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Agencia humanitaria adventista continúa prestando ayuda a venezolanos recién llegados  a Brasil.

30 de junio de 2022 | Brasil | Pollyana Trindade, División Sudamericana y Adventist Review

En los últimos años, Venezuela ha experimentado la mayor emigración en toda su historia. Muchos se han visto forzados a abandonar su país y a cruzar la frontera con Brasil debido a desafíos económicos.

Por todo el norte de Brasil, la Agencia Adventista de Desarrollo y Recursos Asistenciales  (ADRA) está ayudando a las personas recién llegadas, procedentes de Venezuela y otros países, a asentarse e iniciar una nueva vida en su país adoptivo. Actualmente, unas 60,000 personas han sido apoyadas por la iniciativa ADRA, informaron los dirigentes.

En el noreste de Brasil, ADRA Bahía ayudó a 80 familias, proveyendo para ellas oportunidades de trabajo para reconstruir su vida en la capital del estado de Salvador. Además de proveer para su alojamiento, esta agencia humanitaria adventista ha conectado aproximadamente a 300 personas con varias compañías, a  fin de que estos refugiados puedan encontrar empleo y proveer para sus familias.

Uno de los primeros grupos de refugiados venzolanos que lleagron a Bahía, Brasil, en 2019. [Imagen: Noticias de la División Sudamericana]

El proyecto ADRA, llamado SWAN (Por sus siglas en inglés que representan -asentamiento, agua, saneamiento e higiene para refugiados e inmigrantes), es un esfuerzo conjunto entre dicha agencia y USAID, explicaron los dirigentes.

Vidas transformadas y renovadas

La pareja venezolana formada por Andrés Solórzano and Adriana Márquez dijo que su esperanza volvió a renacer en Bahía, después de haber pasado por otras regiones y ciudades y haber experimentado desafíos económicos. La pareja fue parte de un proceso de selección y fueron empleados eventualmente por ADRA en favor de las personas destituidas en Salvador.

“Nos encontrábamos en Roraima y no teníamos suficiente dinero para transporte, alimentos y alojamiento”, explicó Andrés Solórzano. “No sabía a quién acudir y no hablábamos el idioma local. Entonces escuchamos que ADRA estaba entrevistando a refugiados venezolanos y ofreciéndoles enviarlos a otros estados para ayudarlos a establecerse de nuevo”.

En Salvador, la pareja comenzó a trabajar y aprender el idioma local. “La oportunidad de ser parte de ADRA y trabajar en un refugio para ayudar a personas sin techo me ayudó a aprender más portugués y a desarrollar más habilidades”, dijo.

Cuarenta y cuatro refugiados venezolanos fueron alojados en el edificio de ADRA. [Imagen: Noticias de la División Sudamericana]

Andrés Solórzano trabaja como consejero y su esposa como cocinera. La pareja dice que se sienten muy agradecidos por la forma como ADRA les dio la bienvenida. “Cada vez que recuerdo cuán buenos fueron conmigo  —cuán amables, solícitos y respetuosos— aprecio cada vez más la oportunidad de poder comenzar de nuevo”.

Además de lograr la estabilidad financiera, la pareja tuvo una bella sorpresa al dar la bienvenida a un bebé, el primer miembro brasileño de la familia. “Gracias sean dadas a Dios y a ADRA”, dijeron.

ADRA Bahía y refugiados

ADRA Bahía ha estado trabajando con refugiados desde 2019. “El papel de la agencia al recibir refugiados en Salvador ha sido crucial”, dijo el director de ADRA en Sudamérica, Paulo Lopes.

Leonardo Mendes, director regional de ADRA Bahía, está de acuerdo con lo anterior. “Proyectos como este son desafiantes, pero mucho muy necesitados para aliviar el sufrimiento de las familias”, dijo.

Inmigrantes venezolanos Andrés Solorzano y Adriana Márquez con su hijo nacido en Brasil, José Andrés. [Imagen: Noticias de la División Sudamericana]

El director Mendes dijo que se sentía muy feliz de que la agencia ADRA hubiese estado dispuesta a trabajar en conjunto con otras organizaciones no gubernamentales para atender a los recién llegados refugiados. “No sentimos emocionados de darles la bienvenida a esta región y a ayudarlos a formar parte del mercado laboral”, dijo. “Esto fue posible solamente gracias a una gran red de apoyo”, añadió. “Alabamos a Dios por este privilegio, por esta oportunidad de alcanzar con nuestra ayuda a estas personas”.

La versión original de esta historia se publicó en el sitio de noticias en portugués de la División Sudamericana.

Traducción – Gloria A. Castrejón

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