Un grupo de miembros de iglesia voluntarios distribuye paquetes de comida a la comunidad Aztlan V en Tabasco, en la región Mexicana del Sureste, para sesenta familias de allí, el 11 de noviembre de 2020. Más de 150 mil personas del Estado de Tabasco se vieron desplazadas después de que lluvias torrenciales anegaron los ríos e inundaron las comunidades, remanentes de la furia del Huracán Eta en los países vecinos de Interamérica unos días antes. [Fotografía: Cortesía de la Unión Mexicana del Sureste]
Más de 150 mil personas sufrieron daños en sus casas y se vieron desplazadas después de que la ira del Huracán Eta en Interamérica anegó ríos e inundó las comunidades en el Estado de Tabasco, en la región Mexicana del Sureste. En una región ya saturada por las lluvias torrenciales de dos huracanes previos, el Delta y el Zeta, las lluvias torrenciales de Eta causaron inundaciones de dos metros, cubriendo casas y llevando a que muchos buscaran alojarse en refugios.
Los líderes de cada una de las áreas regionales de la iglesia evaluaron el estado de las propiedades de los miembros ya para el 5 de noviembre, comenzaron a transportar personas a las iglesias que operaban como refugios, y recolectaron alimentos y artículos de higiene personal para ayudar a los necesitados. Los líderes informaron que 3778 familias adventistas se vieron afectadas. La mayoría perdió todas sus pertenencias y sus hogares. Asimismo, los líderes informaron que 102 de sus 259 iglesias se vieron alcanzadas por las aguas en diversas partes del estado.
Voluntarios clasifican y empacan alimentos y artículos de asistencia en terrenos de la Escuela Adventista Nicanor González Mendoza, para cientos de familias afectadas por las inundaciones de Tabasco, México.
[Fotografía: Cortesía de la Unión Mexicana del Sureste]
Administradores de la unión recorrieron la ciudad de Villahermosa, Tabasco, el 7 de noviembre, para evaluar los daños y recolectar fondos de sus sedes regionales, para ayudar a las familias afectadas. Otras asociaciones y misiones no afectadas de los estados meridionales comenzaron a recolectar alimentos para distribuir entre decenas de familias.
La Escuela Adventista Nicanor González Mendoza en Villahermosa puso su autobús a disposición para transportar a decenas de personas fuera de las zonas inundadas y hasta los refugios.
Personas de las zonas inundadas son transportadas en el autobús de la Escuela Adventista Nicanor González Mendoza hasta un lugar seguro en Villahermosa, Tabasco, el 9 de noviembre de 2020. [Fotografía: Cortesía de la Unión Mexicana del Sureste]
“En la zona de Pomoca, nuestros hermanos se han visto severamente afectados, pero se están apoyando mutuamente, compartiendo platos de comida, prendas de vestir y un lugar para descansar”, dijo el pastor Humberto Lara, presidente de la Iglesia Adventista en la Asociación Sur de Tabasco. Dijo que los pastores están llevando a cabo brigadas de apoyo para atender a las familias necesitadas en cinco de los distritos más afectados.
El Club de Conquistadores y Guías Mayores Kalein, de la Iglesia Adventista Macuspana, rescató a personas atrapadas en sus casas y estableció un campamento base cercano con una cocina comunitaria. La cocina está sirviendo cuatrocientos platos de comida diarios a refugios y hogares de las familias necesitadas.
Unos pocos bancos y artículos de la inundada iglesia adventista Pomoca en Tabasco, yacen en terrenos más elevados. [Fotografía: Cortesía de la Unión Mexicana del Sureste]
La comisión nacional del agua informó que las lluvias torrenciales de este han sido históricas, superando las inundaciones generalizadas en la región en 2007.
Erik López y su familia posan frente a la habitación donde se están albergando, en la iglesia adventista 27 de febrero, en uno de las salas del departamento de niños, en Tabasco, México, el 8 de noviembre de 2020. [Fotografía: Cortesía de la Unión Mexicana del Sureste]
Las asociaciones y misiones no afectadas de Tabasco estarán recolectando ofrendas especiales entre sus miembros para brindar ayuda adicional. Los líderes esperan juntar 20 toneladas de alimentos para distribuirlos entre los territorios de las tres asociaciones afectadas de Tabasco.
Los jóvenes adventistas ayudan a limpiar algunas de las zonas en las que el agua se ha retirado en varias comunidades de Tabasco, México. [Fotografía: Cortesía de la Unión Mexicana del Sureste]
Traducción de Marcos Paseggi