22 de octubre de 2020 | Silver Spring, Maryland, Estados Unidos | Por Jefferson Paradello, Departamento de Asuntos Públicos y Libertad Religiosa.
La libertad restringida de miles de personas durante la Segunda Guerra Mundial motivó la creación de una organización internacional. A finales de 1948, las Naciones Unidas (ONU) establecieron la Declaración Universal de Derechos Humanos, la cual señala ideales comunes para todos los países. Uno de los temas que se subraya en el artículo 18 de dicho documento, fue ignorado por varias naciones en ese tiempo.
Dice así: “Toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión; este derecho incluye la libertad de cambiar de religión o de creencia, así como la libertad de manifestar su religión o su creencia, individual y colectivamente, tanto en público como en privado, por la enseñanza, la práctica, el culto y la observancia”.
En 1893, solamente 30 años después de su puesta en vigencia, la Iglesia Adventista del Séptimo Día comenzó a defender este derecho al crear la Asociación Internacional de Libertad Religiosa (IRLA). IRLA (por sus siglas en inglés) es la entidad más antigua en el mundo, en defensa de la libertad religiosa para todo ser humano. Sin embargo, actualmente, comunidades e individuos están luchando diariamente por esta causa.
Es con el motivo de darles a todos ellos una voz, que la Iglesia Adventista del Séptimo Día tiene un departamento dedicado a asegurar la libertad religiosa para toda persona.
“Sin libertad religiosa, hay también otras libertades que dejarían de existir, incluyendo la libertad de expresión y el privilegio de dar a conocer o compartir la fe de la persona. Por lo tanto, nosotros defendemos, protegemos y promovemos la libertad religiosa para cada persona, porque es la única manera como se puede garantizar que el evangelio sea predicado en todo el mundo”, explicó Helio Carnassale, director de la Asociación Internacional de Libertad Religiosa de la Iglesia Adventista del Séptimo Día en Sudamérica.
Con el propósito de fortalecer este principio, el Seminario Internacional de Libertad Religiosa celebró un evento en línea el pasado mes de agosto de 2020. La reunión, que se transmitió a través de los canales oficiales de la Iglesia Adventista regional, en Facebook y YouTube, trató algunos asuntos tales como las bases espirituales y relaciones con otros cristianos.
Por qué debemos defender la libertad religiosa
“Nuestro propósito es apelar a las personas para que piensen y reflexionen en la necesidad y papel a desempeñar de la libertad religiosa en estos tiempos. Mientras exista completa libertad religiosa, podemos llegar hasta más personas con el mensaje de esperanza”, dijo el presidente de la Iglesia Adventista en Sudamérica, Erton Köhler, quien explicó que los adventistas necesitan defender este asunto con argumentos sólidos y en palabras claras, utilizando su influencia, de manera que más personas puedan tener la libertad de expresar sus sentimientos y puedan permitirles a otros conocer a Jesús.
“Sin libertad religiosa, no puede haber cumplimiento de la misión. Y sin el cumplimiento de la misión Mateo 24:14 y Mateo 28:18-20, no estaremos satisfechos”, dijo. En uno de sus seminarios, el director de Asuntos Públicos y Libertad Religiosa en las oficinas mundiales de la Iglesia Adventista, Ganoune Diop, subrayó que las raíces de la libertad religiosa se encuentran en Dios y su propósito para este mundo.
De esta manera, cuando los seres humanos dedican sus esfuerzos a promover la libertad religiosa en favor de otras personas, están participando en lo que hace Dios: Restaurar su imagen en los seres humanos. Por otra parte, señaló el director Diop, el negarle a cualquier persona o institución su libertad, niega su humanidad. Y puntualizó lo anterior como la forma en que la Iglesia Adventista mantiene relaciones con otras denominaciones, siempre de acuerdo con el Reglamento Operativo de la iglesia. “Somos llamados a relacionarnos con otras iglesias, pero eso no quiere decir ecumenismo. Si no nos relacionamos con ellos, nos vamos a desasociar del llamado de Jesús a ser la sal y la luz”, aclaró. “Elegimos cuidadosamente cuándo y cómo hacerlo”.
Relaciones estratégicas
Para Bettina Krause, directora de asuntos gubernamentales del Departamento de Asuntos Públicos y Libertad Religiosa de la Iglesia Adventista mundial y oradora en este evento, las relaciones públicas están en el centro mismo de la misión adventista. De acuerdo con ella, los oficiales de gobierno deben percibir a la Iglesia Adventista como creíble, relevante y confiable.
Nelu Burcea, persona enlace con las Naciones Unidas y director asociado de Asuntos Públicos y Libertad Religiosa de la Asociación General, señaló que la libertad religiosa está interconectada con otros derechos humanos, incluyendo el derecho a la vida, entre otros. Esa es la razón por la que los adventistas deben aprovechar el momento actual para desarrollar nuevas iniciativas en pro del cumplimiento de su misión.
Es el deber de cada miembro, dijo, saber cómo y por qué defender su causa. Tanto él como el director Carnassale enfatizaron en forma unánime la importancia de reuniones, tales como foros y festivales, que hacen a la gente consciente y llaman la atención de varios grupos que de otra manera no se interesarían en el asunto.
“Tales reuniones ayudan a educar al público en cuanto a los conceptos correctos sobre libertad religiosa”, dijo el director Carnassale. “La libertad religiosa nos incluye a todos, y tenemos que hacer todo lo que esté en nuestro poder para preservarla”.
La original version (versión original) de esta historia se publicó en el site (sitio electrónico) de Asuntos Públicos y Libertad Religiosa.
Traducción – Gloria A. Castrejón