Crecer es difícil. La mayoría de las personas que pasó por la adolescencia concuerda en que ser adolescente tiene sus altibajos. Cuando vemos la salud mental de nuestros hijos, sus amistades y relaciones juegan papeles importantes. Las amistades perjudiciales pueden disminuir la autoestima de nuestro hijo, producir conductas irracionales y llevar a malos entendidos, pero también pueden ser oportunidades de aprendizaje cuando se las enfrenta en forma adecuada.
Con esto en mente, Elizondo Vega, médico de medicina adolescente e AdventHealth, explica a qué cosas pueden estar atentos los padres para saber con quién pasan el tiempo sus hijos, tanto en persona como en línea.
¿Existe un patrón?
“El patrón más nuevo que estamos viendo es el de las amistades en línea. La tecnología ha sido una gran bendición, en particular durante la pandemia del COVID-19, por permitir que los adolescentes sigan conectados. Las amistades saludables pueden mantenerse mediante la tecnología, en particular cuando se usan plataformas de comunicación cara a cara y en tiempo real, como es el caso de FaceTime”, explica Vega.
Sin embargo, algunos adolescentes están inclinándose hacia las aplicaciones de mensajes, por lo general debido a un interés en común como por ejemplo el arte o los videojuegos, donde en último término terminan en red con extraños.
Añade Vega: “Los padres pueden tratar de facilitar oportunidades para que sus hijos se conecten con sus compañeros de la comunidad local por medio del colegio, los deportes, las organizaciones religiosas u otras actividades de desarrollo joven para evitar posiblemente algunas de las consecuencias negativas potenciales que están asociadas con las relaciones en línea”.
Los padres también pueden tratar de limitar el tiempo que sus hijos pasan frente a las pantallas y en el teléfono. Acaso lo que funciona para una familia no funcione para otra, pero establecer una hora límite para usar electrónicos puede ser un buen comienzo: por ejemplo, nada de teléfonos o computadoras y tabletas después de las 20.00. También es importante llevar un registro de las cosas a las que un hijo tiene acceso en línea. Para los grupos etarios apropiados, pueden resultar útiles las funciones de control parental en las aplicaciones de telefonía inteligente.
¿Cuáles son las señales de advertencia de una relación perjudicial?
“Una señal de advertencia de que una relación puede ser perjudicial es que el amigo de su hijo es muy controlador, y no permite que su hijo se haga amigo de otras personas, monopolizando el tiempo de su hijo”, dice Vega.
Aunque es normal, en particular para los adolescentes más jóvenes, tener a alguien a quien denominan “mi mejor amigo”, es sin embargo importante que cada jovencito en la relación tenga la libertad de pasar tiempo con otros y seguir sus intereses, además de la oportunidad de pasar tiempo solo o con la familia.
“Otras señales de advertencia de que su hijo puede estar en una relación perjudicial”, añade, “podría incluir que sus compañeros usen a su hijo para su propio beneficio (invitaciones, entradas, popularidad) o que regularmente se burlen de él o lo critiquen”.
¿Qué decir de las relaciones románticas?
“En las relaciones románticas”, dice Vega, “es también fundamental garantizar que la otra persona significativa no esté procurando monopolizar el tiempo de su adolescente. Aunque los dos pueden sentirse muy atraídos por el otro y quieren pasar mucho tiempo juntos, un compañero romántico que se enoje si su hijo adolescente pasa tiempo con otros o que suele mostrarse celoso son señales probables de una relación romántica perjudicial”.
De manera similar, supóngase que la otra persona significativa para su adolescente está monitorizando la actividad telefónica de su hijo adolescente, o continuamente comprobando adónde anda. En ese caso, esto podría ser una señal de una relación perjudicial que hasta podría llevar a la violencia íntima de pareja.
“Otra buena regla de oro es garantizar que su hijo adolescente solo tenga citas con otros que están cerca en edad, quizá como máximo, dentro de uno a dos años”, aconseja Vega. “Hay simplemente demasiadas diferencias de desarrollo entre un adolescente temprano y un adolescente tardío, lo que podría resultar en malentendidos, presión indebida o diferencias de poder”.
Las relaciones negativas impactan la salud mental de un niño
“Las relaciones perjudiciales pueden llevar a muchas dudas, pero también pueden ser oportunidades de crecimiento. Estos son los tipos de estresores que ayudan a que los jovencitos aprendan a establecer sus normas de valor propio, en lugar de permitir que ellas sean definidas por otras personas”.
“La comunicación y la supervisión regulares de los padres y otros adultos de confianza pueden ayudar a garantizar que los niños y los adolescentes atraviesen las complejidades de las relaciones perjudiciales con seguridad mientras aprenden de esas experiencias”, dice Vega. “Aunque cada persona necesita protegerse de las consecuencias emocionales de las relaciones perjudiciales, esos tipos de experiencia de vida también son oportunidades de practicar la gracia, la compasión y el perdón”.
Mantenga abierta la puerta de la comunicación, para que su hijo se sienta cómodo compartiéndolo, sea que fuera algo positivo o no. Recuerde preguntarle por sus amigos, sus planes, con quiénes va a estar, etcétera. Según la edad de su hijo, podría pedirle que le mande un texto o lo llame al llegar a destino, le notifique si es que hay un cambio de planes, y establezca una hora límite de llegada.
Aunque algunas relaciones necesitan ser interrumpidas por causa de la seguridad física y emocional de un niño y adolescente, en ocasiones, las relaciones pueden ser reparadas cuando se aprende a ver las cosas desde la perspectiva de otra persona, dando a las personas una segunda oportunidad, manteniendo una comunicación abierta y entendiendo que alguien que está hiriendo a los demás acaso está pasando él mismo por algún problema.
Conocer los amigos de sus hijos y con quiénes pasan tiempo puede ayudarle a estar al tanto de los que los rodean. “Una de las mejores cosas que pueden hacer para comprender y apoyar las amistades de sus hijos es conectarse con los padres de sus amigos. De esta manera, todos pueden sentirse más cómodos al saber con quiénes están pasando el tiempo”.
La versión original de este comentario fue publicado en el blog de AdventHealth.
Traducción de Marcos Paseggi