En un tiempo de desafíos mundiales a las operaciones financieras de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, Juan Prestol-Puesán, el tesorero de la iglesia mundial, hizo un llamado a los líderes de la iglesia para que redoblen su dependencia de la orientación y protección de Dios. “Esto continúa siendo más relevante que nunca antes”, expresó, “dado que nuestras realidades han cambiado nuestras expectativas para 2020”.

Las declaraciones de Prestol-Puesán fueron parte de la actualización financiera el 8 de octubre ante los miembros de la Junta Directiva de la Asociación General que representan a la iglesia mundial, y que este año se están reuniendo virtualmente para el Concilio Anual 2020.

Prestol-Puesán reconoció que la pandemia en curso del COVID-19 ha afectado las operaciones de la iglesia en diversas partes del mundo. Entre marzo y junio de 2020, dijo, todas las principales regiones de la iglesia informaron un índice menor de diezmos y ofrendas para la misión, en comparación con un año antes. Se espera que suceda algo similar entre julio y diciembre. “Sabemos que el año 2020 es un año de supervivencia, y que la normalidad acaso regrese en algún momento de 2021”.

Juan Prestol-Puesán, tesorero de la Iglesia Adventista, presenta la primera parte del Informe del Tesorero por Zoom, a los miembros de la Junta Directiva durante el Conclio Anual 2020 el 8 de octubre de 2020. [Fotografía: captura de pantalla de Adventist Review]

Impacto sobre las operaciones, los programas y los eventos de la iglesia

En abril de 2020, los directivos financieros de la Iglesia Adventista habían informado sobre los resultados positivos del año fiscal 2019. Pero “el cierre de las operaciones para 2019 parece que sucedió hace muchísimo tiempo”, reconoció Prestol-Puesán. “Nos encontramos en medio de una desaceleración económica extendida a nivel mundial; el dólar estadounidense se muestra fuerte en relación con otras monedas, y el desempleo permanece elevado en los Estados Unidos”.

También recordó a los miembros de la Junta Directiva que muchas congregaciones son incapaces de reunirse si no es digitalmente, el viaje de los ejecutivos de la iglesia se ha interrumpido, y se han introducido ajustes a las operaciones, lo que incluye los niveles de remuneración en la sede central.

Las instituciones y los programas adventistas han implementado ajustes presupuestarios significativos para sobrevivir en 2020, dijo Prestol-Puesán. En ese sentido, expresó su aprecio a los líderes institucionales por su enfoque proactivo y por lo que él denominó “el espíritu innovador que mostraron los líderes de las divisiones al hacer ajustes a los presupuestos y adaptar sus finanzas a los días que nos toca vivir”.

Los directivos financieros de la iglesia en diversas parte del mundo están informando disminuciones de ingresos causados por la interrupción de las actividades sabáticas regulares, dijo Prestol-Puesán. “Según informes recibidos por los tesoreros de las divisiones, la disminución de ingresos por diezmos podría ser estimada en solo 5 por ciento pero hasta el 25 por ciento en algunos lugares, y la disminución en las ofrendas para la misión, en solo el 10 por ciento pero hasta el 40 por ciento”, informó. “A pesar de estos y muchos otros cambios, permanecemos optimistas y positivos de que veremos algunas mejoras en los próximos meses”.

Resultados financieros y votos hasta Septiembre de 2020

Prestol-Puesán informó que el balance operativo hasta Septiembre de 2020 muestra una disminución en los Ingresos Netos de casi 5,9 millones de dólares. El nivel del capital operativo de la iglesia (los activos corrientes menos los pasivos corrientes) es de 86,04 por ciento, y la liquidez (los activos que pueden ser convertidos en efectivo rápidamente para cumplir con los compromisos) se encuentran en un 102,26 por ciento. “Estamos agradecidos de que nuestros recursos existentes han cubierto nuestras obligaciones y responsabilidades contraídas”, expresó.

La sede de la Iglesia Adventista está esperando un impacto financiero negativo en los diezmos y las ofrendas, según se estima, por 26 millones de dólares. Ante esa estimación, Prestol-Puesán recordó a los miembros de la Junta Directiva de pasos implementados
de acuerdo con un voto tomado el 9 de julio de 2020, que incluyó la suspensión de asignaciones a funciones seleccionadas debido a una falta de ingresos; la introducción de reducciones presupuestarias para los departamentos y programas; y la reducción, reasignación y redirección de personal. Los pasos correctivos también incluyeron ajustes a la remuneración, los viajes por área y los presupuestos de viaje; la planificación de reducciones adicionales según sea necesario; y la redirección de la solicitud de financiación de las asignaciones existentes a otras áreas de necesidad según lo requieran las circunstancias.

Pautas para el Presupuesto 2021

Entre las pautas que influirán sobre el presuesto 2021, Prestol-Puesán mencionó, entre otras cosas, la aplicación de reservas según la necesidad, para buscar la presentación de un presupuesto equilibrado para 2021, y la reevaluación de la situación financiera después de que se hayan registrado los ingresos del ejercicio fiscal 2020. También es clave, dijo él, mantener la comunicación con el campo mundial por medio de los tesoreros de división y los directivos de cada división para evaluar el progreso de la estrategia.

Prestol-Puesán explicó que él mencionó el voto tomado el 9 de julio de 2020 debido a que el impacto final del COVID-19 sobre la vida de la iglesia aún es desconocido. “Sabemos que afectará las finanzas de la iglesia en todos los niveles y aún más”, expresó. “Aún no podemos ver el panorama completo, y aunque creemos que podremos verlo con más claridad en los siguientes días y semanas, tenemos que seguir mostrándonos proactivos, vigilantes y conscientes de que cada dólar gastado es importante, y aunque la misión tiene que continuar, nuestro nivel de diligencia financiera tiene que permanecer elevado para conservar los recursos”.

Impacto sobre el Presupuesto 2021

El Presupuesto 2021 se verá impactado de manera significativa por la situación actual, explicó Ray Wahlen, subtesorero de la Iglesia Adventista. Según Wahlen, presupuestar para el año siguiente asume que la desaceleración relacionada con el COVID-19 causará una reducción de 18,8 millones de dólares. Asimismo, un Plan de Paridad votado en 2019 sugiere una reducción de 4,3 millones de dólares. Finalmente, dijo Wahlen, se espera que los ingresos se vean afectados negativamente por la fortaleza continua del dólar estadounidense respecto de otras monedas mundiales por un total de 2,9 millones de dólares. Por ejemplo, explicó, “la devaluación del 30 por ciento del real brasileño, sumado al hecho de que la División Sudamericana representa aproximadamente el 20 por ciento de nuestros ingresos, tuvo un importante efecto negativo sobre el Presupuesto 2021”. En consecuencia, se espera que el impacto neto negativo sobre los ingresos de 2020 alcance los 26 millones dólares (o el 15 por ciento de los gastos presupuestados para 2020).

Wahlen reconoció cuán difícil es preparar una Presupuesto 2021 realista sobre la base de los datos actuales. “Nuestra práctica estándar ha sido presupuestar sobre el 100 por ciento de los ingresos reales recibidos dos años antes, [lo que] en este presupuesto significaría basarse en el año 2019. Sin embargo, debido al COVID-19, este enfoque sería totalmente irreal,” expresó. Por ello, dijo Wahlen, los directivos financieros de la iglesia han optado basar el Presupuesto 2021 en el 100 por ciento de los ingresos proyectados para 2020, según los datos y las estimaciones actuales. Es un enfoque, reconoció, que posee sus debilidades pero que parece ser el cálculo más realista.

Después de ese procedimiento, expresó Wahlen, el presupuesto de diezmos ha sido reducido en 2020 unos 9,9 millones de dólares (una disminución del 11,4 por ciento), y el presupuesto de las Ofrendas para la Misión Mundial han sido reducidas 16,1 millones de dólares (una disminución del 22.8 por ciento).

Reducciones presupuestarias

Wahlen explicó que presupuestar siguiendo el nuevo método automáticamente implica reducciones a los presupuestos de varios departamentos de la Asociación General. Por ejemplo, la secretaría que se ocupa de los empleados internacionales sufrirá una disminución automática de 4,3 millones de dólares (o el 16,4 por ciento). En este caso, ese faltante será suplementado con 4 millones de dólares de donaciones específicas hechas durante antes para las “misiones en el extranjero”. Es un suplemento único, dijo Wahlen, que agotará por completo este recurso.

Otros departamentos y secretarías también sufrirán reducciones, lo que incluye 1,8 millones de dólares (o el 15,9 por ciento) para los Servicios de Auditoría de la Asociación General, y 1,2 millones Fondos Administrados por la Asociación General. Los ahorros en este último ítem incluyen reducciones a los Proyectos Especiales de los Departamentos, la eliminación de stands durante el Congreso de la Asociación General, y la reducción de un fondo de contingencia de 1 millón a 500 mil dólares.

Por último, Wahlen recordó a la Junta Directiva que la sede de la Asociación General opera bajo un tope del 2 por ciento de los diezmos mundiales brutos. Si los diezmos disminuyen, una disminución similar se produce en los Gastos Operativos de la Sede. En este caso, implicará una reducción de 7,6 millones de dólares, o 15,1 por ciento menos que en 2020. “Esta importante reducción ha sido alcanzada mediante las reducciones de personal, manteniendo una reducción del 50 por ciento en los presupuestos de viajes que se implementó a mediados de 2020, una disminución en el fondo de amortizaciones, y la eliminación del presupuesto de contingencia”, dijo Wahlen.

Wahlen dejó en claro que desafortunadamente, a pesar de los más de 20 millones de dólares en reducciones, el monto no alcanza para compensar por los 26 millones en ingresos perdidos. Explicó, no obstante, que durante años, la Asociación General ha destinado reservas para el caso en que se experimentara una pérdida al final de algún ejercicio. “Alabamos al Señor porque esas reservas no han sido usadas”, dijo Wahlen. “Se anticipa que en 2020 necesitaremos hacerlo por primera vez, como resultado de las pérdidas producidas por el COVID-19”.

A Wahlen no le resulta atractiva la idea de presentar un presupuesto para su aprobación en el que los gastos exceden los ingresos por un monto tan significativo. Sin embargo, dijo, los directivos financieros de la iglesia sienten que es “un punto medio o paso intermedio apropiado entre las reducciones significativas que ya se han implementado y recortes de importancia adicionales al personal y a las asignaciones que de otra forma sería necesario hacer”.

Wahlen añadió: “Al mirar hacia el futuro, nuestro plan es continuar monitorizando de cerca todos los aspectos de las operaciones financieras de la Asociación General durante los próximos seis meses. Dios nos ha bendecido —de antemano— con reservas saludables que nos permitirán adoptar este camino a corto plazo”. Advirtió, sin embargo, que “es una fuerte posibilidad que se produzcan reducciones significativas al momento del Concilio de Primavera en abril próximo y en el Congreso de la Asociación General en mayo de 2021”.

Palabras de agradecimiento

Para concluir su informe, Prestol-Puesán dijo que deseaba expresar su inmensa gratitud a Dios por brindar los recursos durante los primeros nueve meses de 2020, y por hacer que los programas de la iglesia sean viables a pesar de las circunstancias. “Creemos que Dios proveerá los medios, y las personas que llevarán a cabo la tarea que aún hay que cumplir”, expresó.

Prestol-Puesán también dedicó palabras especiales de agradecimiento a los muchos tesoreros voluntarios de las iglesias locales, al personal de tesorería que presta servicios en múltiples entidades en diversas partes del mundo, y al dedicado y eficiente personal de tesorería y contaduría de la Asociación General.

Concluyó con las palabras registradas en la Biblia en el Salmo 121: “[Nuestro] socorro viene del Señor”, recordó Prestol-Puesán a los miembros de la Junta Directiva. “Él no duerme”. Y añadió: “Él es nuestro guardador; él es nuestra sombra; y él preservará nuestra salida y nuestra entrada desde ahora —en los días del COVID-19— y para siempre”.

En breves declaraciones después de la presentación del equipo de Tesorería, Ted N.C. Wilson, presidente de la Iglesia Adventista, se mostró de acuerdo. Animó a los líderes y a los miembros de la iglesia para que sigan confiando en la conducción divina a pesar de los desafíos actuales. “El COVID-19 no podrá detener la proclamación de los mensajes de los tres ángeles”, enfatizó. El expresidente de la Iglesia Adventista Jan Paulsen concordó con él. “El Señor proveerá”, dijo, “trabajando también por medio de sus siervos muy competentes, habilidosos y fieles”.

Prestol-Puesán se mostró de acuerdo. “Jamás nos quedaremos sin dinero antes de que el Señor decida que así debería ser”, dijo. “Seremos fieles, y haremos lo mejor con lo que el Señor nos ha confiado. El resto depende de él. Él nos ayudará”.

La moción de registrar la recepción del informe del tesorero fue aprobada por una votación de 229 a favor y 2 en contra.

Traducción de Marcos Paseggi

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