16 de diciembre 2021 | Silver Spring, Maryland, Estados Unidos | Ted N.C. Wilson, President de la Asociación General de los Adventistas del Séptimo Día
Hola amigos. ¿Alguna vez han estado en una situación en la que simplemente no estabas seguro de qué hacer? Quizás tenías que tomar una decisión muy importante o enfrentabas una situación desafiante en el trabajo o en casa. Tal vez estabas experimentando una relación interpersonal difícil o simplemente necesitabas una dirección clara en tu vida. Para estas situaciones y muchas más, ¿sabías que existe una clave para poder actuar con sabiduría en todo momento? Bueno, la hay, ¡y hoy
estoy encantado de compartir esa clave con ustedes! Se encuentra en el quinto volumen de Testimonios para la Iglesia, volumen 5, página 43, donde se nos promete:
«Aquellos que estudian la Biblia, buscan el consejo de Dios y dependen de Cristo serán habilitados para actuar sabiamente en todo tiempo y bajo toda circunstancia.” {5TI 40.2}.
Amigos, esta es una promesa maravillosa, que voy a leer de nuevo: «Aquellos que estudian la Biblia, buscan el consejo de Dios y dependen de Cristo serán habilitados para actuar sabiamente en todo tiempo y bajo toda circunstancia.” {5TI 40.2}.
¡Qué maravillosa promesa: Estar «capacitado para actuar sabiamente en todo momento y bajo cualquier circunstancia! Pero existen condiciones para que esta promesa se cumpla. A continuación, demos una mirada a cada una de las tres condiciones enumeradas en la promesa:
«Estudiar la Biblia.» Notemos que no dice, «Leer la Biblia«. Más bien dice, «estudiarla». ¿Por qué es tan importante estudiar la Biblia? Por que es ahí donde encontramos “el conocimiento de Dios,” pero debemos buscarlo.
Dios les dice a Sus hijos en Proverbios 2:1-6:
Hijo mío, si recibieres mis palabras, Y mis mandamientos guardares dentro de ti, Haciendo estar atento tu oído a la sabiduría; Si inclinares tu corazón a la prudencia, Si clamares a la inteligencia, Y a la prudencia dieres tu voz; Si como a la plata la buscares, Y la escudriñares como a tesoros, Entonces entenderás el temor de Jehová, Y hallarás el conocimiento de Dios. Porque Jehová da la sabiduría, Y de su boca viene el conocimiento y la inteligencia.
Entonces, ¿cómo estudiamos la Biblia? En oración, con la mente y el corazón abiertos, aceptándola como la Palabra de Dios que trasciende el tiempo y la cultura. Dios nos habla hoy a través de Su Palabra, pero debemos apartar tiempo para escuchar. Si no estás seguro de dónde o cómo comenzar a estudiar la Biblia, ¿por qué no comenzar con el libro de Proverbios? Es un cofre de tesoros lleno de prácticas gemas de sabiduría. Y hay 31 capítulos en Proverbios, ¡uno para cada día del mes!
Para obtener más información útil sobre cómo estudiar la Biblia, les animo a leer el documento «Métodos de estudio de la Biblia» de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, que encontrará en inglés y español en el enlace a continuación. [Insert: https://adventistbiblicalresearch.org/materials/methods-of-bible-study/]
El segundo prerrequisito, o condición o ser capaz de «actuar sabiamente en todo momento y bajo todas las circunstancias» es «Buscar consejo de Dios». ¿Pero cómo nosotros, como seres humanos, podemos consultar al Dios del universo? ¡Por el privilegio de la oración!
Y así como no podemos apresurarnos en estudiar la Biblia cuando buscamos sabiduría, tampoco podemos apresurarnos en la oración. Noten bien, que dice, «consultar» con Dios. Esto implica no solo hablar, sino también escuchar.
En el hermoso libro, El Camino a Cristo, se nos advierte, «Si consultamos nuestras dudas y temores, o antes de tener fe procuramos resolver todo lo que no veamos claramente… Pero si nos allegamos a Dios sintiéndonos desamparados y necesitados, como realmente somos, y con fe humilde y confiada presentamos nuestras necesidades a Aquel cuyo conocimiento es infinito… El puede y quiere atender a nuestro clamor, y hará resplandecer la luz en nuestro corazón. Por la oración sincera nos ponemos en comunicación con la mente del Infinito.” {CC 97.1}
¡Qué pensamiento tan asombroso, que a través de la oración sincera nos conectamos con la mente de Dios! Y Jesús es nuestro ejemplo. A pesar de Su apretada agenda, se nos dice en Marcos 1:35 « Levantándose muy de mañana, siendo aún muy oscuro, salió y se fue a un lugar desierto, y allí oraba.»
Si queremos ser «capacitados para actuar sabiamente en todo momento y bajo cualquier circunstancia», primero debemos estudiar la Biblia y tomar tiempo para consultar con Dios a través de la oración.
La tercera condición para actuar con sabiduría es «confiar en Cristo». Esto implica reconocer que por nosotros mismos, no podemos hacer nada. En Isaías 53:6 leemos, «Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros…» Alabado sea Dios, que por medio de Cristo podemos ser «más que vencedores por medio de aquel que nos amó. Por lo cual, estoy Seguro…» escribió el apostol Pablo en su carta a los Romanos, «de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro » (Romanos 8:37).
Cuando realmente comprendemos cuánto nos ama Dios, es más fácil entregar nuestra voluntad a Su voluntad omnisciente, omnisapiente y amorosa para con nosotros. Porque para confiar verdaderamente en Cristo, debemos dejar de confiar en nosotros mismos y entregar nuestra voluntad a la Suya, diciendo, «Padre, pero no se haga mi voluntad, sino la tuya.» (Lucas 22:42).
Una vez que confiemos completamente en Cristo, Él obrará de maneras maravillosas. Se nos ha prometido: «Cuando con fe humilde confiamos en Cristo como nuestra suficiencia, nuestra fuerza, nuestro todo y en todo, entonces es que el poder de Dios descansa sobre nuestro trabajo «(The Gospel Herald, 1 de marzo de 1901, párr. 9).
Entonces aquí está el secreto del éxito: «Aquellos que estudian la Biblia, buscan el consejo de Dios y dependen de Cristo serán habilitados para actuar sabiamente en todo tiempo y bajo toda circunstancia.” {5TI 40.2}. Que Dios te anime y fortalezca mientras reclamas esta promesa como tuya.
Oremos. Padre que estás en los cielos, gracias por estas palabras de aliento que nos ayudan a comprender que cuando leemos tu santa palabra, cuando te pedimos consejo a través de la oración, cuando nos parecemos completamente a Cristo y su poder, de verdad puedes indicarnos exactamente qué hacer en toda circunstancia, en todo momento. Gracias Señor por esta maravillosa promesa, nos ponemos a tu cuidado ahora mismo y pido una bendición especial a todos los que observan o escuchan ahora mismo, ayúdalos a estudiar tu palabra, a pedirte consejo en oración y que puedan apoyarse completamente en Jesús, mientras llegamos al final de los tiempos y al pronto retorno de Jesús. Te pedimos todo esto en el precioso y poderoso nombre de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. Amén.