Agencia humanitaria busca un cambio de conducta para prevenir la diseminación del coronavirus.

La pandemia del COVID-19 se ha tornado un desafío cada vez peor en Zambia, que cuenta con una población de aproximadamente 18,3 millones de personas, según hallazgos de la Agencia Adventista de Desarrollo y Recursos Asistenciales (ADRA).

“La mayoría de las personas viven en lugares de extrema pobreza con servicios básicos mínimos debido al pobre suministro de agua, instalaciones sanitarias y las prácticas de higiene”, Kennedy Habasimbi, director de ADRA en Zambia, dijo. “Zambia también ha experimentado desafíos económicos exasperados por la pandemia, forzando a las personas que no pueden quedarse en sus casas a que trabajen en condiciones de alto riesgo, como lo son los mercados congestionados y con escasas medidas de higiene”.

Una trabajadora de la Agencia Adventista de Desarrollo y Recursos Asistenciales demuestra el uso correcto de un desinfectante de manos. [Fotografía: Kennedy Habasimbi]

Habasimbi dijo que se puede ver a vendedores ambulantes que venden verduras y frutas sin usar mascarillas, y que no se lavan las manos antes de atender a los clientes. Asimismo, hay transeúntes que esperan en las estaciones de autobús sin usar correctamente las mascarillas ni mantener la distancia de dos metros, como lo recomienda la Organización Mundial de la Salud.

Habasimbi añadió que solo el treinta por ciento de la población de Lusaka, una de las zonas donde está trabajando ADRA, cuenta con acceso a agua corriente y tratada. Otros que no tienen acceso dependen de perforaciones y pozos de escasa profundidad. En el pasado, la falta de acceso al agua pura y los servicios básicos ha causado brotes fatales de cólera, tifoidea y enfermedades producidas por el agua contaminada.

“A partir de nuestras evaluaciones previas de COVID-19, hallamos que el 72 por ciento de las poblaciones periurbanas piensa que el virus afecta a los ricos, a los ancianos y a personas que ya están enfermas”, dijo Habasimbi. “Esas ideas, desafortunadamente, son una barrera para las medidas preventivas, y ponen a muchos en riesgo durante esta crisis de salud”.

Habasimbi dijo que, a pesar de la ayuda del gobierno local para crear mayor conciencia, la mayoría de la población piensa que el COVID-19 no es real, y la vida continúa de manera acostumbrada. Se han puesto vacunas a disposición de la gente, pero debido a la desinformación y las teorías conspirativas, se habían administrado solo 50 mil dosis de los 18 millones. Los índices de vacunación han mejorado, y desde Agosto, se han administrado más de 560 mil dosis, según el Ministerio de Salud de Zambia.

Desde marzo de 2020, ADRA ha estado trabajando de cerca con las autoridades locales, ministerios adventistas locales y otras agencias para elevar el perfil de higiene y provisión de agua potable.

“En esa instancia, la comunicación se daba solo de un lado; la gente solo recibía información sin recibir oportunidades de realizar sus aportes”, dijo Habasimbi. “La estrategia ahora se llama ‘Proyecto Operación de Servicio a Todos en Lusaka sobre COVID-19”, o C.L.O.S.E., para incluir la participación con los líderes de la comunidad para que fijen estándares de equidad y transparencia entre las comunidades de mayor riesgo de sufrir el COVID-19”.

ADRA en Zambia procura mantener las sociedades existentes mientras crea otras nuevas, lo que incluye formar alianza con los influyen en la comunidad y otras agencias de base religiosa para ayudar a enfrentar la desinformación y luchar por la prevención del COVID-19, dijeron los líderes.

“ADRA trabajará con los jóvenes adventistas locales, los ministerios de la mujer, y los departamentos de salud, para capacitar a casi cien voluntarios. Estos voluntarios trabajarán entonces con los socios de la comunidad, el Ministerio de Salud de Zambia y otros socios de la comunidad, para llevar a cabo actividades inclusivas de reducción de riesgos lideradas por la comunidad, de manera de contrarrestar los mitos sobre el COVID-19 y las vacunas”, dijo Habasimbi.

Evaluaciones adicionales de ADRA indicaron que las mujeres fueron las más vulnerables durante la pandemia del COVID-19 en Zambia. Ellas eran las responsables de buscar el agua, y en ocasiones las que mantenían financieramente el hogar, tenían que cuidar a los enfermos y a los niños, y se ocuparon de tareas que las expusieron a condiciones insalubres en el mercado.

Con el apoyo de los ministerios de las mujer y departamentos de salud de las iglesias adventistas locales, las personas que tienen mayor vulnerabilidad recibirán información sobre cómo cultivar huertas de alimentos nutritivos en sus terrenos y criar animales pequeños para obtener alimentos y generar ingresos.

ADRA también planea trabajar en varios proyectos claves en Zambia, lo que incluye el cavado y la instalación de puntos de agua potable a comunidades para ayudar a veinte escuelas y treinta centros de salud; apoyo psicosocial; distribución de conjuntos de artículos higiénicos; y chequeos en la comunidad. También incluirá la capacitación para desarrollar sus capacidades agrícolas y ofrecerá programas para empoderar a los jóvenes, además de la construcción de una clínica, casas para el personal, una sala de maternidad e instalaciones sanitarias.

Habasimbi dijo que, mediante estas iniciativas, ADRA busca fijar un blanco de aproximadamente cincuenta mil casas en lugares selectos de Zambia.

“Estaremos trabajando en estos proyectos hasta 2023, monitorizando y evaluando constantemente el proceso”, dijo Habasimbi. “Con el tiempo, podremos guardar registro de lo que funciona, de lo que necesita mejoras, y adoptarlas en iniciativas futuras”.

La versión original de esta noticia fue publicada por la Agencia Adventista de Desarrollo y Recursos Asistenciales.

Traducción de Marcos Paseggi

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