25 de mayo de 2022 | Loma Linda, California, Estados Unidos | Lisa Aubry, Noticias de Salud de la Universidad de Loma Linda
Investigadores de Salud de la Universidad de Loma Linda dijeron que el elevado consumo de alimentos ultraprocesados y, por separado, el consumo elevado de carnes rojas podr[ian ser importantes indicadores de mortalidad. El estudio publicado hace poco se suma al creciente conjunto de evidencias sobre la manera en los alimentos ultraprocesados y la carne roja impactan la salud y la longevidad humanas, dijeron los autores del estudio.
En comparación con publicaciones pasadas que analizan el impacto en la salud de los alimentos ultraprocesados y de base animal, este estudio incluyó una de las cohortes más grandes, con más de 77 mil participantes. También tomó en cuento una diversidad de dietas, que incluyen tanto a los vegetarianos como a los no vegetarianos. Como resultado, los resultados brindaron nuevas perspectivas sobre los alimentos ultraprocesados como denominador común de la mortalidad entre los vegetarianos y los no vegetarianos, dijo Gary Fraser. Fraser es uno de los autores del estudio y profesor de la Escuela de Medicina y de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Loma Linda.
“Nuestro estudio responde la pregunta de lo que puede hacer que una dieta vegetariana sea saludable o no”, dijo Fraser. “Parece que la proporción de alimentos ultraprocesados en la dieta de algunas personas es en realidad más importante con respecto a la mortalidad que la proporción de alimentos derivados de animales que consumen, con excepción de las carnes rojas”.
Fraser dice que el estudio expone de qué manera es posible ser un “mal vegetariano o un buen no vegetariano”, porque aísla los impactos de salud de los alimentos procesados en la dieta, ya sea vegetariana o no. Los resultados han revelado que los vegetarianos que consumen muchos alimentos procesados como parte de la dieta enfrentan un incremento proporcional en los niveles de mortalidad que los no vegetarianos que consumen muchos alimentos procesados.
El estudio, “Consumo de alimentos ultraprocesados y de base animal y mortalidad en el Estudio Adventista de Salud-2”, publicado en la revista científica American Journal of Clinical Nutrition, evalúa los riesgos de mortalidad de dos factores dietarios que son independientes entre sí. Uno es la proporción de la dieta que está compuesta por alimentos ultraprocesados, en oposición a alimentos menos procesados; ejemplos de los alimentos ultraprocesados son las bebidas gaseosas, ciertos análogos cárnicos, y las golosinas. El otro es la proporción de la dieta basada en alimentos animales (carnes, huevos y lácteos), en contraste con los alimentos de base vegetal.
Dos factores de peligro por separado
Siete investigadores de la Universidad de Loma Linda reunieron datos de un estudio observacional de una cohorte en Norteamérica, reclutados en iglesias adventistas, y que sumaron 77.437 participantes masculinos y femeninos. Los participantes completaron un cuestionario de frecuencia de alimentos que incluyó 200 ítems alimentarios para describir sus regímenes alimentarios. También brindaron otra información demográfica y relacionada con su salud, que incluyó el sexo, la raza, la región geográfica, la educación, el estado civil, el índice de uso de alcohol y tabaco, el ejercicio, el sueño, el Índice de Masa Corporal, y las condiciones comórbidas como las afecciones cardiovasculares o la diabetes.
Los investigadores entonces analizaron salude y la información demográfica de los participantes, en conjunción con los datos sobre mortalidad que les brindó el Índice Nacional de Decesos, en un período de una media de siete años y medio. A continuación, los investigadores usaron el modelo estadístico para ayudarlos a considerar cada variable en forma independiente de las demás, y para producir un análisis de mortalidad de causas específicas.
Ajustaron el modelo estadístico para enfocarse en el consumó de alimentos ultraprocesados, sin importar otros factores como el consumo de alimentos de base animal o la edad. Al hacerlo, Fraser y los demás autores del estudio hallaron que las personas que obtienen el 50 por ciento de sus calorías totales de los alimentos ultraprocesados tenían un 14 por ciento más de mortalidad en comparación con las personas que recibieron solo el 12,5 por ciento de sus calorías totales de los alimentos ultraprocesados.
Los autores del estudio reportan que el elevado consumo de alimentos ultraprocesados se vio asociado con la mortalidad respecto de las afecciones respiratorias, neurológicas y renales, en particular la enfermedad de Alzheimer, el Parkinson, y la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (aun si se restringe a las personas que jamás han fumado). Sin embargo, el alto consumo de alimentos ultraprocesados no se vio asociado con la mortalidad de afecciones cardiovasculares, cáncer o enfermedades endocrinológicas.
Los resultados no revelaron una asociación entre la mortalidad y la ingesta en la dieta de alimentos totales de base animal. Una vez que los investigadores distribuyeron los alimentos de base animal en subcategorías, sin embargo, hallaron un significativo incremento del ocho por ciento en el riesgo de mortalidad asociado con el consumo moderado (de aproximadamente unos 43 gramos por día) de carnes rojas, en comparación con la ausencia de carnes rojas.
Vegetarianos no saludables
En general, dice Fraser, el estudio demuestra cuánto más se asocia el consumo de alimentos ultraprocesados con una mayor mortalidad por todas las causas, aun en una población pendiente de la salud como lo es la adventista, que cuenta con muchos vegetarianos. Esos hallazgos sobre el consumo de alimentos ultraprocesados y la mortalidad brindan una “confirmación útil sobre lo que esperaban las personas”, dice.
El estudio llama a seguir investigando los efectos específicos sobre la salud que tiene el consumo de alimentos ultraprocesados sobre la salud humana. Mientras las investigaciones siguen profundizando nuestra comprensión de cómo los alimentos ultraprocesados impactan sobre nuestra salud, Fraser aconseja que evitemos consumirlos en abundancia.
“Si usted está interesado en vivir más o al máximo de su potencial, sería bueno que evitara una dieta abundante en alimentos ultraprocesados y la remplace con alimentos menos procesados o no procesados”, dijo Fraser. “Al mismo tiempo, evite comer muchas carnes rojas. Es así de simple”.
La versión original de esta noticia fue publicada en el sitio de noticias de Salud de la Universidad de Loma Linda.
Traducción de Marcos Paseggi