Buscando conectarse y ministrar a decenas de personas necesitadas de una pequeña comunidad en las afueras de la ciudad de Monterrey, México, los miembros de la iglesia adventista Vértice comenzaron a distribuir bolsas de comida y artículos escolares desde el momento en que comenzó la cuarentena por la pandemia en abril de 2020. Casi un año después, los líderes y los miembros de iglesia siguen brindando actividades que promueven los valores de Cristo en los niños, fortalecen a las familias y buscan un mejor estilo de vida.
Enclavada entre cuatro calles principales, la Comunidad La Realidad, que cuenta con casi cuatrocientos habitantes, fue la localidad objetivo que atrajo a los jóvenes de la iglesia que buscaron ir más allá de las paredes de su iglesia para ayudar a muchos necesitados.
La primera fase del proyecto comenzó con la distribución de diez canastas de alimentos a las familias afectadas por la pandemia del coronavirus, que dio mayor atención a las necesidades de la comunidad, dijo Nilce Coronel, director de proyecto de la iniciativa denominada “Padrinos.” En los meses que siguieron, la distribución de alimentos creció hasta alcanzar ochenta familias, gracias a las contribuciones y donaciones de los miembros de iglesia.“Uno de los objetivos de la Iglesia Vértice es establecer una amistad que pueda mostrar el amor de Dios hacia los niños y la comunidad en general”, dijo Coronel. “La congregación siente entusiasmo por tener una experiencia de adoración integral y vivir para compartir el evangelio de Cristo de manera práctica, dejando lo que les resulta conocido para alcanzar a otros, siguiendo el método de Cristo”.
Los desafíos que produjo la pandemia a los miembros que se comprometieron con el proyecto incluyeron restricciones por la cuarentena y riesgos de contagio, dijo Coronel, pero lo importante fue mirar más allá y estar atento a los más necesitados. “El mensaje que quedó muy claro fue que tenemos que estar preparados en los momentos difíciles para servir más allá de las cuatro paredes de la iglesia, y confiar en que Dios está presente durante estos meses y que él proveerá de los recursos necesarios para suplir todas las necesidades”, añadió. Los miembros y sus amigos de fuera de la iglesia colaboraron con contribuciones, adquisición de materiales, preparación de juegos de artículos escolares y paquetes de comida.
El proyecto Padrinos fue dividido en cuatro fases, que incluyeron:Esta participación entre los miembros de Vértice durante este tiempo de crisis ha sido una bendición tan grande para tantas familias y un ejemplo para otros miembros ser parte de
La siguiente fase del proyecto Padrinos se enfocará en atender necesidades más específicas de salud de los residentes, llevar a cabo brigadas de salud y enseñar valores a los niños, además de actividades recreativas adicionales.La iglesia adventista Vértice tiene unos ciento veinte miembros de entre 20 a 45 años, y está operada por la Asociación Noreste en Monterrey, México.
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Traducción de Marcos Paseggi