Familias ayudan a construir y pintar iglesias en República Dominicana

Proyecto de Maranatha Volunteers International activa a 92 voluntarios en esfuerzo misionero.

27 de julio de 2023 | Maranatha Volunteers International y Adventist Review

Cada año, Maranatha Internacional ofrece por lo menos dos proyectos para participar en ellos  específicamente familias de todo tipo, generalmente durante el verano y durante la celebración de Navidad. Uno de estos viajes misioneros se llevó a cabo recientemente en la República Dominicana, con 92 voluntarios que prestaron sus servicios cerca de la ciudad capital de Santo Domingo. Durante cada día, dos grupos trabajaron en proyectos de construcción en lugares separados, bajo condiciones de humedad y calor extremos, colocando los bloques de construcción de las paredes del edificio de la Iglesia Adventista del Séptimo Día Caleta 4 y colocando los cimientos para el edificio de la Iglesia Hacienda Estrella.

Un tercer equipo estuvo aplicando una nueva capa de pintura a la Iglesia La Caleta 2; mientras que otro equipo de voluntarios proporcionó servicios médicos en la comunidad, atendiendo a un número aproximado de 200 pacientes cada día. Otros dirigieron programas de Escuela Bíblica de Vacaciones para los niños de la comunidad y educación sobre salud en varios sectores de la comunidad.

Uno de los aspectos especiales de los Proyectos Familiares de Maranatha, es el campamento de día en el que toman parte los niños voluntarios y que les permite experimentar las actividades de construcción, la cultura local y participar en actividades misioneras a lo largo del viaje misionero. Diez niños voluntarios tomaron parte en el campamento diurno, trabajando fuertemente en la construcción de paredes de bloques, pintando y ayudando con tareas en la cocina. Participaron también en actividades misioneras en la comunidad, comprando provisiones y distribuyendo alimentos entre personas necesitadas, divirtiendo a los niños que esperaban a sus padres en la clínica médica y ayudando en la escuela bíblica de vacaciones. Los niños tuvieron también la oportunidad de experimentar la cultura local y se divirtieron visitando una fábrica de chocolate, una cueva con tres lagos, un zoológico, un parque acuático de diversiones y un parque en la playa.

“Fue muy satisfactorio observar a los niños hacer esas cosas en favor de otras personas, sin quejarse del calor”, dijo el coordinador del campamento diurno, Chris Duckett. “Uno podía ver que no tenían miedo de hacer nuevos amigos, salir de su zona de confort y hacer lo mejor por hablar un poco en español”.

  [/caption]Acerca de Maranatha Volunteers International

Maranatha Volunteers International, es una organización cristiana sin ánimo de lucro que apoya el ministerio de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, moviliza voluntarios para construir edificios de iglesias, escuelas, pozos de agua y otras estructuras urgentemente necesitadas en todo el mundo. La organización atiende solicitudes de ayuda de construcción. Cada proyecto es considerado cuidosamente en términos de necesidad, impacto general en la comunidad y recursos para el mantenimiento y apoyo a largo plazo.

Desde 1969, Maranatha ha construido más de 11,000 estructuras y 1,500 pozos de agua en casi 90 países en todo el mundo.

Maranatha en la República Dominicana

En 2022, Maranatha comenzó a trabajar en la República Dominicana proveyendo urgentemente necesitados edificios de la Iglesia Adventista del Séptimo Día en ese país caribeño. Esta es la quinta vez que Maranatha está trabajando en este país. En 1980, después de la destrucción por causa del Huracán David, Maranatha construyó ahí 160 casas. En 1992, fue en República Dominicana en donde se vivió un momento crucial en el crecimiento de Maranatha, cuando la organización coordinó la construcción de 25 edificios de iglesia durante un periodo de tres meses llevando a cabo múltiples proyectos a través de voluntarios. Otros esfuerzos se llevaron a cabo más tarde en 2003 y 2013.

La versión original de esta noticia la publicó Maranatha Volunteers International.

Traducción – Gloria A. Castrejón