La incapacidad de dormir nos afecta a muchos, pero si todas las madrugadas se la pasa dando vueltas en la cama, puede que sea tiempo de ver qué es lo que hay en su carrito del supermercado.
Una nueva revisión de investigaciones ha hallado que la dieta puede tener un gran impacto en cuán bien dormimos de noche. Reveló que un dormir tranquilo puede reducirse a la ingesta de tipos correctos de carbohidratos y grasas.
Las personas que ingieren carbohidratos de mayor calidad y grasas buenas durmieron bien. Los carbohidratos de calidad incluyen las frutas, las verduras, las legumbres, las nueces, las semillas y los granos, o alimentos con poca azúcar mínimamente procesados fabricados a partir de esos ingredientes. También son conocidos como carbohidratos complejos y tienen altos niveles de fibras, vitaminas y minerales.
Los alimentos de nivel elevado de fibra y con propiedades antiinflamatorias también estuvieron vinculados con un sueño mejor. Esto incluye gran cantidad de alimentos vegetarianos tales como la fruta, las verduras, los granos integrales, las legumbres, las nueces y las semillas. Los investigadores hallaron que las personas que tenían dietas con niveles elevados de fibra disfrutaron de un sueño más largo y mejor durante la noche.
Por otro lado, los que consumen muchos carbohidratos procesados o alimentos y bebidas azucaradas mostraron mayores probabilidades de tener un sueño de peor calidad.
En lo que respecta a la proteína, lo clave fue consumir la cantidad correcta. La ciencia apoyó el hecho de que las dietas con elevados niveles de proteína (sin que sean de “alta proteína”) se vieron asociadas con un mejor sueño. Esas dietas incluyeron más o menos la misma cantidad de proteína que las pautas recomendadas: 46 gramos para las mujeres y 56 gramos al día para los hombres.
Aunque se necesitan más investigaciones, los autores de esta recensión comentaron que las dietas basadas en plantas ayudan a que el cuerpo produzca más serotonina y melatonina, dos hormonas esenciales para dormir.
También se refirieron al eje intestinos-cerebro, el vínculo que existe entre uno y otro. La abundancia de fibra y de grasas buenas son importantes para un microbioma saludable en los intestinos, dado que ayudan a alimentar una amplia variedad de bacterias intestinales. Investigaciones emergentes han vinculado un microbioma intestinal saludable con un sueño más largo y con menos interrupciones.
Apuntar a una dieta con muchos alimentos de plantas y grasas buenas, además de grasas menos saturadas y menos azúcar, es un buen punto de inicio para ayudarlo a sentirse mejor y también dormir mejor. Una dieta de estilo mediterráneo es un punto ideal de comienzo.
Este artículo fue publicado originalmente en website of Adventist Record
Traducción de Marcos Paseggi