29 de septiembre de 2021 | Puerto Príncipe, Haití | Libna Stevens, Noticias de la División Interamericana
Semanas después de que un terremoto provocara la muerte de más de dos mil personas, destruyera hogares y edificios en la península sur de Haití, la Iglesia Adventista del Séptimo Día continúa asistiendo a miles de miembros de iglesia y sus familias mientras planifica la reconstrucción de más de una veintena de iglesias y escuelas que fueron destruidas.
Entre los miembros de iglesia de Haití, el terremoto se cobró la vida de 16 personas y provocó 117 heridos. Todos los heridos fueron tratados por un equipo médico del Hospital Adventista de Haití o en el hospital, dijo el pastor Pierre Caporal, presidente de la Iglesia Adventista de Haití. Unos tres mil miembros de iglesia experimentaron daños a la propiedad, lo que incluye la destrucción de sus hogares, dijo.
“La iglesia ha logrado asistir a mil de los miembros más necesitados con un plan especial que tiene para ayudar a los feligreses afectados por catástrofes”, dijo Caporal. Los miembros han recibido alimentos, prendas de vestir, dinero y artículos básicos para ayudarlos a sobrevivir esta nueva realidad, dijo Caporal. “Estamos tan agradecidos a la Iglesia Adventista mundial y la División Interamericana por enviarnos fondos para atender a los miembros afectados en el sur”.La iglesia continúa evaluando las necesidades de los miembros de iglesia por medio de esfuerzos coordinados con los líderes de la Misión Sur de Haití en el lugar, añadió. La iglesia también asistió con los costos de sepultura para apoyar a los seres queridos de los miembros de iglesia fallecidos.
Además de ello, cincuenta familias pastorales y empleados de iglesia han recibido ayuda después del terremoto.
Aunque la Agencia Adventista de Desarrollo y Recursos Asistenciales (ADRA) en Haití y el Hospital Adventista de Haití han estado atendiendo las necesidades de la comunidad, la iglesia está enfocada en los miembros y en ministrar a sus necesidades físicas y espirituales, dijo Caporal. “Continuaremos ayudando a aliviar las necesidades apremiantes para avanzar con la reconstrucción”.El último énfasis este mes ha estado en asistir a quinientas familias de la iglesia para que puedan alistar a sus hijos para la escuela. Se ha planificado el comienzo de las clases para el próximo 6 de octubre, pero esto se ha visto retrasado de manera indefinida en la región, dijo Caporal. “Esta ayuda es tan solo un impulso extra para ayudar con los uniformes y útiles escolares y brindar algún tipo de normalidad para los estudiantes”.
Cuatro escuelas adventistas fueron destruidas por el terremoto y tendrán que ser reconstruidas por completo, dijo. Los líderes de la iglesia están coordinando esfuerzos para comenzar a planificar la reconstrucción en las próximas semanas. Tendrá que iniciarse la reconstrucción para 22 iglesias que soportaron daños extensivos.
Es un emprendimiento que requerirá de tiempo y una coordinación cuidadosa, dado que el acceso a la península sur es difícil, debido al pasaje inseguro por Martissant, una comunidad en la salida sur de Puerto Príncipe, con una ruta nacional que se conecta con la península sur.“El proyecto de reconstrucción es sumamente grande, pero continuaremos avanzando mientras haya fondos disponibles para ello”, dijo Caporal.
Los miembros de iglesia no han dejado de reunirse cerca de las iglesias y lugares cada sábado, según Caporal. Solo dos semanas después del terremoto, la iglesia en Jérémie, una de las zonas más afectadas, llevó a cabo una reunión de evangelización en un lugar público que atrajo a más de cien personas cada noche durante dos semanas, dijo. Siempre hay esperanza que dar en tiempos de desafíos, añadió.
“Siempre estamos enfrentando desafíos, porque eso es parte de la vida”, dijo Caporal. “Pero en medio de esos desafíos, vemos las formas maravillosas en las que Dios interviene para proteger y ayudar a su pueblo. Vemos que somos parte de una gran familia. No estamos solos, porque tenemos hermanos y hermanas en toda la iglesia mundial que están orando y enviando su ayuda financiera para apoyar la reconstrucción”.Los líderes de la iglesia están trabajando para maximizar esos fondos, para continuar ministrando y haciendo que la feligresía crezca. Los miembros continúan reuniéndose afuera en grupos, ya sea cerca de sus iglesias o en lugares designados para los cultos semanales, según Caporal.
“Seguimos orando unos por otros mientras continuamos manteniéndonos fuertes, listos para el pronto regreso de Cristo”, dijo Caporal.
Traducción de Marcos Paseggi