Las franjas exteriores del Huracán Eta azotaron a la región occidental de Panamá el 3 de noviembre después de su paso destructor por Honduras y Guatemala, causando muertes, inundaciones y la destrucción de puentes, casas y rutas. Hasta el momento, las autoridades locales han confirmado la muerte de 17 personas, lo que que incluye a un miembro de iglesia. Asimismo, las autoridades han reportado 25 aludes y más de 800 personas rescatadas. En el presente se están usando 19 refugios.
Las iglesias locales y la Agencia Adventista de Desarrollo y Recursos Asistenciales (ADRA) de Panamá se han movilizado para traer alivio a los afectados por la tormenta.
“Panamá no suele experimentar catástrofes naturales como esta”, dijo Augusto Reyes, que vive en Quiriquí, en la costa occidental de Panamá. “Me apresuré en llegar a casa cuando mi esposa llamó, y cuando llegué, hallé que las aguas venían subiendo desde la cercana Bruja Ravine”. Reyes logró sacar a su familia minutos antes de que ya no se pudiera acceder a su casa.
“Estamos agradecidos porque Dios nos protegió”, dijo Reyes.Desafortunadamente, Mercedes Rodríguez, una adventista de 48 años que vivía en Quiriquí, perdió la vida cuando un alud cubrió su casa. Los demás miembros de su iglesia están llorando su fallecimiento.
Se abren centros de donaciones
La Iglesia Adventista de Ciudad de Panamá, donde se encuentra la sede central de la iglesia, abrió cinco centros de donación, donde 500 miembros de iglesia voluntarios y 100 voluntarios de la comunidad se reunieron para recolectar alimentos, prendas de vestir y artículos de higiene personal para ayudar a los necesitados.
ADRA Panamá envió cinco camiones y varias camionetas para que cubrieran 450 kilómetros llevando alimentos, prendas de vestir y artículos de higiene personal hasta Quiriquí el 5 de noviembre, según José Smith, director de ADRA Panamá. “Hasta el momento se han donado unos 50 mil dólares de artículos”, dijo. “Cada asociación de la iglesia se organizó para recibir donaciones de parte de los miembros de iglesia y de la comunidad, y en cada región decenas de jóvenes colaboraron como voluntarios”, dijo Smith.
Hasta el momento, la Iglesia Adventista ha identificado a 135 familias adventistas afectadas que han perdido sus casas y están recibiendo asistencia, añadió Smith. “Nuestro énfasis siempre está en ayudar a todos los necesitados sin distinción de religión o credo”.El resto de los artículos donados recolectados en los centros de donación de Ciudad de Panamá fue enviado en siete camiones días después, dijo el pastor Misael González, director de comunicación de la Iglesia Adventista en Panamá.
“Los centros de donación de todo el país han sido visitados por los departamentos de bomberos regionales, por autoridades municipales, comisionados de la presidencia y el sistema nacional de protección civil, que se han sumdo a loso equipo de trabajadores voluntarios de la iglesia para ayudar a muchos en las zonas más afectadas”, dijo González.
Muchos voluntarios participaron de los esfuerzos de descargar y organizar los artículos donados.
Para David Quintero, miembro de iglesia de Ciudad de Panamá, ayudar a las víctimas del Huracán Eta fue lo único en lo que podía pensar. “Al comienzo de la situación en Chiriquí, no tenía honestamente muchos recursos que llevar a un centro de donación, pero decidí donar de mi tiempo y esfuerzos para recolectar alimentos, yendo a los hogares de mis amigos, para entonces llevarlos a la Escuela Adventista Metropolitana”, contó.Durante tres días, Johan Gonzáles ayudó como voluntaria en uno de los centros de donaciones de Ciudad de Panamá. “Escuché personalmente testimonios de muchos miembros de iglesia, y vi cómo nuestros miembros se sintieron motivados a expresar su amor por los que estaban pasando necesidad”, contó.
Ana Flórez, miembro de iglesia voluntaria de Chiriquí, dijo sentirse maravillada de ver cómo respondió la iglesia después de que las inundaciones afectaron a tantas personas de su pueblo. “En el momento en que hizo el anuncio solicitando donaciones y voluntarios, se pudo ver la respuesta de tantos miembros de iglesia que quisieron ser parte y ayudar con lo que podían”, dijo Flórez. “Me sentí tan bien de pertenecer a la Iglesia Adventista, y de ver cómo todo trabajaron juntos para apoyar a los necesitados. Y vi de primera mano cómo esos esfuerzos recibieron el reconocimiento del gobierno de nuestro país”.
La iglesia continuará evaluando las necesidad en Chiriquí, dijo el pastor González. “Estamos comprometidos en seguir brindando apoyo a todas las personas desplazadas”, expresó.
Por más información sobre la Iglesia Adventista en Panamá, sus iniciativas y actividades, visite uapanama.orgTraducción de Marcos Paseggi