El capellán Atho Costumé de Haití (centro) habla a personas de la comunidad sobre la experiencia de ellos durante el terremoto reciente que azotó la parte sur de la península de Haití el 14 de agosto de 2021. Un grupo de capellanes de Martinica, Guadalupe, Guyana Francesa y Haití viajaron a Los Cayos, en Haití, bajo la dirección del instructor de Ministerios Adventistas de Capellanía, doctor Asnel Valcin, director de Atención Pastoral y Educación en el Hospital Episcopal Saint John en Nueva York, Estados Unidos, para ministrar a más de cuatrocientas personas, del 9-12 de septiembre de 2021. [Fotografía: Unión de Guyana y Antillas Francesasn]

27 de octubre de 2021 | Miami, Florida, Estados Unidos | Libna Stevens, Noticias de la División Interamericana

Un grupo de capellanes adventistas del territorio de habla francesa en la División Interamericana se dedicó a una misión de ministrar a muchas víctimas del reciente terremoto que devastó la península sur de Haití. Los capellanes lograron ofrecer apoyo emocional y psicosocial a más de cuatrocientas personas del 9-17 de septiembre de 2021.

Asnel Valcin, Psy. D., BCCC, director de de Atención Pastoral y Educación en el Hospital Episcopal Saint John en Rockaway, Nueva York, Estados Unidos, e instructor de Ministerios Adventistas de Capellanía (ACM) de la Iglesia Adventista mundial, invitó a un grupo de capellanes adventistas de la región de Guyana y Antillas Francesas y de Haití. Los capellanes habían estado recibiendo capacitación en educación clínica y pastoral desde abril, y correspondía que pudieran tener la oportunidad de brindar esa tan necesaria asistencia, dijo el doctor Valcin.

El doctor Asnel Valcin (derecha), director de Atención Pastoral y Educación en el Hospital Episcopal Saint John en Nueva York, Estados Unidos, y organizador de la iniciativa misionera, y el capellán André Honoré, de Martinica, ofrecen apoyo emocional a una mujer afectada por el reciente terremoto del 14 de agosto, en un hospital local en Los Cayos, Haití, del 9-17 de septiembre de 2021. [Fotografía: Unión de Guyana y Antillas Francesas]

Un difícil viaje misionero que se hizo posible

“Oramos por este viaje misionero, y Dios abrió las puertas para que voláramos a la comuna de Los Cayos desde Puerto Príncipe, gracias a donaciones de amigos y colegas, miembros de la iglesia adventista en Brooklyn, además de la ayuda de varias iglesias locales y líderes de gobierno, que creyeron en nuestra misión en Haití”, dijo el doctor Valcin.

Ocho capellanes de Guadalupe, Martinica, y Guyana Francesa volaron a Haití para trabajar en pareja con ocho capellanes de la Unión Haitiana.

Lo que experimentaron fue más de lo que esperaban, dijo el doctor Valcin.

“La primera noche nos encontramos con pastores locales y líderes de Los Cayos para explicar el propósito de la visita. Un pastor local acababa de regresar de dirigir su octavo funeral y se sentía ansioso por su congregación, que había estado experimentando tanta devastación física y emocional”, dijo Valcin. Comenzaron a hablar con varios miembros que se les acercaron y que se sintieron tan agradecidos de compartir su historia de supervivencia, y de saber que alguien se interesaba por su bienestar emocional, explicó.

La capellana Naomie Daube, capellana y profesora de valores bíblicos en la escuela en Boissard en Guadalupe, habla con un joven herido que vive en una tienda en Los Cayos, en el sur de Haití. [Fotografía: cortesía de la Unión de Guyana y Antillas Francesas]

Compartir sus historias

En su paso por todo el pueblo encontraron tantas personas que estaban ansiosas de compartir sus historias. “La gente expresaba que se sentía liberada después de compartir sus historias”, dijo el doctor Valcin.

Para el pastor Esaïe Auguste, director de ministerios de capellanía de la Iglesia Adventista en la Unión de Guyana y Antillas Francesas, la experiencia no tuvo igual durante sus siete años de certificaciones como capellán.

“Nos sentimos abrumados por la escena de miseria en la que las personas están viviendo, y la desesperanza y resignación que muchas de las personas están enfrentando”, dijo Auguste. Recordó vívidamente a una joven que había planeado ir a la universidad para seguir estudios de medicina. “Había perdido a su madre en el terremoto después de que fue enterrada por la casa”, contó. Ahora tiene que cuidar de sus tres hermanos menores y dijo que sus sueños se han visto destrozados en menos de un minuto. “Nos dijo que por primera vez desde el 14 de agosto, se sintió escuchada y pudo expresar sus emociones”, contó Auguste.

El capellán André Honoré (derecha), de Martinica, habla a una mujer en su hogar, durante una visita para ministrarle después del terremoto. El capellán Richner Fleury (centro), de la Unión Haitiana, escucha. Cada capellán de la Unión de Guyana y Antillas Francesas se asoció con un capellán de la Unión Haitiana para ministrar a cada persona que les asignaron en Los Cayos, Haití. [Fotografía: Unión de Guyana y Antillas Francesas]

La noticia de la misión de los capellanes se esparció en varias congregaciones que guardan el domingo. Una iglesia católica, que estaba llevando a cabo un funeral para las víctimas del terremoto, invitó a los capellanes para que les hablen a sus miembros, contó el doctor Valcin.

Hablar sobre la situación traumática

“Vimos a tantas personas que estaban dispuestas a hablar sobre su situación traumática”, dijo el doctor Valcin. “Las personas han tenido serios desafíos emocionales que han estado reprimidos desde hace muchos años, y cuando vieron que se les abría esta puerta para compartir, nos derramaron su corazón”.

Un pastor les rogó que visitaran su congregación, contó el doctor Valcin. Cuando el grupo de capellanes llegó, había más de 250 personas esperando a la mañana siguiente.

El capellán Esaïe Auguste (izquierda), director de ministerios de capellanía de la Iglesia Adventista en la Unión de Guyana y Antillas Francesas, escucha a una mujer que se vio afectada por el terremoto del 14 de agosto mientras estaba en su hogar. Un grupo de capellanes de Martinica, Guadalupe, Guyana Francesa y Haití viajaron a Los Cayos, en Haití, bajo la dirección del instructor de Ministerios Adventistas de Capellanía, doctor Asnel Valcin, director de Atención Pastoral y Educación en el Hospital Episcopal Saint John en Nueva York, Estados Unidos, para ministrar a más de cuatrocientas personas, del 9-12 de septiembre de 2021. [Fotografía: Unión de Guyana y Antillas Francesas]

El equipo de capellanes vio a un promedio de 41 personas por día, y su principal propósito fue escuchar con mayor profundidad y ayudarlas a contar sus historias. “Las conversaciones traen sanación; las personas experimentan alivio al tener simplemente a alguien que se interese lo suficiente como para escucharlas, y eso hace que comience el proceso de transformación”, dijo el doctor Valcin.
Los capellanes también visitaron un hospital local donde hablaron al personal médico y a los profesionales de salud. Una enfermera en particular se sentía fatigada de trabajar tan duro para atender a sus pacientes. “Se sintió sorprendida por nuestra visita, y muy agradecida de ser escuchada”, dijo el doctor Valcin. “Aprovechó al máximo cada momento en el que estuvimos con ella, y se sintió agradecida por el tiempo que dedicamos a escucharla y ayudarla a expresar su experiencia”, añadió.

Ministrar a los miembros y a la comunidad

El equipo de capellanes dedicó tiempo a predicar en varias congregaciones adventistas el sábado 11 de septiembre. Los miembros tuvieron la oportunidad de compartir su historia. “Nos reunimos para el culto en el templo que había sido completamente destruido por el terremoto y, después de predicar a un pequeño grupo, aconsejé individualmente a la mayoría de los miembros allí”, dijo Auguste. “Pudieron recordar sus historias y poner en palabras sus emociones suprimidas”.

Los capellanes Fleurimé Philippe (izquierda), de Haití, y el capellán Esaïe Auguste (derecha), de la Unión de Guyana y Antillas Francesas con sede en Martinica, escuchan a un paciente en el hospital local de Los Cayos, Haití. [Fotografía: Unión de Guyana y Antillas Francesas]

“Se podían ver las sonrisas en los rostros de las personas en las diversas comunidades que visitamos”, dijo el pastor Richner A. Fleury, director de ministerios de capellanía de la Iglesia Adventista en Haití. Fleury, junto con otros siete capellanes de Haití, se sintió bendecido por la experiencia. “Escuchamos tantas palabras de satisfacción de labios de aquellos a quienes escuchamos y apoyamos. Sé que Dios continuará ayudándonos a cuidar del bienestar de los afectados”, dijo Fleury.

Además de brindar apoyo emocional, el doctor Valcin, junto con los líderes de la iglesia local, logró distribuir 110 tiendas y 110 colchones inflables para que aún se encuentran viviendo a la intemperie.

La intervención demandó mucha coordinación y fondos, pero realmente fue una gran oportunidad de marcar un impacto en cientos de personas en profunda necesidad de atención, dijo el doctor Valcin. Fue una oportunidad que no podía ser pasada por alto.

El doctor Asnel Valcin (izquierda), director de Atención Pastoral y Educación en el Hospital Episcopal Saint John en Nueva York, Estados Unidos; y Esaïe Auguste (derecha), de la Unión de Guyana y Antillas Francesas, posan con los beneficiados con tiendas y colchones inflables en Los Cayos, Haití, el mes pasado. El doctor Valcin trajo 110 tiendas y colchones para distribuirlos entre los más necesitados de la comunidad, gracias a donaciones recolectadas para la iniciativa de ministerios de capellanía. [Fotografía: cortesía de la Unión Haitiana]

Respuesta al llamado a la misión

“Cuando Dios nos llama, Dios hace los preparativos para la misión”, dijo el doctor Valcin. “No importa en qué lugar del mundo nos encontremos, tenemos nuestra humanidad como algo en común”, expresó. Hay muchos rostros que él no puede dejar de ver, e historias que no puede sacarse de la mente. “Este viaje misionero nos ayudó a comprender de qué manera fuimos realmente utilizados por Dios en nuestra humanidad para conectarnos con otras personas”, añadió el doctor Valcin. “Me siento honrado de tener esta oportunidad de servir”.

La intervención en Los Cayos fue tan solo arañar la superficie, pero fue algo que creará mayor conciencia sobre las necesidades de las personas después de cualquier catástrofe, dijo el pastor Pierre Caporal, presidente de la Iglesia Adventista en Haití.

“Esta intervención por parte del doctor Valcin y el grupo de capellanes de la Unión de Guyana y Antillas Francesas por cierto dejará un impacto indeleble, no solo en nuestros miembros de iglesia y miembros de la comunidad de Los Cayos a los que ayudamos, sino también en nuestros propios capellanes que participaron de este importante ministerio”, dijo Caporal.

Parte del grupo de capellanes de la Unión de Guyana y Antillas Francesas y de la Unión Haitiana que ministraron en Los Cayos, Haití, del 9-19 de septiembre de 2021. [Fotografía: Unión de Guyana y Antillas Francesas]

Esaïe Auguste y Richner A. Fleur colaboraron con este informe.

Traducción de Marcos Paseggi

Top news

Una silla vacía en una mesa de esperanza
ADRA prepara esfuerzos de ayuda por terremoto en Vanuatu
Festival cinematográfico en Venezuela muestra marcados progresos, maneras efectivas de exaltar a Cristo