La comunidad adventista de Santa Cruz se solidarizó con los líderes y miembros de la iglesia adventista de Peter’s Rest el pasado 5 de mayo de 2020, después que vieron que el moderno templo fue consumido por las llamas. El edificio, ubicado en un lugar estratégico del vecindario de Peter’s Rest, era considerado un punto de referencia por muchos en la isla.
Varias unidades del Servicio de Bomberos de las Islas Vírgenes respondieron y trabajaron sin descanso para contener el fuego, que se esparció rápidamente a través de la estructura. Imágenes de la parte interior del edificio destruido revelaron que el fuego destruyó todo el piso superior de la iglesia, lo que incluyó los bancos, el mobiliario de la plataforma y equipos de comunicación adquiridos recientemente para ofrecer el ministerio virtual. Secciones del masivo techo colapsaron, llevándose con él la tecnología solar que había instalado hace poco la iglesia.
“Realmente me sentí quebrantado cuando vi la iglesia”, dijo el pastor Earl Daniel. “Pero nuestro Dios aún está a cargo, y él está de nuestro lado”.
El pastor Daniel dijo que el incendio no provocó pérdida de vidas, y que las autoridades actualmente están investigando la causa.El edificio fue construido en 1985 y contaba con la nave principal, una sala de medios, una sala de madres, un salón social que se usaba para las Escuelas Sabáticas de los niños, una cocina y una oficina.
Daniel instó a muchos de sus miembros para que continúen teniendo fe en el Dios de la esperanza. “Pídanle que cuide de todos nosotros, y veremos que la iglesia de Peter’s Rest será restaurada a un edificio aún mejor. No se olviden de eso. Hagamos todo lo que podemos para estar a la altura de la ocasión, y trabajemos juntos para terminar la obra”, dijo.
El pastor Desmond James, presidente de la Asociación Norteña del Caribe, se sintió sacudido al ver que la estructura estaba envuelta en llamas cuando llegó a la escena. “Es una detrás de la otra”, dijo en referencia a otros acontecimientos catastróficos que sufrió la asociación en los últimos tres años. El pastor James recordó a los miembros que la administración de la conferencia comparte su dolor.
“Dios es un Dios de esperanza, y deberíamos aguardar cosas más grandes y mejores”, dijo James. Agregó que líderes de la iglesia de diversas partes del territorio de la Unión Caribeña habían llamado para expresar sus condolencias, y mencionar que tienen la congregación presente en sus oraciones.El senador Javan James Sr., que es miembro de la XXXIII Legislatura de las Islas Vírgenes además de ser miembro de iglesia, estuvo allí disponible para lamentar la pérdida del edificio junto a los demás miembros, y sacudía la cabeza sin poder creer lo que veía mientras decía: “Esta es una pérdida para la comunidad”.
El anciano de iglesia Olson Wallace, que ha sido miembro de la iglesia por muchos años, procuró conservar el optimismo en medio de su dolor cuando expresó: “El ministerio continúa. Los adventistas creemos que la iglesia no es el edificio. Son las personas, y mientras las personas estén aquí, la iglesia seguirá adelante”.
Otro miembro, Larry Thomas-Lewis, se vio abrumado por la emoción mientras veía cómo las llamas arrasaban la iglesia. “La noche anterior habíamos estado en la iglesia haciendo los preparativos para el culto de este fin de semana”, dijo. La iglesia había estado transmitiendo los cultos de adoración en marzo, antes de que se hicieran más estrictas las órdenes de aislamiento. Entonces la iglesia tuvo que recurrir a mensajes pregrabados en el templo para sus transmisiones semanales. “Perdimos muchos equipos en el fuego, pero no son los equipos sino el impacto del ministerio lo que más me preocupa”, dijo Thomas-Lewis.Herman Ravaviere, primer anciano de iglesia de la congregación de Peter’s Rest, dijo: “Es difícil estar allí parado y ver que la iglesia es destruida por las llamas. Por la gracia de Dios, seguiremos avanzando”.
La iglesia adventista de Peter’s Rest cuenta en el presente con más de cuatrocientos miembros. La iglesia es una de las seis congregaciones adventistas de la isla.
Traducción de Marcos Paseggi