El Huracán de Categoría 4 azotó gran parte de Louisiana en los Estados Unidos con fuertes vientos y fuertes lluvias después de tocar tierra el 29 de agosto de 2021. Desde el sudeste de Louisiana y la costa de Mississippi hasta el sudoeste de Alabama, la Costa del Golfo central soportó peligrosas inundaciones repentinas y urbanas. Al menos 26 personas perdieron la vida. Al 8 de septiembre, en Louisiana todavía había 270 mil personas sin luz.
Esa misma tormenta fue responsable de al menos 82 muertes relacionadas con el huracán en ocho estados. La mayoría de las muertes se produjeron en Nueva York y Nueva Jersey. Hubo daños por el tornado y las inundaciones en esos estados, en los pocos días después de que Ida tocó tierra y se trasladó por los estados del Atlántico medio y Nueva Inglaterra.
W. Derrick Lea, director de Servicios Comunitarios Adventistas de la División Norteamericana (ACS), reportó que Repuesta a Desastres de ACS está ayudando (o ayudará) en tres áreas principales: refugio, distribución móvil de suministros y ayuda para remover escombros. Las asociaciones de Arkansas-Louisiana y Regional del Sudoeste están ayudando actualmente a los residentes al brindarles refugio y alimentos en las iglesias locales y el Campamento Lone Stan de la Asociación Regional del Sudoeste ubicado en Athens, Texas. El equipo de Repuestas a Desastres de ACS está en el lugar trabajando para iniciar la distribución móvil de alimentos y artículos para los que no están en los refugios pero necesitan ayuda.“El campamento Lone Star no está a mucha distancia de Nueva Orleans”, explicó Lea. “Ese campamento en particular ha sido puesto a disposición de los individuos que ya no pueden permanecer en sus hogares debido a la falta de energía eléctrica y cloacas. Estamos trayendo gente desde el sur de Louisiana. Les estamos dando un lugar donde alojarse”. Unas 75 personas fueron alojadas en el campamento mientras algunos terminaron su estadía para hacer lugar a los que necesitaban refugio. Al menos cuarenta personas ya han buscado refugio en el campamento; esa cifra podría llegar a sesenta.
“Tenemos ocho cabañas y seis habitaciones que hemos abierto, y tenemos un gimnasio y un comedor que ahora también está en funcionamiento”, dijo Bob Allen, director del campamento. “Aquí en este ministerio, nuestro objetivo general a lo largo del año es brindar un lugar en el que la gente puede alejarse del caos de sus vidas normales. Estamos haciendo lo mismo: este es tan solo un tipo diferente de caos. Estamos aquí para practicar el ministerio; estamos aquí para ayudar a la gente. Estamos aquí para servir por tanto tiempo [como sea necesario]”.
Lea se mostró de acuerdo. “No estamos realmente seguros cuánto tiempo va a llevar esto”, dijo. “Este campamento particular se abrirá para los que necesiten un lugar de refugio. Estamos brindando alojamiento, alimentos y actividades para los niños. Estamos agradecidos por lo que los líderes de esta asociación y este campamento en particular están haciendo y ofreciendo a los miembros de la comunidad”.
ACS saltó a la acción en seguida una vez que terminó la tormenta, para brindar refugio y los artículos necesarios para la comunidad. Lea inform que Durandale Ford, que es director de ACS en la Asociación Regional del Sudoeste, coordinó a su equipo para que distribuyera alimentos, diera alojamiento y otros artículos necesarios. Lavida Whitson, directora de ACS en la Asociación de Arkansas-Louisiana, está trabajando con su equipo para reunir artículos que serán usados ya sea en un momento específico de la distribución o que serán transportados a las zonas afectadas. “Nos mantendremos al tanto de la situación y brindaremos recursos mediante algunos de nuestros socios, como por ejemplo la Cruz Roja de los Estados Unidos y otras organizaciones de base religiosa que están trabajando en el lugar”, añadió Lea.
ACS brinda servicios en otros lugares
Mientras los esfuerzos se incrementan en Louisiana, el equipo de Respuesta a Desastres de ACS continúa ayudando a los afectados por las inundaciones en Waverly, Tennessee, mientras se recuperan de las tormentas de finales de agosto. El equipo Sur-Central se encuentra en el lugar, trabajando desde un depósito de diez mil metros cuadrados. El plan es que el director de ACS en la Asociación de Kentucky-Tennessee encuentre voluntarios y en último término se haga cargo de la operación dentro de un par de semanas.
“Estamos viviendo en un tiempo en que hay una catástrofe tras otra, y solo pasan horas antes de que llegue la siguiente y demande nuestra atención”, dijo Lea. “Mientras estos esfuerzos se extienden hacia el futuro, dentro de la División Norteamericana se están llevando a cabo otros eventos”. Contó que Alice Garrett, directora de ACS en la Asociación de Wisconsin, reportó que unos nueve mil hombres, mujeres y niños llegaron a Fort McCoy procedentes de Afganistán. Se espera que esa cifra se incremente y llegue a trece mil en los próximos días. Por medio de reuniones con organizaciones asistenciales de Wisconsin, se determinó que se necesitaban nuevas prendas de vestir y calzado. “Me he contactado con las iglesias adventistas, y el plan es que entregaremos una carga de artículos el próximo jueves”, dijo Garrett. “Estoy tan agradecida por la generosidad de nuestras iglesias, y se ha enviado dinero para que podamos adquirir algunas cosas que necesita el fuerte”.
Informes adicionales señalan que llegarán más personas desde Afganistán a tres lugares de Virginia y a al menos un lugar de Nueva Jersey antes de trasladarse a otros lugares de los Estados Unidos. ACS ayudará con la administración de las donaciones según sea necesario.
Lea dijo que la oración es importante en estos momentos de recuperación y profunda necesidad. “Tengan presente en sus oraciones a la comunidad, mientras procuramos servir y hacer lo que Dios nos pide que hagamos: nuestra misión de servir a las comunidades en el nombre de Cristo”.
La versión original de esta historia fue publicada en el sitio de noticias de la División Norteamericana. .
Traducción de Marcos Paseggi