22 de enero de 2021 | Silver Spring, Maryland, Estados Unidos | Ted N.C. Wilson, President de la Asociación General de los Adventistas del Séptimo Día
«Siervos de Dios la trompeta tocad, Cristo muy pronto vendrá!» Como Adventistas del Séptimo Día, hemos cantado este himno durante muchos años, esperando con ansias la segunda venida de Cristo. Sin embargo, a medida que pasan las décadas, algunos se han preguntado si en realidad Cristo vendrá pronto. Hoy parece que más y más personas se están dando cuenta del hecho de que el mundo está al borde de una crisis mayor, una que se describe en la Biblia como previa a la Segunda Venida de Jesús.
El tema de la Segunda Venida es vital en todas las Escrituras. Un erudito de la Biblia contó al menos 1,500 referencias bíblicas a la Segunda Venida, y señaló que 1 de cada 25 versículos del Nuevo Testamento trata sobre la Segunda Venida de Jesús.
Mientras estuvo en la Tierra, Jesús habló de Su regreso, destacando muchas señales de Su venida como se registra en Mateo 24:7, “ Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá pestes, y hambres, y terremotos en diferentes lugares.” Y más, mucho más de lo que estamos viendo hoy. Él también enfatizó que “por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará,” y agregó con garantía, “Mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo. Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin. (Mateo 24:12-14)
¿Qué es este “evangelio del reino” que se predicará al mundo entero para testimonio a las naciones? Por supuesto, el corazón mismo del evangelio es Jesucristo, nuestro Creador, Salvador, Redentor y Amigo. Su muerte en la cruz significa todo para nosotros: A través de Su precioso e inconmensurable sacrificio, Él proporcionó el camino para que todos a través de Él pudieran ser salvos. Mientras atesoramos este increíble regalo que Cristo proporcionó, no solo miramos hacia atrás en la cruz, sino que esperamos lo que Él está haciendo ahora como nuestro Sumo Sacerdote en el santuario celestial, intercediendo por nosotros y por Su gloriosa Segunda Venida. Y todo esto es parte del evangelio del reino: ¡El evangelio eterno de Jesucristo!
En el libro de Apocalipsis, capítulo 14, leemos cómo se da este mensaje del evangelio justo antes de la segunda venida de Cristo. “Vi volar por en medio del cielo a otro ángel, que tenía el evangelio eterno para predicarlo a los moradores de la tierra, a toda nación, tribu, lengua y pueblo, diciendo a gran voz: Temed a Dios, y dadle gloria, porque la hora de su juicio ha llegado. (vss. 6, 7).
Comentando este pasaje, Elena de White escribió en Palabras de Vida del Gran Maestro: “En la profecía, esta amonestación referente al juicio, con los mensajes que con ella se relacionan, es seguida por la venida del Hijo del hombre en las nubes de los cielos. La proclamación del juicio es el anunció de que la segunda aparición del Salvador está por acaecer. Y a esta proclamación se denomina el Evangelio eterno. Así se ve que la predicación de la segunda venida de Cristo, el anunció de su cercanía, es una parte esencial del mensaje evangélico.” {PVGM 179.4}
Pensemos en esto por un momento: El hecho de compartir la inminente segunda venida de Cristo es «una parte esencial del mensaje del evangelio! ¡Qué maravilloso, maravilloso mensaje del evangelio es este! Jesús no solo nos creó, nos redimió en la cruz y nos justificó y santificó mediante Su poder, sino que Él vendrá pronto, muy pronto, para llevarnos a casa. Amigos, cuando miramos a nuestro alrededor hoy, creo que está claro que Su venida es inminente. El apóstol Pedro nos asegura que, “Porque no os hemos dado a conocer el poder y la venida de nuestro Señor Jesucristo siguiendo fábulas artificiosas, sino como habiendo visto con nuestros propios ojos su majestad.” Y continúa escribiendo “Tenemos también la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que el día esclarezca y el lucero de la mañana salga en vuestros corazones; (2 Pedro 1:16, 19).
Amigos, ahora es el momento de estudiar las Escrituras, especialmente las profecías, como nunca antes. Ahora es el momento de leer o leer de nuevo el asombroso libro, El Conflicto de los Siglos. ¡Y ahora, más que nunca, es el momento de compartir el evangelio eterno, compartiendo con el mundo la esperanza del pronto regreso de Cristo! ¡Maranatha!!
Oremos.
Padre celestial, acércate a nosotros mientras nos sometemos a ti en estos tiempos tan inciertos e impredecibles, danos ánimo mientras asentamos nuestro fundamento en la palabra de Dios, en el estudio de la palabra viva que representa a Jesucristo.
Bendícenos mientras estudiamos el espíritu de profecía que comprende la instrucción para nosotros en tantas áreas de la vida. Bendícenos mientras oramos con fervor y que el Señor nos guíe mientras testificamos por ti.
Anhelamos verte venir, llénanos con la esperanza de que pronto veremos a Jesús, te agradecemos por escucharnos. En el nombre de nuestro creador y redentor y nuestro mejor amigo, el Rey que está por venir, Cristo Jesús. Amén.