Expertos de salud de la Universidad de Loma Linda recomendaron un plan en etapas para personas que quieren iniciar actividades físicas de alto impacto después de sufrir daños a los pulmones o el corazón como resultado del contagio con el COVID-19. Un plan en etapas para un paciente puede durar desde un par de semanas a varias semanas de comienzos retrasados de las actividades, dependiendo del alcance de las lesiones a los órganos.

Para el 15 de junio se habían informado más de dos millones de casos de infectados por el COVID-19 en los Estados Unidos, según los Centros de Control y Prevención de las Enfermedades. En mayo, un informe publicado en la Revista de Cardiología de la Asociación Médica de los Estados Unidos reveló que el 22 por ciento de los pacientes sintomáticos de COVID-19 admitidos al hospital experimentaron una lesión cardíaca.

No hay estadísticas actuales sobre lesiones pulmonares después de contagiarse del COVID-19. Pero un pulmonólogo del Centro Médico de la Universidad de Loma Linda dice que el COVID-19 es una infección viral que puede afectar los pulmones, resultando en la posibilidad de lesiones pulmonares. Esto puede incluir neumonía, síndrome de dificultad respiratoria aguda con bajos niveles de oxígeno y, en algunos casos, daños a largo plazo a los tejidos de los pulmones.

La doctora Saba Hamiduzzaman, , especialista en enfermedades pulmonares de Salud de la Universidad de Loma Linda, dice que el cuerpo depende de una sociedad entre el corazón y los pulmones para suplir sangre oxigenada. Si los pulmones no pueden reclutar más sacos de aire debido a un daño subyacente a los pulmones, entonces no puede llegar más cantidad de oxígeno a la sangre o a los tejidos del cuerpo durante la actividad física.

La doctora Purvi Parwani, directora de la Clínica de Salud Cardíaca de la Mujer en el Instituto Cardíaco Internacional de la Universidad de Loma Linda Women’s Heart Health Clinic, dice que las lesiones cardíacas se producen cuando la replicación viral inflama el tejido del corazón, produciendo la muerte de las células cardíacas, conocida también como necrosis celular. Parwani dice que se requiere una estratificación de los riesgos antes de retomar cualquier actividad física si es que se ha producido alguna lesión al corazón por una infección viral.

Ambas expertas ofrecen pautas específicas que dependen del órgano que se haya visto afectado.

Orientación en caso de lesiones cardíacas

Parwani recomienda que los pacientes que hayan dado positivo en el examen de COVID-19 y desarrollen síntomas leves o moderados necesitan un mínimo de dos semanas de cesación de cualquier capacitación de ejercicios. Durante este tiempo deberían desaparecer por completo los síntomas. Ella recomienda una evaluación clínica cardiovascular detenida teniendo en cuenta las pruebas cardíacas repetidas en el caso de lesiones cardíacas avanzadas.

Para los pacientes hospitalizados que se recuperen del COVID-19, ella sugiere que retomen las actividades o el entrenamiento con restricciones. Añade que esos pacientes comiencen con actividades leves y continúen incrementando la cantidad de actividad a lo largo del tiempo. Si en algún momento de la actividad física un paciente se siente fatigado, experimenta dolores de pecho o falta de aire, deberían interrumpir inmediatamente la actividad y llamar a su médico.

Orientación para las lesiones pulmonares

El paciente que ha tenido un diagnóstico de COVID-19 debería discutir con un pulmonólogo la posibilidad de retomar las actividades, dice Hamiduzzaman. Después del diagnóstico, los pacientes deberían comenzar lentamente a caminar. Si pueden tolerar caminar sin que les falte el aire, se mareen o sientan dolores de pecho, ella anima a los pacientes a que incrementen lentamente su actividad hasta llegar al nivel usual.

Los pacientes que tienen afecciones subyacentes a la salud como por ejemplo la enfermedad pulmonar obstructiva crónica, el asma, la diabetes, la fibrosis pulmonar, las afecciones cardíacas o el cáncer deberían buscar una evaluación física antes de retomar cualquier programa de ejercicios. Los pacientes con afecciones médicas subyacentes deberían ser referidos a un programa de rehabilitación pulmonar, lo que implicará participar de un programa supervisado entre dos a tres veces a la semana. Los individuos entonces pueden realizar un seguimiento con su pulmonólogo para monitorizar su progreso respecto del comienzo del programa.

Ambas expertas instruyeron a los pacientes a que siempre consulten primero con un médico antes de seguir alguna sugerencia. El doctor de atención primaria o el experto médico de un paciente puede brindar una atención personalizada según su afección. Si usted está preocupado por determinar si puede retomar alguna actividad física después de haber sufrido el COVID-19, consulte con su médico de atención primaria.

Este artículo fue publicado originalmente en el sitio de noticias de Salud de la Universidad de Loma Linda

Traducción de Marcos Paseggi

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