6 de octubre de 2022 | Silver Spring, Maryland, Estados Unidos | Ted N.C. Wilson, President de la Asociación General de los Adventistas del Séptimo Día
¡Hola amigos! Imaginemos por un momento, cómo debe haber sido sentarse a los pies de Jesús y escucharlo hablar. ¡Imagina los conocimientos que podríamos obtener, las hermosas lecciones de vida que podríamos aprender del Maestro más grande que el mundo jamás haya conocido!
El sermón más grandioso jamás dado, conocido como «El Sermón del Monte» está registrado para nosotros en el Evangelio de Mateo, capítulos 5 a 7, y durante las próximas semanas, veremos este hermoso e increíblemente profundo sermón, recogiendo algunas de las muchas gemas contenidas en estos pasajes.
Para enriquecer aún más nuestro viaje, leeremos un libro maravilloso, titulado El Discurso Maestro de Jesucristo, de Elena G. White. Este pequeño pero poderoso libro brinda información sorprendente y práctica sobre estos pasajes de la Biblia y definitivamente es uno de mis libros favoritos. Los animo a obtener este maravilloso libro comprándolo en línea o descargando una copia gratuita en egwwritings.org [Insert: egwwritings.org], donde está disponible en varios idiomas.
Al comienzo mismo de este librito, leemos la siguiente dedicatoria de la autora: «A SUS DISCÍPULOS, a quienes todavía llama el Maestro a elegir el reino espiritual por encima del terrenal, este librito está dedicado con la esperanza de que sus páginas se desarrollen a ellos más claramente la gloria de lo invisible».
¿Te gustaría ser un discípulo de Jesús? Puedes serlo, porque como ves, las palabras que Jesús pronunció en la ladera de esa montaña junto al mar de Galilea hace tanto tiempo no fueron solo para las personas que lo rodeaban en ese momento, son para nosotros hoy.
En El Discurso Maestro de Jesucristo leemos, «El Sermón del Monte es una bendición del cielo para el mundo, una voz proveniente del trono de Dios.» (DMJ 3.1).
¿Y cómo comienza este sermón? Comienza con una serie de bendiciones, conocidas como las «Bienaventuranzas»: “Bienaventurados los pobres en espíritu… Bienaventurados los que lloran… Bienaventurados los mansos… Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia… Bienaventurados los misericordiosos… Bienaventurados los de limpio corazón… Bienaventurados los pacificadores… y bienaventurados sois cuando por mi causa os vituperen y os persigan. (Mateo 5:3-11).
En las próximas semanas analizaremos más profundamente cada una de estas hermosas bendiciones, pero hoy, consideremos esta declaración:
“Las bienaventuranzas son el saludo de Cristo, no sólo para los que creen, sino también para toda la familia humana. Parece haber olvidado por un momento que está en el mundo, y no en el cielo, pues emplea el saludo familiar del mundo de la luz. Las bendiciones brotan de sus labios como el agua cristalina de un rico manantial de vida sellado durante mucho tiempo.” (DMJ 3.2)
El lenguaje del cielo es el de bendecir, no el de maldecir. Es un lenguaje de paz y alegría, no de envidia y odio. Con razón Jesús nos dijo: «Amad a vuestros enemigos, haced bien a los que os aborrecen; bendecid a los que os maldicen, y orad por los que os calumnian.» (Lucas 6:27, 28).
Jesús deja muy claro qué rasgos de carácter Él siempre reconocerá y bendecirá. Y es bienaventurado todo el que recibe Su luz y vida. Los principios que enseñó Jesús son para todas las edades y clases, atraviesan todas las culturas y son atemporales en su aplicación. Y al practicar estos principios piadosos ahora, seremos ricamente bendecidos.
“El amor hacia el hombre es la manifestación terrenal del amor hacia Dios,” escribió Elena de White.
“El Rey de gloria vino a ser uno con nosotros, a fin de implantar este amor y hacernos hijos de una misma familia. Y cuando se cumplan las palabras que pronunció al partir: “Que os améis los unos a los otros, como yo os he amado”. cuando amemos al mundo como él lo amó, entonces se habrá cumplido su misión para con nosotros. Estaremos listos para el cielo, porque lo tendremos en nuestro corazón.” (El Deseado de Todas las Gentes. 596.4)
Espero profundizar más en estas poderosas lecciones a medida que estudiamos el asombroso Sermón del Monte, de Jesús. Una vez más, te animo a obtener una copia del libro El Discurso Maestro de Jesucristo, de Elena G. de White. Una descarga gratuita del libro está disponible en varios idiomas en egwwritings.org. [Insertar: egwwritings.org].
Oremos juntos ahora mismo. Padre en el Cielo. Gracias por darnos una instrucción tan poderosa en el Sermón del Monte. Gracias por darnos el maravilloso libro, El Discurso Maestro de Jesucristo. Señor, ayúdanos en las próximas semanas a ser capaces de descubrir una claridad increíble acerca de tus instrucciones para nosotros en nuestra vida diaria. Gracias por obrar en nosotros a través del Espíritu Santo, ser plenamente santificados, comprender que nuestra justificación es por tu gracia, y nuestra santificación es por tu justicia. Gracias por escucharnos ahora. En el nombre de Jesús, te lo pedimos. Amén.