Fraser Catton, un entusiasta partidario de la donación de órganos, obtiene dos medallas de bronce en tenis.
8 de mayo de 2023 | Wahroonga, Australia | Tracey Bridcutt, Adventist Record
Un pastor adventista del séptimo día ha obtenido dos medallas de bronce en los World Transplant Games 2023 (eventos deportivos para receptores de trasplantes).
Fraser Catton fue uno de los 150 atletas competidores en el Equipo Australiano en los Juegos Mundiales celebrados del 15 al 21 de abril en Perth, en el occidente de Australia. Obtuvo ambas medallas en tenis; una de ellas en categoría de individuales masculino y la otra en categoría de dobles masculino.
“Fue una experiencia muy especial el representar a Australia y poder obtener algo qué mostrar al regreso”, dijo el tenista Catton.
“El ambiente era ciertamente competitivo, pero también muy alentador y pleno de apoyo”.
El competir en los Juegos por primera vez en su vida fue una increíble experiencia para el pastor de la Iglesia Adventista Burwood de la Comunidad.“Lo que hizo única la experiencia fue lo que todos teníamos en común”, dijo. “Al hablar con algunos de los atletas, había un sentido de reverencia y profundo aprecio por el hecho de estar ahí. Estábamos ahí porque alguien más había donado voluntariamente un órgano; Algunos de los donadores habían donado en vida y otros había sido donadores de órganos registrados.
“Hubo un momento durante la ceremonia de apertura en el que, después de que los representantes de las 60 naciones participantes habían entrado al estadio, entraron los donadores vivos y los familiares de los donadores de órganos registrados. Todos los atletas estallaron en un gran aplauso y durante cinco minutos mostraron su gratitud por lo que esas increíbles personas y familiares habían dado. Fue algo realmente profundo y hermoso”.
Habiendo vivido anteriormente con enfermedad renal la mayor parte de su vida, el tenista y pastor Catton se sometió a un trasplante de riñón a principios de 2022.
“Sabía que eventualmente iba a necesitar diálisis y, con suerte, un trasplante”, dijo. “Esto llegó un poco más temprano de lo esperado, pero Dios proveyó en formas realmente increíbles a través de la familia y amigos durante ese tiempo”.
El habérsele dado una nueva oportunidad de vida es algo por el que este padre de tres hijos estará por siempre agradecido.“Hemos leído acerca de haber recibido un nuevo corazón de carne”, dijo. “Mi comprensión de ello se ha profundizado considerablemente. Aunque no recibí precisamente un corazón, recibí algo igual a un regalo de vida a través de un riñón que puede funcionar. Y el proceso fue largo y a veces doloroso, lento; y requirió de mí depender a veces completamente de otras personas. Hubo de hecho muy poco en lo que podría haber contribuido al proceso, aparte de aceptarlo como tal y vivir una nueva normalidad. Pero esa nueva normalidad ¡es hermosa!
“Hubo mucha gente que apoyó mi jornada. Mi esposa y mis hijas, padres y otros miembros de mi familia, la familia de mi iglesia y amigos; y mi donador y su familia. ¡Todos ellos merecen medallas de oro!”
No hace falta decir que el tenista y pastor Catton es un entusiasta defensor de la donación de órganos.
“Cuando te registras como un donador de órganos, tienes la oportunidad de ejercer un impacto no solamente en una persona o su familia, sino en generaciones futuras”, dijo.
“He conocido recipientes de trasplantes de más de 80 años que han podido formar una familia y tener hijos, nietos y hasta bisnietos. Ninguna de esas personas estaría viva si no fuera por un donador de órgano, Así que la donación de órganos puede realmente cambiar vidas.
“Sé que este es un tema muy sensible para muchas personas. Sin embargo, me gustaría animar a la gente a tomar en consideración su último regalo. Si creemos que somos llamados a hacer discípulos y eso requiere escuchar y responder el llamado de Jesús, entonces las personas merecen esa oportunidad. Tu órgano donado podría permitirle a alguien algunos años extra de vida en que puede tener la oportunidad de escuchar acerca de Jesús. “Y eso es algo por lo que merece la pena registrarse”.
La versión original de esta noticia se publicó en Adventist Record.
Traducción – Gloria A. Castrejón