La tormenta tropical Amanda inundó El Salvador el 31 de mayo, provocando la muerte de 16 personas y causando daños extendidos a las rutas y puentes debido al desborde de los ríos. Miles perdieron sus hogares en zonas ya profundamente afectadas por la pandemia del coronavirus.
Los hogares de más de 160 familias adventistas fueron destruidos o inundados, y muchos de ellos están en refugios, dijeron los líderes de la iglesia. No se informó de ninguna muerte entre los miembros de iglesia.
“Aun en medio de esta situación que estamos viviendo hoy aquí en el El Salvador, con el COVID-19 y los desastres naturales que afectan a tantas personas y a tantos miembros, todos podemos mirar hacia arriba en estos momentos difíciles, y podemos apoyarnos en Dios”, dijo el pastor Abel Pacheco, presidente de la Iglesia Adventista en El Salvador durante un mensaje especial a los miembros de iglesia en el día de ayer. El pastor Pacheco informó que dos miembros de iglesia han fallecido debido al COVID-19, mientras que 21 miembros se han contagiado del virus.
El pastor Pacheco animó a los miembros para que continúen confiando en el “Dios que nos protege, en el Dios de los milagros y en el Dios que ayuda en medio de todo lo que está sucediendo en nuestro país, dándonos esperanza en el Señor”.Hasta el momento, solo una iglesia — la iglesia adventista de Barra Salada en Sonsonate, en la región occidental del país — ha sufrido daños, según Fabricio Rivera, director de comunicación de la Iglesia Adventista en El Salvador.
“Hemos escuchado de tantos miembros como Zulma Rodríguez y su esposo Mario Guzmán de la ciudad de Delgado, que perdieron todo lo que tenían”, dijo Rivera.
Muchos como Josué Ortiz, que vive en Sonsonate, pasó muchos momentos de angustia cuando el río le arrancó el frente de su casa, explicó Rivera. Pastores locales como el pastor Josué Solís en Sonsonate, vestido con su uniforme de Guía Mayor, visitó a la familia Ortiz y a otras familias para ofrecer consuelo y oración.
Muchas familias adventistas y sus vecinos han buscado refugio, añadió.El gobierno ha puesto 160 refugios a disposición e informa que más de 24 mil familias de ese país centroamericano se han visto afectadas.
La Agencia Adventista de Desarrollo y Recursos Asistenciales (ADRA) en El Salvador ya se contactado con distribuidores para adquirir alimentos para ayudar a 800 familias, dijo Juan Pablo Ventura, director de ADRA El Salvador. Fondos de ADRA Internacional, ADRA Interamérica y de ADRA El Salvador serán usados para ayudar a unas 300 familias con alimentos básicos y papel higiénico para fines de la semana próxima, según Ventura. “Estamos reuniendo fondos adicionales para ayudar a otras 300 familias que necesitan asistencia”, añadió.
La distribución de alimentos tendrá lugar en las cinco asociaciones locales de El Salvador con la ayuda de pastores de iglesia y voluntarios que distribuirán los artículos a las familias desplazadas.
Ventura dijo que esta semana ADRA El Salvador ya ha distribuido prendas de vestir para niños y ancianos a cien familias.“Ayer tuvimos tuvimos menos lluvias, pero temprano esta mañana, las lluvias se están intensificando, llevando a que los meteorólogos afirmen que Amanda trajo la lluvia promedio que cae durante todo el año en el país”, dijo Rivera.
Ahora el país se están preparando para otra tormenta que amenaza a El Salvador en los próximos días, concluyó Rivera.
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Fabricio Rivera contribuyó en esta nota.
Traducción de Marcos Paseggi