La Agencia Adventista de Desarrollo y Recursos Asistenciales (ADRA) en la República Dominicana, está brindando asistencia a centenares de familias afectadas por el huracán Isaías, que golpeó la isla el 30 de julio. La tormenta trajo lluvias que desbordaron ríos, inundando catorce provincias, afectando a más de 5,500 personas y dañando 1,000 casas habitación.
“La mayor parte de los daños ocurrieron en la Provincia de Hato Mayor, en la comunidad Gualey, en la región sureste de la isla”, dijo Roberto Matos, director de ADRA República Dominicana, quien visitó muchas de las comunidades afectadas al siguiente día que Isaías golpeó la isla.
En Hato Mayor no son extraños los huracanes, habiendo sido ya anteriormente devastado por Irma y María en 2017.“Tantas personas en Hato Mayor expresaron cómo en esta ocasión la inundación fue peor que otras veces, llegando casi hasta el techo”, dijo el director Matos. “Y esto viene en un tiempo en que el país está luchando económicamente por causa de la pandemia”.
Altagracia Zorrilla está todavía conmocionada por la forma en que sucedió todo cuando azotó el huracán Isaías. “No tuvimos tiempo de recoger ninguna cosa y el agua llegó tan rápido, que tuvimos que salir rápidamente”, dijo. “Al día siguiente, cuando regresamos, vimos el desastre en que había quedado mi casa. Una de las paredes de mi casa se había caído y todas mis pertenencias fueron arrastradas por la inundación”, La Sra. Zorrilla es una de las beneficiarias de la respuesta de ADRA en Hato Mayor esta semana.
Wilberto Rodríguez, de Hato Mayor, dijo que él y su familia habían sufrido anteriormente debido a inundaciones, pero ninguna como la provocada por el huracán Isaías. “El agua subió a tal altura como nunca habíamos visto antes”, dijo. “Perdimos todas nuestras pertenencias, camas, ropa, alimentos y todo quedó cubierto de lodo”, añadió.ADRA está proveyendo 409 colchones a 385 de las familias más afectadas en Hato Mayor. “Cada familia registrada podrá recoger su cama en un lugar cercano, dijo el director Matos. Las familias afectadas recibieron también alimentos y ropa.
El Pastor Paulino Puello, presidente de la iglesia en la República Dominicana, informó que 159 habían perdido sus pertenencias en la inundación. “Inmediatamente después de la tormenta, los miembros de la iglesia de la región del sureste proveyeron comida caliente a centenares de personas durante tres días seguidos”, dijo el Pastor Puello. Tanto la unión como las asociaciones de toda la isla enviaron fondos monetarios para asistir a las familias adventistas, así como a las comunidades afectadas. Varias iglesias se inundaron y serán evaluadas en cuanto a daños estructurales, dijo.
[/caption]“Continuamos orando por las familias que, aunque lo perdieron todo, siguen firmes en la fe”, dijo el Pastor Puello.
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Traducción – Gloria A. Castrejón