Investigaciones enfatizan el impacto de factores estresantes a temprana edad en el sistema de inmunidad.

22 de marzo de 2021 | Loma Linda,  California, Estados Unidos | Por Sheann Brandon, Loma Linda University Health News

Los niños con experiencias infantiles altamente estresantes (ACEs), incluyendo maltrato infantil y disfunción doméstica, presentan un aumento de respuestas fisiológicas al estrés, que los coloca potencialmente en elevados riesgos de salud más tarde en su vida, de acuerdo a un estudio reciente llevado a cabo por investigadores en Loma Linda University Health.

“Experiencias Adversas en la Niñez y Respuesta Transcrita en Niños de Edad Escolar”, publicado en línea en la revista Development and Psychopathology (Desarrollo y psicopatología), el 28 de enero de 2021, exploró el vínculo entre la exposición al estrés a edad temprana, en niños en otro sentido totalmente sanos, de entre 5 a 11 años. Los examinadores buscaban encontrar si los factores ACEs estaban asociados con una respuesta crónica al estrés que pudiera desgastar fisiológicamente, con el tiempo, las defensas naturales del cuerpo y colocar al niño en una situación de alto riesgo en relación con asuntos de salud durante el resto de su vida.

Los resultados del estudio sugieren que los niños con alto puntaje ACEs tienen más probabilidades de presentar cambios en ciertos marcadores biológicos, indicadores de aspectos de salud; específicamente elevados niveles de expresión génica inflamatoria en sus células sanguíneas.

Tales experiencias incluyen abuso infantil, negligencia y, en general, disfunciones hogareñas tales como violencia doméstica, abuso de sustancias nocivas, enfermedades mentales, encarcelamiento y separación de los padres.

Ariane Marie-Mitchell, autora principal del estudio y médica de medicina preventiva en Loma Linda University Health, dijo que la principal motivación para llevar a cabo este estudio fue la falta de investigación existente en relación a los factores ACEs en los niños, contrariamente a las amplias investigaciones que muestran los efectos negativos de salud de esos factores en los adultos, tales como el doble riesgo de contraer enfermedades crónicas y el riesgo cuádruple en relación a asuntos de salud mental.

“Los factores estresantes en la vida temprana del niño, particularmente cuando son severos o crónicos, pueden aumentar las probabilidades de una salud deficiente durante la vida de la persona”, dijo la Dra. Marie-Mitchel. “Lo que se procuraba en este estudio era establecer el vínculo entre ese estrés y marcadores biológicos en los niños, a fin de encontrar un camino a través del cual evaluar si las intervenciones pueden proteger su salud y ayudar a prevenir malos resultados”.

Los métodos utilizados en el estudio para recolectar células sanguíneas pueden ser de utilidad para los médicos en el futuro, al ayudarles a realizar fácilmente pruebas en sus pacientes pediátricos en relación a marcadores biológicos de estrés fisiológico debido a factores ACEs, dijo la Dra. Marie-Mitchell.

“Utilizamos lo que se llama muestras de sangre seca”, explicó. En vez de que el niño necesite que se le practique una flebotomía, lo cual significa un procedimiento más invasivo, nuestro método es literalmente un pequeño pinchazo en un dedo. Esa pequeña gota de sangre se coloca en una tarjeta que solo necesita que se guarde a temperatura ambiente. Si una investigación adicional confirma nuestro método como una forma importante de identificar marcadores biológicos en niños, será un método muy fácil de implementar en la práctica pediátrica.

La Dra. Marie-Mitchell dijo que el método de hacer las pruebas en muestras de sangre seca puede distinguir a los niños con ACEs que están bien fisiológicamente, de aquellos que están experimentando estrés que podría llevar a problemas de salud.

Dijo también que el siguiente paso es identificar intervenciones que puedan reducir los efectos fisiológicos de factores ACEs en niños.

“Los descubrimientos a través de este estudio señalan hacia el valor de observar más cuidadosamente el sistema de inmunidad de los niños, siendo que nuestra investigación sugiere que sus sistemas son altamente vulnerables en relación al ambiente en que se están desarrollando”, dijo. “Si sabemos que han estado expuestos a factores ACEs y que están en posición de alto riesgo en asuntos de salud, ¿podemos identificar algunas necesidades de esa familia, conectarlos con recursos que ofrece la comunidad y proveer apoyo a los padres? ¿Se podrá tener éxito en cambiar la expresión inmune en los niños?”

La versión original de esta noticia se publicó en el sitio de noticias de Loma Linda University Health.

Traducción – Gloria A. Castrejón

 

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