John Robin fue testigo de la providencia divina en la isla más al extremo norte de las Vanuatu.

Noviembre 30, 2021 | Hiu, Vanuatu | Por Jean Pierre Niptik, Adventist Record

Un viernes de tarde, John Robin se encontraba caminando a lo largo de la playa en su isla de Hiu, en el norte de las Vanuatu. Para su sorpresa, vio a un pez tendido en la playa. Era extraño, porque el pez estaba vivo y no estaba lastimado. Rápidamente lo tomó en sus manos y se lo mostró a su amigo, John Joseph, para ver si él había visto antes algo semejante.

John Joseph era nuevo en la isla. Estaba de visita y no tenía un lugar dónde quedarse hasta que John Robin lo invitó a quedarse en su casa. John Joseph le dijo a John Robin que era adventista, procedente de la Iglesia Adventista del Séptimo Día Hitraty, en el poblado de Melema, en la isla Efate. Siendo que John Joseph no tenía familiares en Hiu, John Robin lo trató como si fuera su hermano.

Ese viernes de tarde, mientras el sol se iba ocultando, John Robin y su familia se reunieron para adorar. Su nuevo amigo les había dado maravillosos mensajes de la Biblia. Esa tarde aprendieron más y esa fue la forma como John Robin y su familia aprendieron acerca del séptimo día sábado.

John Robin, quien está a cargo de una congregación adventista en la isla Hiu, en elextremo más al norte de las Vanuatu. [Imagen: Misión de las Vanuatu]

Más tarde, esa misma noche, mientras se encontraban sentados afuera, vieron una luz resplandeciente brillando dentro del hogar de John Robin. Era tan brillante que todos ellos se asustaron.

“La luz era tan brillante como una Coleman Light [marca de una conocida lámpara de keroseno, gas o batería]”, dijo John Robin. John entró a la casa y se sorprendió al descubrir que su vieja lámpara estaba de alguna manera funcionando de nuevo. Ya no había estado funcionando por algún tiempo. La tomó en sus manos y, mientras la estaba mirando, la luz disminuyó y luego se apagó.

Llevó la lámpara afuera, donde se encontraba el grupo y allí descubrieron que la lámpara no tenía batería. Trataron de encenderla otra vez, pero no pudieron hacerlo. John Joseph le dijo entonces a John Robin que esa era una señal, un milagro.

John Joseph se quedó con John Robin y su familia por algún tiempo y, en 2014, John Joseph llevó a John Robin a visitar a su familia en Port Vila. Viajaron por barco hasta la isla de Santo y de allí continuaron en otra embarcación hasta Port Vila. Mientras estaban en Port Vila, John Joseph invió a John Robin a una reunión de evangelización que se celebraba en un lugar deportivo. Mucha gente asistió esa noche. La gente se sentó sobre el césped para escuchar al orador internacional. Al final de la reunión, hubo una gran ceremonia bautismal. Los candidatos, vestidos de blanco, avanzaban en una larga fila que llevaba hasta los estanques, donde eran bautizados.

La Isla iglesia adventista en la isla de Hiu en la cual John Robin y su familia ministran. [Imagen: Vanuatu Mission]

Aproximadamente 3,000 personas estaban esperando su turno para ser bautizadas. Mientras John Robin observaba, sintió que Dios se estaba dirigiendo a él. Pensó acerca de su familia, del pez que vio en la playa, de la luz que había visto ese viernes de noche y decidió recibir el bautismo. Quietamente se apartó del grupo en el que él y John Joseph estaban sentados y se dirigió al estanque en donde se llevaban a cabo los bautismos. John Joseph no se dio cuenta de que se fue.

John Robin iba llorando mientras se acercaba al estanque. Los pastores de dieron cuenta de que lloraba y le preguntaron de dónde venía. Él les dijo que venía de Hiu.

Después del bautismo, John Robin estaba de pie junto a las otras personas bautizadas y fue entonces cuando John Joseph se dio cuenta de que su amigo había sido bautizado. Corrió hacia él, lo abrazó y lloró emocionado.

Después de pasar un tiempo en Port Vila, John Robin se regresó a su isla. Alguien le envió 60 Biblias nuevas; así que decidió dar esas Biblias a personas de la isla. El ofrecer a la gente Biblias nuevas en forma gratuita era algo muy nuevo. Había otras denominaciones religiosas en la isla, así que él pidió permiso para distribuir esas Biblias. Mientras John se encontraba entregando Biblias dentro de una de las iglesias, el líder envió a sus hombres a impedírselo. Así que John Robin tuvo que salir de esa iglesia con el resto de las Biblias no entregadas. El líder le dijo que no podía ya tomar alimentos del huerto porque le había faltado al respeto al darle Biblias a la gente.

John Robin y su esposa e hijos batallaron mucho para conseguir alimentos en otra parte. En ocasiones estaban hambrientos. John se iba a procurar frutos y camotes o boniatos silvestres para alimentar a su familia. Tuvieron que desmalezar nuevo terreno y comenzar a plantar un nuevo huerto.

Después de un mes, llegó a la isla un barco llamado Kawale. La tripulación desembarcó llevando consigo cargamento. John se sorprendió cuando uno de los miembros de la tripulación le dijo que le había traído 15 bolsas de arroz en el barco. John llevó a su casa las bolsas de arroz y juntamente con su familia agradeció a Dios por proveerles ese alimento. Hasta este día, John Robin no ha logrado saber quién envió esas bolsas de arroz en el barco, pero su familia tuvo suficiente alimento hasta que sus nuevos huertos familiares estuvieron listos. Actualmente John Robin está a cargo de una congregación adventista en la isla Hiu.

La versión original de esta historia se publicó en Adventist Record.

Traducción – Gloria A. Castrejón

 

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