9 de enero de 2021 | Washington, Estados Unidos | Por Julene Cole, Unión Asociación Norte del Pacífico –Gleaner
La comisión de planificación de la clínica dental gratuita llevada a cabo anualmente por la Iglesia Adventista del Séptimo Día, en Omak, reconoció que tenían por delante un gran desafío. La iglesia, situada en Omak, Washington, Estados Unidos, había previamente llevado a cabo dos clínicas dentales utilizando el equipo de Caring Hands Worldwide, un ministerio sin ánimo de lucro, proveyendo con ello atención dental gratuita a personas de la comunidad para quienes de otra manera no habría estado a su alcance; sin embargo, estos servicios no habían sido prestados durante una pandemia. Era evidente, entonces, que la clínica gratuita planificada para septiembre del 2020 iba a ser muy diferente.
Uno de los desafíos era encontrar suficientes voluntarios, siendo que la cantidad de personas disponibles para ayudar en la clínica era ahora mucho más pequeña, debido al COVID-19. Además, era difícil el manejo de pacientes. En años previos, se invitaba a la comunidad y se presentaba un gran número de personas para ponerse en fila esperando su turno según el orden en que habían llegado. La comisión trataba de encontrar formas de asegurar la apropiada distancia social y el factor de saneamiento, pero nada parecía funcional.
No deseando rendirse, un miembro de la comisión instó al resto con estas palabras. “Tenemos esta increíble oportunidad de servir. ¡No podemos simplemente dejarla escapar!”Juntos los miembros de la comisión de planificación le pidieron a Dios entendimiento para resolver su dilema. Tan pronto como terminaron de orar, las siguientes palabras pronunciadas fueron la respuesta. “¿Y qué tal si lo hacemos a través de una cita, como en una oficina normal para ir al dentista?”
Y con ello, se lanzó un completamente nuevo plan de manejo de pacientes. Más tarde, la comisión se enteró, a través de Caring Hands Worldwide, que el sitio de Omak era el primero en ir hacia adelante patrocinando una clínica dental gratuita, utilizando su equipo, desde el comienzo de la pandemia de COVID-19.
El resultante plan de manejo de pacientes funcionó tan bien, que el grupo dice que ya no va a regresar a la forma como lo hacía anteriormente. Por una parte, porque el nuevo sistema requiere de menos personas presentes para su manejo. Además, muchos de aquellos que no pudieron ofrecerse en persona como voluntarios, pudieron ayudar desde sus hogares programando las citas y registrando los datos obtenidos por teléfono por parte de los pacientes. Todo el proceso se convirtió en una experiencia más ágil y placentera tanto para los voluntarios como para los pacientes. Lo que al principio parecía un gran obstáculo, terminó convirtiéndose en una ultimada bendición. Aunque la cantidad de pacientes que pudieron atenderse se redujo significativamente por causa de las restricciones impuestas por motivo del COVID-19, la clínica dental gratuita fue capaz de proveer extracciones y limpiezas dentales grandemente necesitadas a 57 personas de la comunidad. Es el deseo de la Iglesia Adventista Omak, seguir sirviendo nuevamente a la comunidad durante todavía muchos años, con el beneficio de lo aprendido al pedir la ayuda de Dios para adaptarse a esta época desafiante.La original version (versión original) de esta historia se publicó en Gleaner, de la Unión Asociación Norte del Pacífico, en los Estados Unidos.
Traducción – Gloria A. Castrejón