Mientras el volcán La Soufrière continúa escupiendo cenizas, gases calientes y lava hirviente en la isla de San Vicente, la Iglesia Adventista del Séptimo Día, junto con la Agencia Adventista de Desarrollo y Recursos Asistenciales (ADRA) y miembros de iglesia voluntarios, ha comenzado a distribuir alimento y prendas de vestir a cientos que están alojados en refugios de la isla. Más de veinte mil personal se han visto desplazadas de sus hogares desde que comenzó la erupción comenzó el 9 de abril.
“Nadie ha escapade el ataque del volcán porque todo el país ha quedado cubierto de polvo, cenizas y escombros”, dijo el pastor Dermoth Baptiste, presidente de la Iglesia Adventista en la Misión de San Vicente y las Granadinas, con sede en Kingston, en el extremo sur de la isla. “Los científicos han informado que algunas zonas tienen hasta dos pies [60 centímetros] de cenizas en la zona más afectada”, dijo Baptiste. Hay muchos hogares destruidos a los que acaso lleve mucho tiempo regresar, añadió.
Las cenizas se han desplazado hasta las islas vecinas de Santa Lucía, Granada y Barbados.
Preparación y distribución de platos de comidaHasta el momento, Baptiste informó que diez iglesias adventistas se vieron afectadas directamente, y que cientos de miembros y comunidades enteras tuvieron que evacuar rápidamente las zonas de peligro, muchos escapando con solo lo puesto.
ADRA ayudará en la respuesta del mes inicial, para asistir en la preparación y distribución de 1200 platos de comida todos los días para seiscientas personas que están alojadas en refugios.
El doctor Ralph, Gonsalves, primer ministro de San Vicente, agradeció a la iglesia por su liderazgo en ayuda de la comunidad cuando los líderes y voluntarios de la iglesia se reunieron para una conferencia de prensa en la sede de la iglesia en Kingstown.
“La Iglesia Adventista del Séptimo Día está mostrando realmente que son guarda de sus hermanos”, dijo Gonsalves. “Es un buen ejemplo que podrían seguir otras iglesias”.Los miembros de iglesia voluntarios comenzaron a preparar platos de comida para el almuerzo y la cena y los jóvenes comenzaron a distribuir los platos de comida en varios refugios. Los platos de comida para el almuerzo y la cena serán preparados todos los días las siguientes cuatro semanas, y el mes que viene se hará una evaluación para evaluar las necesidades, dijo Baptiste.
Iglesias usadas como refugios
Se están usando nueve iglesias adventistas y una escuela secundaria para albergar a más de trescientas personas, dijo Baptiste. Debido a las restricciones por el COVID-19, solo el personal esencial tiene autorización de entrar. Baptiste dijo que la iglesia ha logrado distribuir prendas de vestir, en especial porque tantas personas tuvieron que salir corriendo de sus casos con solo lo puesto.
“Ahora nos estamos enfocando en las necesidades básicas, pero sabemos que muchos están pasando por muchos traumas, angustia y aflicción porque no tienen un hogar al que volver”, dijo. Dado que Baptiste no puede visitar los refugios, dedica su tiempo a ayudar a coordinar los esfuerzos y brindar aliento espiritual a los pastores que están en comunicación con sus congregantes.“Acabábamos de abrir las iglesias para que se pudiera asistir en persona desde el primer sábado de abril, y entonces, pocos días después, el volcán afectó a tantas vidas”, dijo Baptiste. Sigue recordando a los líderes y animando a los miembros por teléfono para que conserven la fe y continúen confiando en Dios. “No sabemos lo que va a salir de esto pero les pido que aparten los ojos del ambiente en el que se encuentran, de las circunstancias difíciles, y que vean que Dios sigue siendo ensalzado, porque él está en control, aun de los elementos”.
Grandes desafíos
Muchas de las rutas siguen siendo impasables, dijeron los líderes de la iglesia.
El sistema de agua fue cerrado en los días iniciales de la erupción debido a los contaminantes del aire. Las agencias de gobierno están llevando a cabo la limpieza necesaria para garantizar que el agua sea potable, dijo.Los líderes de la Iglesia Adventista en San Vicente acaban de recibir un envío de 428 cajas de agua y un gran contenedor con pilas de paquetes de arroz, gracias a la Iglesia Adventista de Granada, dijeron los líderes locales. El agua y el arroz donados serán distribuidos en los refugios esta semana. Otros artículos están siendo enviados desde los campos locales en las islas vecinas, dijeron los líderes de la iglesia.
Los líderes de la iglesia también están planeando brindar consejería para situaciones traumáticas en los refugios tan pronto como sea posible.
“Los científicos están diciendo que la erupción podría durar meses o aún más y que sabemos que todo el estado de la salud mental de la población se encuentra en riesgo”, dijo Baptiste.Asimismo, se están haciendo planes de suministrar materiales de lectura en los refugios, lo que incluye Biblias, historias para niños, rompecabezas y juguetes que puedan atraer la atención de los niños.
“Nuestra gente es conocida por su tremenda resiliencia y ánimo para soportar la crisis. Tengo confianza en que, por la gracia de Dios, nos levantaremos de las cenizas”, dijo el pastor Baptiste.
La última erupción del volcán de La Soufrière se produjo en 1979 sin que se reportaran pérdidas. Antes de ello, una erupción en 1902 se cobró la vida de casi 1600 personas.Hay más de 14.000 adventistas que se reúnen en 42 iglesias y congregaciones en San Vicente y las Granadinas. La iglesia administra cinco escuelas primarias y secundarias.
Kerry Kerr colaboró con este informe.
Traducción de Marcos Paseggi