‘Qué privilegio conectarme nuevamente contigo. Esta mañana tú y yo nos despertamos de nuevo para otro día más de vida. Una gran bendición de Dios.
Anímate durante esta pandemia de COVID 19, Dios te va a bendecir de una manera maravillosa a medida que nos reintegramos a la sociedad, a medida que disminuye este coronavirus.
Dios te usará para testificar por él en la Participación Total de los Miembros.
Concéntrate en Cristo, en el cielo, en las verdades y en los valores eternos.
«No os conforméis a este siglo», como dice Romanos capítulo 12, versículo 2: «No os conforméis a este siglo». ¡Mira a Jesús! ¡Jesús viene pronto!
La semana pasada hablamos sobre la venida de Jesús y la primera parte de Mateo 24. Me gustaría revisar una segunda parte de Mateo 24, los versículos del 15 al 31.
Cubriremos algunos de esos versículos allí. Dice en el versículo 15, de Mateo 24, un gran capítulo sobre la segunda venida de Cristo: «Por tanto, cuando veáis en el lugar santo la abominación desoladora de que habló el profeta Daniel (el que lee, entienda), entonces los que estén en Judea, huyan a los montes».
Ahora, Jesús estaba hablando específicamente sobre el ataque del ejército romano en Jerusalén, en el año 70 D.C., pero a medida que el capítulo continúa, pasa a una segunda fase, una aplicación de la segunda venida de Jesucristo. Y muchas de las cosas que los cristianos deberían haber tomado en cuenta durante ese ataque a Jerusalén en el año 70 D.C., también son cosas que podemos esperar en términos de que Dios nos proteja. Allí dice: «El que esté en la azotea, no descienda para tomar algo de su casa; y el que esté en el campo, no vuelva atrás para tomar su capa».
Este tipo de cosas nos hablan de la urgencia, la vigilancia que debemos tener al esperar el gran evento de la venida de Jesús. Y por supuesto, esto también se aplicaba a aquellos en Jerusalén, que no debían dejar que nada los distrajera. Y este es el punto principal. Enfócate en los valores eternos.
Y luego dice: «Orad, pues, que vuestra huida no sea en invierno ni en día de reposo». Ora para que Dios nos guíe en todas las cosas. Él nos protegerá sin importar lo que suceda. También dice, en el versículo 23: «Entonces, si alguno os dijere: Mirad, aquí está el Cristo, o mirad, allí está, no lo creáis». Versículo 24: «Porque se levantarán falsos Cristos, y falsos profetas, y harán grandes señales y prodigios, de tal manera que engañarán, si fuere posible, aun a los escogidos».
Dios quiere protegernos del engaño del diablo y de todos aquellos que tratarán de engañarnos de una terrible manera. Incluso los escogidos, incluso aquellos que están conectados con el Señor. Así que mantente cerca de la Biblia y comprende lo que Dios te tiene reservado mientras lees su Palabra.
Luego dice: «Mirad, está en el desierto, no salgáis…no lo creáis». Ahora el versículo 27: «Porque como el relámpago que sale del oriente y se muestra hasta el occidente, así será también la venida del Hijo del Hombre».
Esto es lo que sucederá. Será algo visible. Podrás ver a Jesús. Todos lo verán al mismo tiempo. Y luego, en el versículo 29, dice: «E inmediatamente después de la tribulación de aquellos días, el sol se oscurecerá, y la luna no dará su resplandor, y las estrellas caerán del cielo, y las potencias de los cielos serán conmovidas». Sabemos que esas señales ya tuvieron su lugar. Versículo 30: «Entonces aparecerá la señal del Hijo del Hombre en el cielo; y entonces lamentarán todas las tribus de la tierra, y verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo, con poder y gran gloria. Y enviará sus ángeles con gran voz de trompeta, y juntarán a sus escogidos, de los cuatro vientos, desde un extremo del cielo hasta el otro».
Quiero estar allí ese día. Dios nos ayudará mientras nos preparamos a través de su gracia, para compartir con otros sobre el pronto regreso de Cristo. Escuchen lo que dice el libro «El Conflicto de los Siglos», en las páginas 640 y 641: «Pronto aparece en el este una pequeña nube negra, de un tamaño como la mitad de la palma de la mano. Es la nube que envuelve al Salvador y que a la distancia parece rodeada de oscuridad. El pueblo de Dios sabe que es la señal del Hijo del hombre. En silencio solemne la contemplan mientras va acercándose a la tierra, volviéndose más luminosa y más gloriosa hasta convertirse en una gran nube blanca, cuya base es como fuego consumidor, y sobre ella el arco iris del pacto. Jesús marcha al frente como un gran conquistador». ¡Qué gran día será ese y llegará pronto!
Permíteme orar contigo: ‘Padre celestial, guíanos ahora mientras esperamos ese gran día en que Jesús regrese. Y hasta ese momento, ayúdanos a involucrarnos con los demás ayudándolos a conocer a Jesús, su maravillosa justicia, sus hermosas verdades bíblicas y su segunda venida, un evento maravilloso que ocurrirá. Señor, protégenos a cada uno de nosotros. Ayúdanos a ser parte de la Participación Total de los Miembros compartiendo con otros que Jesús muy pronto vendrá. En el nombre de Cristo, lo pedimos. Amén’».