9 de octubre de 2022 | Silver Spring, Maryland, Estados Unidos | Marcos Paseggi, Adventist Review
Lisa Beardsley-Hardy, directora del Departamento de Educación de la Iglesia Adventista, compartió estadísticas y actualizó información sobre la educación adventista, en especial a la luz de los desafíos que resultaron de la pandemia del COVID-19. La presentación de Beardsley-Hardy el 7 de octubre de 2022 fue parte de la Conferencia de Liderazgo, Educación y Desarrollo (LEAD) en la sede de la denominación en Silver Spring, Maryland, Estados Unidos, e incluyó a líderes de la iglesia de diversas partes del mundo.
“Durante el quinquenio 2017-2021, las tendencias muestran un incremento del 10,06 por ciento de estudiantes de nivel primario en las escuelas adventistas, un 2,18 por ciento a nivel secundario, y un 71,84 por ciento en la capacitación de obreros”, dijo Beardsley-Hardy en un segmento titulado “Legado en medio de las tormentas”. Explicó ella que esto último incluye la capacitación brindada a los programas de enfermería y otros programas vocacionales. Por otro lado, la matriculación de estudiantes de nivel terciario en las instituciones educativas adventistas disminuyó un 4,91 por ciento, para un incremento total de 6,72 por ciento, expresó.
La tormenta del COVID
Beardsley-Hardy reconoció que “la tormenta del COVID” afectó las matriculaciones. “En 2020, en total, perdimos 21 mil estudiantes […]. Pero en 2021, las cifras a nivel secundario se han recuperado”, expresó.Añadió que algo positivo de esto es que, durante el COVID, se liberó una enorme creatividad. “Los métodos pedagógicos y la mentalidad pasados de moda fueron dejados de lado, y se incrementó el acceso a la educación y el cultivo del crecimiento espiritual por medio de la tecnología”, informó.
El COVID-19 también cambió la enseñanza y el aprendizaje, informó, dado que se produjo un incremento de clases en línea e híbridas, una mayor necesidad de competencia digital y de información, y la necesidad de una innovación pedagógica y metodología activas, lo que incluyó las bibliotecas virtuales. Junto con una expansión de los programas de educación a distancia, hubo también una necesidad de brindar atención espiritual, expresó.
Beardsley-Hardy explicó de qué manera este incremento mayor en la atención espiritual llevó a la División Sudamericana a terminar el 2021 con el bautismo de 6577 estudiantes. “Esos estudiantes fueron alimentados espiritualmente por medios digitales”, expresó. A pesar de ello, añadió, “para bautizarse, es necesario mojarse. [Los líderes de la iglesia] lograron alimentar a esos estudiantes en línea, en forma digital, pero aun así llevarlos a un compromiso espiritual. Alabamos a Dios por la manera en que respondieron algunas instituciones”, expresó.
El uso apropiado de la tecnología ahorró algo, pero Beardsley-Hardy también reconoció que el uso de la tecnología incrementó la brecha digital y afecto de manera desproporcional a los pobres, a los que viven en zonas rurales, y a los que tienen necesidades especiales.
La tormenta de la guerra
Otra tormenta que tuvo que enfrentar en los últimos tiempos la educación adventista es la guerra en Ucrania, donde la iglesia cuenta con 24 instituciones educativas adventistas, lo que incluye el Centro Ucraniano de Educación Superior (UCHE) en Bucha. La Agencia Adventista de Desarrollo y Recursos Asistenciales (ADRA) “permitió que los estudiantes terminaran el año escolar, y los saludamos y agradecemos a ADRA por su respuesta”, dijo Beardsley-Hardy.
Ella también mencionó que instituciones educativas de Europa, las Filipinas y aun Norteamérica han recibido a estudiantes de nivel terciario desplazados por la guerra. “El Colegio Terciario Kettering en Ohio [Estados Unidos] dijo: ‘Tomaremos a cincuenta estudiantes en forma gratuita si logran traerlos hasta aquí’”, contó Beardsley-Hardy. En último término, más de veinte estudiantes ya han sido admitidos bajo una iniciativa de estudios sin costos en esa institución.
La tormenta de los desafíos a la Biblia
Otra tormenta que enfrenta la educación adventista se centra en los desafíos a la Biblia como revelación de la verdad, el amor de Dios y el plan de salvación, dijo Beardsley-Hardy. Ella, que también ocupa el cargo de secretaria de la Junta Internacional de Educación (IBE) y presidenta de la Asociación Adventista de Acreditación (AAA), contó de qué manea el impacto de los medios y la legislación civil sobre el matrimonio y la identidad de género está llevando a una crisis sexual y moral, y a conflictos entre la libertad religiosa y los derechos civiles. Informó que a manera de respuesta, la AAA está trabajando para desarrollar criterios que permitan enfrentar este desafío.
Una encuesta global de los miembros de iglesia en 2017-18 reveló que un porcentaje sustancial de adventistas creen en la idea no bíblica de la inmortalidad del alma. Es otro desafío que los líderes educacionales adventistas tienen que enfrentar, dijo Beardsley-Hardy.
Desafíos adicionales
Ted N. C. Wilson, presidente de la Asociación General, enfatizó el papel clave que juega la educación adventista en la iglesia. “Uno de los grandes bloques fundamentales del movimiento [adventista] es la enorme red y inmenso sistema educacional en diversas partes del mundo”, expresó. “En muchos casos nos está yendo muy bien, pero en muchos casos, estamos enfrentando una crisis. A medida que algunas de nuestras instituciones se vuelven sumamente grandes […], corremos el riesgo de que el carácter mismo de la institución que atrajo a las personas pueda cambiar, a menos que [seamos] proactivos para asegurarnos por la gracia de Dios de que no suceda de esa manera”, dijo Wilson.
Wilson explicó que además de ello, hay otros lugares donde han existido instituciones educativas por un largo tiempo, “donde, de alguna manera, nuestros miembros de iglesia no están hallando una buena razón para gastar un poco más de su dinero para enviar a sus hijos a una institución educativa operada por la Iglesia Adventista, porque acaso no ven la diferencia, o quizá porque no tienen los fondos. Estamos viendo que algunas de nuestras instituciones están muriendo lentamente”, dijo. “Cuesta mucho dinero administrar una institución educativa adventista”.
Añadió que el sistema educativo adventista es razón de alabar a Dios. “Pero a menos que nos mantengamos completamente enfocados, teniendo la Biblia a la vista de todos los estudiantes, y [a menos] que nos aferremos a Cristo y su Palabra, [veremos] que se producirán deslizamientos”, dijo Wilson.
Principios duraderos
En ese sentido, Wilson llamó a los líderes de la educación adventista para que cumplan sus deberes de la mejor manera que puedan. “Quiero animar a todos los presidentes de las juntas de las instituciones educativas a que asuman su responsabilidad [con mucha] seriedad”, dijo Wilson. “Tienen que sentirse una parte intrínseca de [la institución que presiden] y sentir la responsabilidad espiritual por esa institución, de manera que la institución educativa alcance las normas académicas, físicas y espirituales más elevadas. Sobre sus hombros descansa una enorme carga, pero el Señor les ayudará a levantarla. Jesús es el Maestro de los maestros; él es también el mejor Presidente de Junta”, dijo.
Beardsley-Hardy concordó con él, y concluyó su presentación recordando a los líderes de la iglesia de que, en un mundo de cambio, los principios de la educación adventista permanecen. Esos principios, dijo, incluyen el propósito redentor de la educación adventista; un desarrollo equilibrado e integral; y la centralidad de la Biblia en todo el aprendizaje. También busca, entre otras cosas, restaurar la imagen de Dios en los estudiantes y desarrollar habilidades prácticas para la vida.
“Les agradezco en nombre del Departamento de Educación de la Asociación General por lo que están haciendo y por la parte que juegan en la viña del Señor”, les dijo Beardsley-Hardy a los líderes de la iglesia. “Dios los bendiga”.
Traducción de Marcos Paseggi