Tres años después de que los huracanes Irma y María devastaron la isla caribeña de Tórtola, los miembros de la iglesia adventista de Road Town se reunieron hace poco para ser testigos de la demolición de su templo, que se vio severamente dañado por la tormenta. El edificio albergó la iglesia durante cuarenta años.
“El segundo piso de la iglesia quedó destruido”, dijo el pastor Sylvester Williams, quien está al frente de la congregación. “La integridad de lo que quedó de la estructura quedó comprometida y, como resultado, se cancelaron los planes de expandir el edificio par remplazarlos por planes de reconstruir”.
Desde que las poderosas tormentas azotaron la isla, la congregación de 183 miembros se ha estado reuniendo en el campus de la Escuela Adventista de las Islas Vírgenes Británicas, que también sufrió daños pero que fue reparada.
“Se veía destrucción por todas partes”, dijo Wade Tobin, anciano de iglesia y director de la escuela. “No había ningún árbol cerca. Se podía ver desde un extremo de la ciudad hasta el otro; parecía tan transparente, y la iglesia sufrió daños”.El adventismo tiene raíces profundas en la comunidad de las Islas Vírgenes Británicas, dijeron los líderes de la iglesia. De las nueve congregaciones adventistas de las Islas Vírgenes Británicas, la iglesia adventista de Road Town es la más antigua. A comienzos del siglo XX, la congregación se reunía en una estructura ubicada en la Bahía de Sea Cow, que fue destruida por un huracán en 1916. En la década de 1930, se adquirió la propiedad en Road Town y la congregación se trasladó al lugar actual.
“Al superar sus humildes comienzos en una estructura de madera, el edificio fue remodelado pero el crecimiento de la feligresía superó las comodidades disponibles”, añadió Williams. Dijo que por razones sentimentales, el consenso de los miembros fue que la presencia adventista debería seguir en Road Town. El 6 de julio de 2011, dos pequeñas parcelas aledañas fueron transferidas a la iglesia por parte del Gobierno de las Islas Vírgenes Británicas, por la suma de US$1.
“La adquisición de estas propiedades añadieron unos muy necesarios metros cuadrados al nuevo edificio, lo que ofrecía mayor capacidad, zonas mejores adaptadas a los niños, fácil acceso a los que tienen capacidades diferentes, comodidades para los servicios comunitarios y baños adicionales con dos duchas”, dijo Williams.Por un tiempo, la iglesia también sirvió como refugio comunitario contra los huracanes, y por muchos años albergó a la escuela adventista.
“Dios va a ayudarlo a reconstruir mejor que antes, no importa el costo y, a partir de ahora, la iglesia va a necesitar toda la ayuda posible”, dijo el pastor Williams a dirigirse a la congregación. Williams apeló a todo el que tuviera habilidad para que la emplea en el esfuerzo de reconstrucción.
Desde el paso del Huracán Irma en 2017, los miembros de iglesia han estado recaudando fondos para ayudar a reconstruir la iglesia, dijo el pastor Williams. La vieja iglesia tenía la capacidad de 150 personas, y el nuevo diseño de dos pisos espera albergar a 250 personas en el templo, añadió.“No tengo dudas de que la comunidad estará aquí con los brazos abiertos para asegurarse de que se reconstruya la iglesia”, expresó. “El nuevo edificio dará honra a Dios, mejorará la imagen de la iglesia, ministrará a las Islas Vírgenes Británica y será celebrado por la comunidad”.
Los líderes locales de la iglesia planean colocar la piedra fundamental de la nueva construcción hacia fines de marzo.
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Traducción de Marcos Paseggi