La Escuela Adventista de Salacium duplicó hace poco el número de estudiantes, gracias a un laboratorio de computación en el campus. La escuela primaria es la primera en la pequeña aldea de Salacium, ubicada en una región montañosa y cafetera de la región Central de Guatemala, en tener computadoras para sus estudiantes.
El nuevo laboratorio tiene veinte computadoras de escritorio y portátiles que fueron adquiridas con fondos especiales recaudados por la misión del norte y el departamento de educación de la Iglesia Adventista en Guatemala.
“Hay muchas necesidades aquí, y la mayoría de los estudiantes jamás había tocado una computadora, ni siquiera sabía cómo encenderla, por lo que hubo un gran entusiasmo entre los estudiantes, docentes, padres y la comunidad”, dijo Boris Max, director de la escuela.
Max dijo que la noticia se esparció rápidamente por toda la comunidad, lo que resultó en un mayor número de estudiantes matriculados en la escuela.“Pasamos de 53 estudiantes el año pasado a 108, y de cinco a seis maestros, y estamos necesitando otro [maestro]”, dijo Max. Según Max, que también enseña el quinto y sexto años, la matriculación nunca había superado los 90 estudiantes en los 42 años desde que se estableció la escuela.
Las nuevas computadoras fueron presentadas durante una ceremonia especial en el campus el pasado 18 de febrero, a la que asistieron los líderes de la iglesia. Los líderes también trajeron bolsas de comida, libros y tela para ayudar a fabricar los uniformes de los niños.
“La Unión Guatemalteca se sintió muy feliz de donar diez computadoras, junto con las diez que donó la misión, para ayudar a que la escuela crezca y continúe marcando una diferencia en la vida de los estudiantes, los padres y la comunidad”, dijo Yanet Cima, directora de educación de la Iglesia Adventista en Guatemala. Solo el 45 por ciento de sus estudiantes son adventistas del séptimo día, por lo que es una gran oportunidad de tener un impacto con el mensaje del amor de Jesús en el pueblo”, dijo Cima.Tres pequeñas iglesias adventistas en Salacuim recaudaron suficientes fondos para apoyar a diez estudiantes necesitados de la comunidad, haciendo que fuera posible para ellos asistir a la escuela. La iglesia también ha estado distribuyendo cajas de comida y artículos para ayudar a los afectados por los huracanes que azotaron la región el año pasado, dijo Max.
Max dijo que la pandemia ha sido un desafío para la Escuela Adventista de Salacium. Los maestros han estado visitando a los estudiantes en sus hogares para asegurarse de que estén al día con las lecciones.
“Ha sido un desafío, pero un buen desafío”, añadió Max. “Hay mayores oportunidades ahora de alcanzar a más hogares con el amor de Dios”. Max, que ha sido maestro por siete años, lo que incluye el comienzo de su segundo año en Salacium, dijo que aunque se han reanudado las clases presenciales, los salones de clase pueden recibir a solo ocho estudiantes por día, lo que representa un ajuste que los maestros están llevando a cabo y respetando de la mejor manera posible.Max sueña con ver que la escuela se expanda con al menos un salón de clases adicional, para que cada clase pueda tener su salón y maestro. “Queremos que más estudiantes y familias acepten el amor de Jesús y tengan un impacto positivo doquiera vayan”, dijo.
La Iglesia Adventista de Salacuim cuenta con casi cuatrocientos miembros en tres congregaciones.
Para saber más de la Iglesia Adventista en Guatemala, ingrese AQUÍTraducción de Marcos Paseggi