La iglesia adventista de Cole Bay en San Martín organizaron hace poco una campaña comunitaria de alimentos para asistir a decenas de familias que aún luchan para hacer frente a los efectos de la pandemia. Miembros de iglesia voluntarios se reunieron en junio para preparar las 125 canastas que incluyeron alimentos enlatados y secos, bebidas, frutas y verduras, artículos de limpieza y de higiene personal, entre otros, dijeron los organizadores.
“Muchas familias han estado luchando para hacer frente a los desafíos emocionales, mentales y financieros exacerbados por la pandemia del COVID-19”, dijo Denise Cornet, quien está al frente del proyecto de alimentos en el departamento de Servicios Comunitarios de la iglesia. Antes de la campaña de alimentos, se llevó a cabo una evaluación de las necesidades comunitarias, que reveló el nivel socioeconómico de la comunidad y permitió que los grupos de tareas determinaran dónde concentrar sus esfuerzos, explicó.
Muchos hicieron fila afuera de la iglesia para buscar las canastas. También se distribuyeron cajas en los hogares de la comunidad entre el 15 y el 16 de junio. “Hubo tanta gente que se mostró agradecida y expresó que los paquetes fueron un alivio muy bienvenida para atender las necesidades de su familia”, dijo Cornet.El pastor Virgil Sams, quien está al frente de la congregación, dijo que los miembros de iglesia siempre están dispuestos a participar de actividades que impacten positivamente a la comunidad necesitada. “Esta fue una respuesta compasiva a la comunidad que ahora está sufriendo y que, durante los tiempos de prosperidad, contribuyó de manera continua a la campaña anual de recolección”, expresó. La iglesia recolecta donaciones de la comunidad durante la campaña anual de recolección, que a su vez son usadas en las comunidades locales para la asistencia en situaciones de catástrofe y otros proyectos humanitarios, explicó Sams.
Durante la recolección, miembros de las nueve congregaciones de la isla solicitan apoyo financiero mientras visitan y oran por las personas de la comunidad, dijo Sams. “Les mostramos la obra humanitaria de la iglesia y les dejamos publicaciones cristianas, que es básicamente un ministerio comunitario pero con una diferencia”.Al final de la movilización, el pastor Sams agradeció a los voluntarios y colaboradores por su tiempo y esfuerzo, y los animó a que sigan dando. Se agradeció a las empresas locales por los descuentos que aplicaron a los artículos adquiridos para ayudar a decenas de familias.
La iglesia también ofrece consejería, visita a los enfermos y a los ancianos en sus hogares o en los hospitales, y fomenta la salud comunitaria, dijo Sams.Traducción de Marcos Paseggi