26 de julio de 2021 | Miami, Florida, Estados Unidos | División Interamericana

A medida que aumentan los disturbios políticos, económicos y sociales en muchos de los países de Interamérica, el pastor Elie Henry, presidente de la Iglesia Adventista del Séptimo Día en la División Interamericana, desea compartir estas palabras de aliento y un urgente llamado a la oración y en atender las necesidades de las personas y comunidades de todo el territorio. —Personal de Noticias de la DIA

Hola hermanas y hermanos de Interamérica,

Hoy quiero compartir con ustedes un texto de la Biblia que narra una situación muy parecida a la que estamos viviendo en el mundo actualmente.

El profeta Jeremías escribió una carta a otros profetas, ancianos y líderes que habían sido llevados cautivos por el Rey Nabucodonosor. En su carta les advirtió de las amenazas y los problemas de la época, y les animó a seguir adelante como ciudadanos, sin descuidar el propósito por el que fueron llamados y con la esperanza de un futuro de libertad.

Los tiempos en los que vivimos también nos hacen sentir como prisioneros. Las amenazas por la pandemia, desastres naturales, inseguridad, violencia, y en algunos países de Interamérica, las situaciones políticas, económicas y sociales agravan el problema.

Hemos estado siguiendo la situación en Cuba, en Venezuela y en Haití, por mencionar algunos. Hemos apoyado a nuestros hermanos en esos países, orando con ellos y por ellos. Aprovecho esta oportunidad para invitarlos a todos ustedes a unirse en oración también.

Como iglesia, respetamos a las autoridades de cada país, pero no le damos lealtad a ningún partido político. Respetamos las leyes y evitamos tomar partido o emitir juicios en campañas políticas o conflictos. También respetamos las decisiones de los miembros individuales de participar personalmente en la vida de sus comunidades locales y de servir en el gobierno, de acuerdo con las opciones de dones, talentos e intereses, con honestidad, amor y en paz. Nuestra misión como embajadores de Dios es hacer lo que Él hizo: Orar y satisfacer las necesidades de las personas. Esto incluye brindar atención médica, educación, compartir información, consejería y recursos especiales para niños y personas en situaciones vulnerables y mucho más.

Orar por quienes sufren, orar por los gobernantes, orar para que Dios nos ayude a cumplir la misión que nos encomendó, mientras continuamos como prisioneros de este mundo y preparándonos para vivir en el mundo de libertad que Él nos está preparando.

El versículo 12 de Jeremías 29, dice, “Me invocaréis, y vendréis y oraréis a mí, y yo os oiré…” ¡Qué invitación y qué promesa!

Aceptémosla y unámonos con nuestras hermanas y hermanos que están sufriendo, en la ciudad donde usted vive, en el país donde usted está y en lugares y regiones hermanas, donde necesitan de nuestro apoyo también.

Si buscamos a Dios, lo encontraremos, pues lo buscamos “con todo nuestro corazón”.

Que el Señor les bendiga.

Con aprecio Cristiano,

Pastor Elie Henry
Presidente
División Interamericana de los Adventistas del Séptimo Día

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