Diop es director de Asuntos Públicos y Libertad Religiosa de la Asociación General y Secretario General de la Asociación Internacional de Libertad Religiosa (IRLA).

En su presentación, que brindó un marco temático para el evento que duró todo el día, Diop dijo que en muchos contextos, las mujeres “sufren desproporcionadamente las tragedias de la existencia humana”.

“A menudo, las mujeres son los principales blancos y víctimas de guerras, genocidios, trata de personas, servidumbre y esclavitud”, dijo, “añadiendo todo eso a la carga de inseguridades promovidas por la realidad multifacética de la desigualdad de género”.

Diop citó una lista de estadísticas que destaca el impacto desparejo sobre las mujeres de muchas desigualdades y perjuicios, desde la negativa de brindarles acceso a la educación a la prevalencia de matrimonios infantiles, abuso sexual y diferentes formas de marginalización económica.

Una clave para hacer frente a estas realidades trágicas, dijo Diop, es reconocer que dentro de muchos contextos sociales y culturales, a las mujeres se les ha negado por mucho tiempo su humanidad plena. Esta negativa ha llevado a lo que Diop denominó uno de los “obstáculos más abarcadores y profundos” para mejorar los aprietos de las mujeres en el mundo: la legitimización de la violencia de género.

“La violencia doméstica, la violencia social, los horrores de la trata de personas, afectan todos ellos de manera desproporcionada a las mujeres y a las niñas y revelan el lado oscuro de la humanidad”, dijo Diop.

Los temas destacados en la presentación de Diop fueron explorados a lo largo del día, en paneles de discusión y sesiones de preguntas y respuestas con la audiencia. Según los organizadores, el objetivo del evento no fue tan solo arrojar luz sobre las realidades actuales sino comenzar un diálogo —entre los gobiernos, los organismos internacionales, los grupos religiosos y otros grupos de la sociedad civil— sobre maneras de enfrentar colectivamente estos desafíos.

El evento de las Naciones Unidas fue el séptimo simposio anual en una serie enfocada en el papel que juega la religión y las organizaciones religiosas en los asuntos internacionales. La Asociación General de la Iglesia Adventista del Séptimo Día ha sido una de las copatrocinadoras de las reuniones, que tienen por intención amplificar la voz de los grupos religiosos dentro de la comunidad internacional y fomentar una mayor colaboración sobre los objetivos compartidos. Simposios previos se han enfocado en cuestiones tales como la violencia motivada por la religión, los refugiados y los migrantes y la financiación humanitaria.

Aunque por lo general se lleva a cabo en persona en el edificio de la ONU en Nueva York, el simposio de este año se llevó a cabo en forma virtual. Atrajo a participantes de Norteamérica y Europa, las regiones de Asia-Pacífico, África y Oriente Medio.

En una entrevista después del simposio, Diop dijo que es importante que se escuchen las voces y perspectivas adventistas en la comunidad internacional. “Eventos como estos, llevados a cabo en cooperación con otras organizaciones, no tienen que ver con la negación de las diferencias entre los grupos”, dijo Diop. “Por el contrario, es una oportunidad de destacar las contribuciones únicas que la Iglesia Adventista trae a la mesa; de qué manera nuestras convicciones bíblicas sobre la dignidad y el valor innato de cada ser humano —como hijos e hijas del Dios Creador— impulsa nuestra defensa global por los derechos humanos fundamentales”.

Diop también destacó que el lema del simposio de este año encaja bien con la obra continua de la Iglesia Adventista —por medio de la atención de salud, la educación, la obra humanitaria y la testificación espiritual— para elevar el estatus y el trato que reciben las mujeres en diversas partes del mundo. Por más de una década, diversas organizaciones adventistas, incluido el Departamento de Ministerios de la Mujer de la Asociación General y la Agencia Adventista de Desarrollo y Recursos Asistenciales, se han asociado para promover una iniciativa global denominada enditnow, que sigue haciendo un llamado para poner fin a la violencia contra las mujeres y otros miembros vulnerables de la sociedad.

Otros oradores en el simposio de este año de las Naciones Unidas incluyeron a Azza Karam, secretario general de Religions for Peace; Alice Nderitu, asesora especial de la ONU para Prevención del Genocidio; Anwar Khan, presidente de Islamic Relief Worldwide; Laura Janner-Klaus, exrabina principal inaugural del Movimiento de la Reforma del Judaísmo; Ibrahim Salama, jefe de la Filial de Tratados de los Derechos Humano (OHCHR); Alison Kelly, representante de la ONU para la Alianza ACT; y Liberato Bautista, secretario general asistente de la Junta General de Iglesia y Sociedad de la Iglesia Metodista Unida, además de presidente de la Asociación de ONG en Relaciones Consultivas con las Naciones Unidas (CoNGO).

Traducción de Marcos Paseggi

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