Inscripción en un fragmento de un cuenco de leche muestra uso temprano del alfabeto hebreo, afirma experto.
1 de diciembre de 2022 | Denver, Colorado, Estados Unidos | Marcos Paseggi, Adventist Review
Una inscripción hebrea hallada en un fragmento de un cuenco de leche en las ruinas cananeas de Laquis puede arrojar luz sobre la vida en la zona en tiempos del Josué y los jueces bíblicos, según Douglas Petrovich, profesor del Colegio Terciario Bíblico Brookes. También confirmaría la existencia y el uso de la escritura alfabética temprana en esa época, brindando un “eslabón perdido” a los investigadores que dudaban que la escritura era viable o conocida.
Petrovich, que se especializa en historia del Antiguo Cercano Oriente, arqueología y epigrafía, se dedicó a compartir estos hallazgos durante una presentación en el encuentro 2022 de la Sociedad Teológica Evangélica en Denver, Colorado, Estados Unidos, el 15 de noviembre. Explicó los detalles del descubrimiento, su análisis de la inscripción, y su significación para los que creen en el relato bíblico.
Qué dice la BibliaJosué 10 narra en forma sucinta la historia de la conquista de Laquis. Dice: “Después Josué, con todo Israel, pasó de Libna a Laquis, acampó cerca de ella y la atacó. Jehová entregó también a Laquis en manos de Israel, quien la tomó al día siguiente y la pasó a filo de espada con todo lo que en ella tenía vida, tal como había hecho en Libna” (versículos 31, 32).
Según Petrovich, la población de Laquis era de unos diez mil habitantes, y era la segunda ciudad más grande de Canaán después de Hazor. Es la razón por la que la Biblia enfatiza que Israel tomó a Laquis “en el segundo día”, dado que conquistar la ciudad requirió de esfuerzos adicionales, explicó.
La cerámica de Laquis
Petrovich explicó que la cerámica de Laquis de la época (1560-1406 AC) era de tipos sumamente limitados. Las dos formas más importantes de cerámica son “chocolate sobre blanco” y “bicromática chipriota”. La primera era hecha en la rueda, de arcilla blanca, densamente pulida, y entonces decorada con motivos geométricos en tonos de chocolate y marrón rojizo”, dijo Petrovich. “La Cerámica de Arcilla Blanca Tipo I fue descubierta en las fosas fuera del Foso del Templo I de Laquis”.
Las excavaciones han revelado hasta el momento parte del muro de la ciudad, fragmentos de los muros y los pisos, y edificaciones domésticas y de columnas de varias eras. Los equipos también han excavado varios templos, algunos fuera del muro de la ciudad. Dentro del Foso del Templo I, los arqueólogos descubrieron varios ejemplos del repertorio de cerámica, lo que incluye el tipo conocido como cuencos de leche de Arcilla Blanca Chipriota II.En este caso, la importancia de la pieza descubierta es mayor porque se encuentra estratificada, lo que significa que revela su contexto original arqueológico. Esto permite que los estratógrafos determinen la datación de la pieza y los detalles relacionados con sus hallazgos con mucha mayor exactitud.
Datación y traducción
Petrovich brindó una explicación detallada de los elementos que ayudan a que los expertos den una fecha aproximada de antigüedad del fragmento del cuenco de leche, u óstraco, en el siglo XV a. C. Mediante una variedad de métodos, que incluyen el análisis de materiales orgánicos en estratos quemados, los expertos han datado el óstraco en los años 1435-1405 o 1425-1395 a. C. Esto “encaja con una destrucción en 1406 a. C.”, dijo Petrovich.
Los expertos creen que, en la cronología bíblica, el año 1406 a. C. fu el año en el que los israelitas cruzaron el Jordán, destruyeron Jericó, establecieron una coalición con los gabaonitas, y destruyeron varias otras ciudades cananeas, entre ellas, Laquis.
Como reconocido epigrafista, Petrovich ha dedicado muchos años de su vida profesional a leer inscripciones. En el caso del fragmento del cuenco de leche de Laquis, dijo: “Las letras encajan exactamente como lo esperaría uno como epigrafista”. Eso lo ha llevado a concluir que las palabras incluyen, desde arriba hacia abajo, “siervo”, “sobre”, “miel”. Es decir, el fragmento probablemente perteneció o fue usado por un siervo a cargo de la miel.El término “miel” es clave para saber más del contexto de la inscripción, dijo Petrovich. “La palabra hebrea para ‘miel’ es única al idioma hebreo”, explicó. “Ninguna otra lengua semítica usa la raíz de tres consonantes npt para miel […]. Como resultado de la evidencia lingüística, esta inscripción no puede haber sido compuesta por ninguna otra lengua semítica aparte del hebreo […]. Es una inscripción distintivamente hebrea”.
Reconstrucción sugerida de los eventos
Según Petrovich, Josué puede haber asignado títulos a diversos israelitas tales como “siervo a cargo de la miel” para el tiempo que comenzó la campaña israelita en Canaán. El muro de la ciudad de Laquis cayó en varios puntos en el segundo día.
Después de que cayó el muro, los guerreros israelitas avanzaron a la ciudad y mataron a sus habitantes. “Al ir saliendo de la ciudad, el siervo a cargo de la miel dejó caer, ya sea a propósito o sin querer, su óstraco encima de escombros quemados”, dijo Petrovich. “Su tarjeta ocupacional refleja la declaración preconquista de Dios, que afirmaba que los israelitas hallarían que Canaán era una tierra que fluía con leche y miel [Deut. 31:20], dado que este orgulloso cuidador de la miel pintó su título del lado interior de un fragmento de cerámica de un cuenco de leche”.
Descubrimientos reveladoresLa inscripción en el fragmento del cuenco de leche es solo uno de los más recientes descubrimientos que arrojan luz sobre la vida y los tiempos descritos en algunos de los libros del Antiguo Testamento, dijo Petrovich. Entre ellos, mencionó el peine de marfil de Laquis, descubierto en un foso del 587 a. C., que ha sido datado en el siglo XVII a. C. (si bien, dijo Petrovich, “estoy convencido de que no pertenece a ese período”).
Petrovich también mencionó una inscripción de maldición de Jerusalén de la fuente de Gihón del período de los jueces, una inscripción de un monumento del reinado de Ezequías (“la primera inscripción sobre un rey israelita”), y una tableta de maldición del Monte Ebal, donde se menciona el nombre del pacto de Dios.
Ahora, la inscripción en el fragmento del cuenco de leche se suma a los descubrimientos crecientes sobre la vida temprana de Israel en Canaán, dijo Petrovich, y el alcance en el uso que ya tenía el alfabeto hebreo.
Traducción de Marcos Paseggi