¿Marca alguna diferencia la educación adventista? ¿Brinda la asistencia a una escuela, colegio o Universidad algo más que si se asiste a cualquier otra buena institución educativa? ¿Es lo que uno paga en la educación adventista un gasto o una inversión? ¿Es la educación adventista realmente evangelismo? ¿Resulta en un desarrollo espiritual?
Estas fueron algunas de las preguntas que John Wesley Taylor V, director asociado de educación de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, se propuso responder en una presentación pregrabada para los miembros de la Junta Directiva de la Asociación General (EXCOM) el pasado 14 de abril de 2021. La presentación de Taylor, titulada “Unirse y permanecer: Una mirada a los datos sobre la función de la educación adventista” efectuó una revisión de múltiples estudios que arrojan luz sobre diversos aspectos de la educación como una empresa redentora.
“La educación adventista es el evento de evangelización más grande y más extenso que tiene la Iglesia Adventista del Séptimo Día”, recordó Taylor a los cientos de miembros de la EXCOM de todo el mundo que se reunieron en forma virtual para el Concilio de Primavera 2021.
Efectuando un simple cálculo, Taylor dijo que un niño que asista a una escuela primaria adventista recibe instrucción de evangelismo por un mínimo de ochocientas horas. Si un estudiante completa todos los niveles de educación en una institución educativa adventista, esto puede llegar a sumar hasta 37.400 horas, expresó. Y cada institución educativa adventista en cada nivel es un lugar donde se lleva a cabo el evangelismo, enfatizó Taylor. “Esto significa un total de 9489 lugares de evangelización, con 111.360 evangelistas y 2.044.709 asistentes”, dijo.
La efectividad de la educación adventista
Taylor recordó a los líderes adventistas que hace algunos años, el Estudio CognitiveGenesis analizó los factores que contribuyeron al éxito de los estudiantes en la educación adventista. Participaron del estudio más de 800 escuelas, con 52 mil estudiantes de tercer a noveno y de undécimo grados. “Los resultados del estudio indicaron que los estudiantes de las escuelas adventistas sobrepasaron el promedio nacional en las pruebas estandarizadas para todos los niveles de grados, y en todos los tamaños de escuelas, más allá de sus capacidades”, expresó.
También hizo referencia al así llamado Efecto de Escuela Adventista, que muestra que “a medida que se incrementa el número de años en las escuelas adventistas, la diferencia entre los que asistieron a las escuelas adventistas y el promedio nacional […] se hizo más pronunciado en términos de logros, como así también de capacidades”.
Según Taylor, otro resultado significativo es la diferencia en las tasas de graduación. “A lo largo y a lo ancho de los Estados Unidos, promedia el por ciento, pero en las escuelas adventistas, alcanza el 98.4 por ciento”, dijo.
Más allá de lo académico: Unirse a la iglesia
El aspecto académico no es la única o la mejor ventaja, señaló Taylor. Citó a Jesús cuando le dijo a sus seguidores: “Porque ¿de qué le aprovechará al hombre ganar todo el mundo, si pierde su alma?” (Mar. 8:36). En relación con la educación, citó a Elena White, cofundadora de la Iglesia Adventista, quien en su libro Fundamentals of Christian Education [Fundamentos de la educación cristiana], escribió en relación con la educación basada en la Biblia: “lo importante por sobre todas las cosas debería ser la conversión de los estudiantes” (p. 436).
Con este marco, Taylor analizó el papel de la educación adventista y su relación con la Iglesia Adventista. Más allá de los más de 463 mil bautismos en las instituciones educacionales adventistas entre 2009 y 2018, contó que hay estudios que muestran una clara conexión entre la asistencia a una institución adventista y el hecho de unirse a la iglesia, y viceversa. “[Un joven] que no asiste a una escuela adventista tiene una probabilidad trece veces mayor de jamás unirse a la iglesia si no recibe una educación adventista”, expresó, citando un estudio sobre el tema. “La educación adventista es misión, y tenemos que afirmar y elevar el papel central de la educación adventista en la misión de evangelización de la iglesia”.
Más allá de lo académico: Permanecer en la iglesia
La educación adventista también juega un papel fundamental para ayudar a que los jóvenes sigan conectados con la Iglesia Adventista, dijo Taylor, explicando que un estudio mostró que, en muchos grupos demográficos, alrededor del cincuenta por ciento deja la iglesia para alrededor de los 25 años. Por otro lado, se refirió a siete estudios que ayudaron a repasar diversos aspectos de la relación entre la educación adventista y la retención en la iglesia. “Juntos, presentan un panorama que es continuado a lo largo del tiempo, y que es convincente”, dijo Taylor.
El Estudio Valuegenesis, por ejemplo, duró más de veinte años. Ese estudio examinó 2200 estudiantes de duodécimo grado en escuelas adventistas. Según Taylor, el estudio mostró que cuanto más años está el estudiante en la educación adventista, más grade es la fidelidad reportada de la persona a la Iglesia Adventista. “Esas personas mostraron una mayor nivel de creencia en las enseñanzas fundamentales de la iglesia, y mostraron una probabilidad mayor de permanecer en la Iglesia Adventista para los 40 años”, informó.
El estudio también examinó factores relacionados con el desarrollo de la fe religiosa. El factor más significativo fue asistir a una institución educativa adventista, dijo Taylor. “El 81 por ciento de todos los estudiantes dijo que ‘asistir a una institución adventista es la cosa más importante que me ha ayudado a desarrollar mi fe religiosa’”, contó.
Otro proyecto de investigación que mencionó Taylor fue el Estudio de Retención Joven, que mostró una relación positiva entre la educación adventista y un compromiso personal con Jesucristo y un compromiso con el estudio personal de la Biblia. También afectó la importancia de la religión en la vida de un joven. “Estos son resultados que se ven fortalecidos por medio de la educación adventista”, explicó Taylor.
Un impacto mensurable
En la última parte de su presentación, Taylor hizo referencia a varias tesis doctorales que analizan la conexión entre la educación adventista y la retención en la iglesia por parte de los jóvenes. Aunque esas tesis se enfocaron en poblaciones diversas y se basaron en diversas regiones geográficas, cada estudio citó el impacto significativo de la educación adventista sobre la probabilidad de que un joven permanezca activo en la Iglesia Adventista.
También sucede lo opuesto, afirmó Taylor. Citando un proyecto específico de investigación, enfatizó que “los que no han experimentado la educación adventista tienen una probabilidad desproporcionalmente mayor de volverse inactivos o de irse [de la Iglesia Adventista]”.
Los resultados de estos estudios también cuentan con el apoyo de la Secretaría de Archivos, Estadísticas e Investigaciones (ASTR) de la Iglesia Adventista. En su estudio “Irse de la iglesia”, las investigaciones hallaron una clara diferencia en la retención en la iglesia de parte de los que asistieron a una institución educativa adventista respecto de los que no lo hicieron. Las investigaciones se hicieron aún más marcadas en el caso de los estudiantes que completaron su educación de nivel primario en escuelas adventistas.
Según Taylor, estas diferencias no deberían sorprendernos. “Aunque hay relaciones importantes entre la retención y la educación adventista en cada nivel educacional, la relación más sólida se encuentra en los primeros años”, explicó. “Es algo que señala que la educación adventista temprana es un factor poderoso de retención”.
Una conexión cercana
¿Están el acceso y la retención de los niños y jóvenes de la iglesia asociados con su participación en la educación adventista? “Sobre la base de las evidencias, la respuesta a esa pregunta es: ‘Sin duda’”, dijo Taylor. “Hay una relación continua y persuasive entre asistir a una institución educativa adventista y la probabilidad de que ese niño o joven se una y entonces elija permanecer en la Iglesia Adventista del Séptimo Día. Y esto se aplica a diferentes momentos, a diferentes lugares y a diferentes poblaciones”, enfatizó.
“La educación adventista marca una diferencia. No solo lo hace de manera efectiva al preparar a los niños y jóvenes en las ciencias, los idiomas, la historia y la tecnología, [sino] que ve a cada estudiante como un candidato al cielo. La educación adventista marca una diferencia. La educación adventista educa para la eternidad”, expresó.
Traducción de Marcos Paseggi