10 de diciembre 2021 | Silver Spring, Maryland, Estados Unidos | Ted N.C. Wilson, President de la Asociación General de los Adventistas del Séptimo Día
¡Hola amigos! Durante los últimos dos años, a medida que la pandemia de COVID se ha extendido por todo el mundo, las personas se han vuelto más conscientes de su salud y han estado buscando formas de mejorar y mantener una buena salud.
Desafortunadamente, las afecciones, enfermedades y la muerte son parte de vivir en este mundo caído y, eventualmente, a menos que el Señor venga durante nuestra vida, todos enfrentaremos la muerte algún día.
Sin embargo, dijo Jesús, como se registra en Juan 10:10— «El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.»
Jesús anhela no solo darnos la vida eterna, sino también darnos una vida abundante aquí en la tierra.
El primer capítulo del hermoso libro, El Ministerio de Curación, inicia con estas palabras: «Nuestro Señor Jesucristo vino a este mundo como siervo para suplir incansablemente la necesidad del hombre. “El mismo tomó nuestras enfermedades y llevó nuestras dolencias” (Mateo 8:17), para atender a todo menester humano… Vino para quitar la carga de enfermedad, miseria y pecado. Era su misión ofrecer a los hombres completa restauración; vino para darles salud, paz y perfección de carácter. {MC 11.1}.
Mientras estuvo en la tierra, Jesús curó muchas enfermedades, y en la Biblia y el Espíritu de Profecía, Él nos ha dado muchos consejos sobre cómo vivir una vida saludable. Si bien los estudios han demostrado que los Adventistas del Séptimo Día tienden a vivir al menos 7 años más que la población promedio, no solo nos esforzamos por la cantidad de años, ¡sino también por la calidad! Buscamos esa vida abundante que Cristo vino a dar, no solo para nosotros, sino para que podamos hacer la obra que Él nos ha llamado a hacer.
Entonces, durante los próximos minutos, repasemos rápidamente algunos de los hábitos de salud que Dios nos ha dado a través de Sus escritos inspirados.
Cuando pensamos en la salud, es importante recordar que Dios nos creó como seres integrales: La mente, el cuerpo y el espíritu están interrelacionados, y la forma en que tratamos a uno afecta a todos los demás. Tener la mente despejada, por ejemplo, nos ayuda a tener un cuerpo sano. Es por eso que se nos dice que debemos mantenernos alejados de sustancias nocivas como el alcohol, el tabaco, las drogas ilícitas y la cafeína.
Desafortunadamente, a muchas personas les gusta tomar bebidas con cafeína como un alivio a corto plazo para el cansancio o la somnolencia, pero esto no resuelve el problema de la fatiga. De hecho, puede provocar o empeorar otros problemas de salud, como ansiedad, depresión, insomnio, inquietud, osteoporosis, dolores de cabeza y más.
En lugar de beber sustancias nocivas, ¡cuánto mejor beber agua fresca y pura! ¿Sabías que el agua constituye entre el 60 y el 70 por ciento de tu peso corporal? Todos los sistemas de su cuerpo dependen del agua, por lo que es muy importante beber mucha agua durante el día. La cantidad ideal de agua varía según las circunstancias individuales, como el peso de la persona, el nivel de actividad y el clima. Sin embargo, una buena regla a seguir es beber de 8 a 10 vasos de agua todos los días.
El ejercicio, preferiblemente a la luz del sol y al aire libre, es una de las cosas más importantes que podemos hacer para ganar y mantener una buena salud. Solo algunos de los muchos beneficios del ejercicio incluyen: Menor riesgo de enfermedad coronaria, accidente cerebrovascular y presión arterial alta, diabetes tipo 2, menor riesgo de muchos cánceres, mejor salud ósea, mejor calidad del sueño, reducción de síntomas de depresión y mejor función cognitiva, peso corporal más saludable, piel más saludable, menos gripe y menos resfriados, ¡y mucho más!
Y aunque todos reconocemos que el ejercicio es importante, a veces es difícil incorporarlo a nuestras vidas ocupadas. Una cosa que disfruto hacer es caminar por la mañana mientras escucho material inspirado, como la Biblia o el Espíritu de Profecía.
Es importante encontrar un tipo de ejercicio que disfrutes hacer y luego intentar hacerlo a la misma hora todos los días. Pero para que realmente te sea beneficioso, te animo a que vivas un estilo de vida activo, incorporando la mayor cantidad de movimiento posible a lo largo del día.
La comida que ponemos en nuestro cuerpo tiene un impacto tremendo en nuestra salud en general, y la Biblia alienta a una dieta balanceada a base de plantas que consiste en granos, frutas, nueces, verduras y legumbres. Hay muchos estudios que confirman que una dieta basada en plantas es mucho más saludable y segura que comer carne. Estos son solo algunos resultados de esos estudios:
Los vegetarianos tuvieron un 24 por ciento menos de riesgo de morir de enfermedad coronaria en comparación con los no vegetarianos.
Un estudio en Japón mostró que las mujeres que comen carne diariamente tienen 8 1/2 veces más probabilidades de desarrollar cáncer de mama que aquellas que rara vez o nunca comen carne.
Estudios en Inglaterra y Alemania mostraron que los vegetarianos tenían aproximadamente un 40 por ciento menos de probabilidades de desarrollar cáncer en comparación con los consumidores de carne.
Aquellos que comieron «carne blanca», particularmente pollo, tienen aproximadamente 3 veces más riesgo de contraer cáncer de colon en comparación con los vegetarianos.
No es de extrañar que Elena de White escribiera hace más de 100 año, que «Muchos mueren de enfermedades debidas únicamente al uso de la carne, sin que nadie sospeche la verdadera causa de su muerte. {Ministerio de Curación 242.4}
Amigos, quiero animarles, si aún no lo han hecho, a considerar en oración adoptar una dieta saludable, balanceada y basada en plantas. Hay muchos recursos disponibles en línea para recetas deliciosas y planes de menú, y creo que se sorprenderán de lo bien que se sentirán.
Descansar lo suficiente de forma regular es de vital importancia para la buena salud. Los médicos recomiendan un mínimo de 7 a 9 horas de sueño cada noche. Sin descanso suficiente, corremos el riesgo de sufrir una serie de problemas de salud, como obesidad, diabetes, disminución de la respuesta del sistema inmunológico, trastornos del estado de ánimo, mayor riesgo de lesiones y deterioro de la función mental. Por lo tanto, asegurémonos de hacer del sueño una prioridad.
Y además del descanso nocturno, también es importante practicar el descanso semanal dado por Dios que se proporciona el séptimo día, el Sábado. Ese es un momento muy especial para refrescarnos y rejuvenecer del trabajo de la semana mientras adoramos a nuestro Creador y nos relacionamos con amigos y familiares. Toma el tiempo para disfrutar del descanso físico, mental, emocional y espiritual que Dios proporciona a través de Su día de reposo.
Finalmente, se nos invita a confiar en el poder divino. Los estudios muestran que aquellos que tienen una relación sólida con Dios experimentan menos estrés en sus vidas, tienen una presión arterial más baja, un riesgo menor de enfermedad cardíaca y menos incidentes de depresión. No es de extrañar que Jesús nos invite: «Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; 30 porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga.» (Mateo 11:28-30).
Amigos, Jesús ha proporcionado una manera de tener una vida más abundante aquí en la tierra, y en la vida futura una eternidad asombrosa con Él. Les invito a reclamar Sus promesas y poder ahora, mientras practicamos estos maravillosos principios de salud que el Señor nos ha provisto. Si desean obtener más información sobre cómo vivir de manera saludable, les invito a visitar: adventist.org/health/
Oremos juntos. Padre celestial, por favor guía a cada uno en la consideración de estos hermosos principios de salud para mantenerlos sanos y fuertes, para mantener su mente en buenas condiciones, para que puedan estar en contacto contigo, para que el Espíritu Santo pueda influir en los lóbulos frontales de nuestro cerebro y guiarnos en todas las decisiones que debemos tomar, y en nuestras relaciones con los demás, ayudándoles a conocer a este maravilloso Dios maravilloso que no es solo nuestro creador, sino nuestro Salvador, nuestro redentor y nuestro rey que está por venir.
Gracias Señor por escucharnos en esta oración y ayudarnos a tomarnos en serio la maravillosa promesa de que quieres que vivamos la vida en abundancia, en todos los aspectos, físico, mental, social y espiritual. Te pedimos todo esto En el
nombre de nuestro poderoso Salvador, nuestro Creador, nuestro Médico Maestro y nuestro Rey próximo a venir, Cristo Jesús, amén.