrevivir esta crisis, especialmente en estos días de confinamiento.

Nuestras actitudes hacen una diferencia en la forma en que vemos el mundo que nos rodea y tienen un impacto increíble en nuestra vida. No siempre podemos elegir lo que nos sucede, pero podemos elegir qué actitud tomar hacia ello.

La elección más importante que hacemos cada día es la elección de nuestra actitud. Es más importante que nuestro pasado, nuestra educación, nuestra cuenta bancaria, nuestro éxito corporativo, nuestro prestigio o la opinión de los que nos rodean.

La actitud es la manifestación del modo emocional como enfrentamos las situaciones. Por ejemplo, la actitud que se toma frente a los problemas puede ser de estrés, de tranquilidad, asertiva, nerviosa, u otra. La actitud se relaciona con la inteligencia emocional, o el saber cómo reaccionar asertivamente, equilibrando la agresividad y la pasividad al comunicarnos.

Actitudes positivas y actitudes negativas

Cada día podemos enfrentarnos con dos tipos de personas, ya sea en el hogar, el trabajo, la escuela o la comunidad.

  • Las personas optimistas y positivas saltan de la cama por la mañana y dicen: ¡Buenos días! ¡Gracias, Señor!
  • Las personas negativas y pesimistas, dicen: ¡Oh, Dios mío, otro día más, qué pesar!

Es bueno alimentar una buena actitud, porque, según Gálatas 6:7  “… todo lo que el hombre sembrare, eso también segará” (RVR 1960). Si elegimos pensamientos positivos, obtendremos resultados positivos. Igualmente, si elegimos pensamientos negativos, los resultados serán negativos.

Un estudio publicado en agosto de 2012, por investigadores de la Universidad de Kansas, encontró que las emociones positivas son fundamentales para mantener la salud física de las personas, especialmente aquellas de escasos recursos.

El estudio mostró que emociones positivas como la felicidad y la satisfacción están vinculadas a una mejor salud, incluso cuando se tiene en cuenta que no se satisfagan las necesidades básicas.

La Dra. Carol Ryff, profesora de sicología de la Universidad de Wisconsin, señaló: “Una actitud positiva no es solo un estado mental, está vinculada también con lo que sucede en el cerebro y en el cuerpo.”

La Dra. Ryff ha demostrado que las personas con niveles más altos de bienestar tienen menor riesgo cardiovascular, menores niveles de hormonas del estrés y menores niveles de inflamación, que sirven como marcadores del sistema inmunológico.

Elena G. de White, en el libro Ministerio de Curación, p. 185, dijo: “Muy íntima es la relación entre la mente y el cuerpo. Cuando una está afectada, el otro simpatiza con ella. La condición de la mente influye en la salud mucho más de lo que generalmente se cree.

Cuatro recomendaciones para mantener una actitud positiva:

1. No anticipes la preocupación. ¿Estás preocupado? Todos estamos preocupados, con incertidumbre y temor, pero…“no cruces el río hasta que llegues a él”.

Mateo 6:34 (TLA), dice: “Así que no se preocupen por lo que pasará mañana. Ya tendrán tiempo para eso. Recuerden que ya tenemos bastante con los problemas de cada dí

Con esto no estamos negando el temor, pues el miedo es parte de nuestras emociones básicas. Pero debemos tener cuidado de que no sea un miedo incontrolado, pues este acarrea ansiedad, la cual nos lleva al pánico y el pánico daña nuestra salud al debilitar el sistema inmune, que es nuestra defensa.

Elena G. de White dice en su libro Ministerio de Curación, p. 185. “Las penas, la ansiedad, el descontento, remordimiento, sentimiento de culpabilidad y desconfianza, menoscaban las fuerzas vitales y llevan al decaimiento y a la muerte”.

De paso, el ejercicio es una de las mejores herramientas para combatir las preocupaciones, el estrés, ansiedad y depresión.

2. Mantén una actitud de agradecimiento. La gratitud da sentido a nuestro pasado, nos da paz hoy y crea una visión para el mañana. Muchas veces nos levantamos en la mañana y no damos gracias a Dios por tantas cosas que nos regala sin merecerlas; el poder escuchar, el aire, el sol, el poder oler, tocar, sentir, caminar y tantas cosas que no terminaría nunca de enumerar.

Dice E. G.White: “Infundamos ahora en nuestra vida toda la riqueza, el amor y la bondad que podamos infundirle! Seamos serviciales, agradecidos, pacientes y tolerantes en nuestro trato unos con otros” –Testimonios para la iglesia, t. 5, p. 463.

3. Rodéate de personas positivas. Te vas a encontrar a veces con personas que están constantemente quejándose de la vida y buscan todas las noticias malas y aterradoras para compartirlas. Trata de evitarlas o ayudarlas, pero no les alimentes esa actitud.

  • Rodearse de personas con actitud positiva es reconocer que ellas tienen una perspectiva diferente y significativa de la vida.
  • Las personas positivas no solo pueden ayudarte a cambiar de actitud ante la vida y las cosas; tienen además el poder de mejorar tu bienestar y calidad de vida.
  • Las personas con actitud positiva usualmente tienen mejores relaciones interpersonales y más amistades.
  • Debe ponerse más atención a las cosas buenas de la vida y alejarse de las cosas que no valen la pena.

4. Aplica la regla de oro. Mateo 7:12 dice: “Así que, todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos. Es una regla muy clara.

  • Es la guía más simple, profunda y universal para la interacción humana.
  • Trata a las personas como te gustaría que te traten
  • Si recibes mensajes negativos y noticias estresantes, no los compartas, elimínalos.
  • Haz a otros … especialmente a las personas que son importantes para ti, lo que quisieras que hicieran contigo.

Si tu actitud con los que te rodean es negativa, vas a recibir esa misma respuesta, pero si la actitud es positiva, la respuesta será impresionante.

Desde que el pecado entró al Jardín del Edén, entraron también el descontento, la maldad y los malos pensamientos. Satanás se va a encargar de crear y desarrollar una actitud negativa hacia todo lo que te rodea; pero lo bueno es que tenemos un amante Salvador que se ofreció a venir en nuestro rescate y salvación.

Cuando tiendas hacia una actitud negativa… respira profundo, ponle un alto y recuerda las palabras de Filipenses 4:13: “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece”.

Lidia Belkis Archbold es directora de ministerio de la salud de la División Interamericana de los Adventistas del Séptimo Día.

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