31 de julio de 2021 | Silver Spring, Maryland, Estados Unidos | ADRA Internacional
La Agencia Adventista de Desarrollo y Recursos Asistenciales (ADRA) incrementó su respuesta de emergencia a comienzos de 2020 para servir a casi veinte millones de personas en el mundo en 96 países que se vieron afectadas por el coronavirus.
En ese período, ADRA lanzó 422 proyectos en respuesta a la crisis continua de salud, y el setenta por ciento de ellos se llevó a cabo en sociedad con la Iglesia Adventista del Séptimo Día. Hace unos meses, ADRA transfirió sus esfuerzos para ayudar a 21 países sumamente afectados por el COVID-19 para hallar el alivio tan necesario.
“ADRA ha estado monitorizando de cerca la ayuda que brindamos a millones de personas en todo el mundo durante esta pandemia, y estamos hallando que muchas personas no están informadas sobre la prevención contra el COVID-19 o tienen acceso a recibir la prueba o ser vacunados, algo que los principales expertos de salud señalan que ayuda a disminuir la probabilidad de contraer el virus y terminar en un hospital”, dijo Mario Olivera, director de respuesta a emergencias de ADRA. “Nuestro objetivo entre ahora y 2022 es usar la confianza de las personas con las que trabajamos y quien tienen probabilidades de verse impactadas por el coronavirus. Queremos que la gente reciba información exacta que los ayude a tomar decisiones con fundamento sobre su salud y bienestar y que los ayude a permanecer seguros ellos y mismos y sus familias”.
Las actividades asistenciales de emergencia, lo que incluye la distribución de alimentos y seguridad, saneamiento y conciencia sobre la higiene, seguirán siendo parte de la ayuda continuada. La mayoría de los proyectos incluirán las colaboraciones continuadas con la Iglesia Adventista. Además de estas actividades, ADRA expandirá su comunicación sobre la prevención del COVID-19 y la capacitación de salud entre los más vulnerables de las comunidades locales, donde los métodos variarán para cada país.
Según los datos recolectados por la Universidad John Hopkins y agencias de salud pública, el COVID-19 continúa esparciéndose en el mundo, con más de 195 millones de casos confirmados para el 29 de julio de 2021, y más de cuatro millones de muertes en más de 220 países. Los Estados Unidos, la India y Brasil han sufrido el número más alto de casos confirmados, seguidos por Francia, Rusia, Turquía y el Reino Unido.
La siguiente visión general muestra las regiones específicas en las ADRA se concentrará en brindar apoyo adicional.
África
África ha registrado más de 6,6 millones de casos de COVID y más de 167 mil muertes hasta el 29 de julio de 2021. Según datos oficiales, Sudáfrica tiene más de 2,4 millones de casos y unas 70 mil muertes, lo que convierte al país en la nación más afectada del continente.
Para los próximos meses de 2021, ADRA apunta a reducir los incidentes de COVID-19 en las comunidades locales y garantizar que los proveedores de salud y los pacientes estén protegidos. Por ejemplo, en la República Democrática del Congo, ADRA se involucrará en varias instituciones de salud para instruir a la comunidad sobre la prevención del COVID-19. En Mozambique, ADRA ofrecerá 900 juegos de higiene personal, enseñando medidas de prevención contra el COVID-19, y capacitará a los residentes para que fabriquen mascarillas para generar ingresos. En Sudán del Sur, ADRA garantizará que más de 4500 escolares puedan obtener acceso a un ambiente seguro de aprendizaje y también ayudar a restaurar las empresas luchando por sobrevivir.
Asia-Pacífico
El número de casos y muertes en la región asiática fueron inicialmente más bajos que en Europa y Norteamérica, muestran los hallazgos. Sin embargo, el reciente aumento de casos en la India y otros lados está cambiando esa perspectiva. Solo la India ha registrado más de treinta casos de coronavirus, solo detrás de los Estados Unidos. En Indonesia, se dice que hay 25 mil casos por día, y los hospitales casi han agotado sus suministros de oxígeno.
Para combatir los aumentos de COVID-19, ADRA en las regiones asiáticas trabajará con los obreros de salud y las comunidades locales para informar a las personas sobre el coronavirus y ofrecer maneras de estar seguros. ADRA apunta a ayudar a 3500 personas de la India accedan al apoyo psicosocial y continúen impulsando la confianza para tomar medidas de seguridad durante la pandemia. En Indonesia, los ancianos se encuentran entre los más vulnerables y necesitarán apoyo para acceder a la atención de salud. ADRA estará en el lugar ofeciendo apoyo para garantizar que lo hagan. ADRA también apunta a coordinar una ayuda en la distribución de efectito en Fiyi a cinco mil personas que luchan con los confinamientos extendidos. Al trabajar estrechamente con las autoridades locales, ADRA distribuirá asimismo equipos de protección personal a las instituciones de salud afectadas.
América Central
Según informes, México ha visto el cuarto número más alto de muertes en el mundo, con más de 240 mil. ADRA estará apuntando a más de cien mil personas para ayudarlas a hallar atención sustentable y acceso a la información de salud, platos de comida y tratamientos de salud mental, y también hacer que los individuos que así lo desean tengan las herramientas para comenzar un emprendimiento. En El Salvador, más de 3200 personas se verán apoyadas por ADRA mediante campas de educación, para aprender el COVID-19 y las técnicas de prevención. ADRA también equipará a 1200 personas en Honduras con acceso a los centros de salud y las capacitará sobre los métodos de prevención del COVID-19.
Europa
Muchos países europeos han reportado aumentos en los casos de COVID-19 en los últimos meses, pero los datos indican que el número de infecciones diarias ahora va en disminución. Los países que continúan viendo un rápido incremento de casos incluyen Rusia y el Reino Unido.
ADRA procura equipar a las personas más vulnerables de varios países con información sobre el COVID-19. El acceso a los recursos en la mayoría de estos países es clave para la supervivencia. En Bulgaria, ADRA trabajará con los centros locales de salud para compartir información sobre el COVID-19 y educar a las comunidades locales sobre las vacunas. En Kirguistán, más de trece mil personas con discapacidades y adultos mayores serán apoyados por ADRA para acceder a los servicios psicosociales y tratamientos de salud. ADRA también brindará ayuda a las personas con desventajas mentales y físicas de Serbia y Eslovaquia, garantizando que reciban acceso a los servicios de salud, información sobre vacunación y conciencia psicosocial.
Sudamérica
Brasil ha registrado casi veinte millones de COVID-19 casos y más 550 mil muertes, la segunda tasa de muerte oficial del mundo, según datos de las agencias de salud, y los expertos dicen que la situación podría empeorar a medida que se acerca el fin del año. Asimismo, Perú tiene ahora el quinto número más alto de muertos. Colombia, Argentina y Chile también están reportando aumentos de nuevos casos.
ADRA planea apuntar a veinte mil personas para ayudar a fortalecer las capacidades de respuesta del personal médico local, los agentes de la comunidad, los docentes, los supervisores, los directores de las instituciones educativas y los voluntarios. En sociedad con los trabajadores de salud, el equipo en Paraguay, por ejemplo, educará a los miembros de la comunidad local sobre el COVID-19, información sobre cómo mantenerse seguros, y otros datos por medio de una aplicación de telefonía móvil. En Colombia, ADRA ha comenzado a distribuir 1100 juegos de artículos de higiene personal contra el COVID-19 a los hogares, en sociedad con una iglesia adventista local.
Acerca de ADRA
La Agencia Adventista de Desarrollo y Recursos Asistenciales es el brazo humanitario internacional de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, que brinda servicios en 118 países. Su trabajo faculta a las comunidades y cambia vidas en diversas partes del mundo, brindando desarrollo comunitario sustentable y asistencia en catástrofes. El propósito de ADRA es servir a la humanidad para que todos vivan así como Dios lo intentó.
La versión original de esta comunicación fue publicada por la Agencia Adventista de Desarrollo y Recursos Asistenciales.
Traducción de Marcos Paseggi