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ADRA trabaja en asociación con el gobierno para ayudar a las personas afectadas.

7 de agosto de 2023 | Filipinas | ADRA Filipinas y Adventist Review

La región norte de Filipinas sufrió abundantes lluvias y catastróficas inundaciones cuando el super tifón Egay (llamado internacionalmente Doksuri) anegó cinco regiones. El desastre ha impactado a una población de aproximadamente más de 35 millones.

Las autoridades locales oficiales declararon la región de Ilocos en estado de calamidad después de que el tifón Egay sembró el caos entre más de 4,000 familias en ese lugar. Las unidades del gobierno local abrieron sitios de evacuación como respuesta a la creciente necesidad de reubicar a las familias.
Masivas inundaciones provocaron el cierre de los principales modos de transportación y aeropuertos en varios sitios en torno a la región norte de Filipinas. El Puente Quirino (conocido popularmente como Banaoang Bridge), que conecta a dos ciudades en Ilocos, quedó también devastado.

De acuerdo con las evaluaciones más recientes de la situación, por parte del Consejo Nacional para la Reducción de Riesgo de Desastres, el super tifón Egay provocó 21 derrumbes e inundaciones inducidos por las lluvias en Calabarzon, Bicol, occidente de Visayas y norte de   Mindanao.

A fin de evitar electrocuciones en lugares inundados por el agua, los proveedores de energía eléctrica suspendieron el suministro de corriente eléctrica. Impedimentos en las carreteras, derrumbes y problemas de comunicación han dificultado también los esfuerzos de rescate en los distritos devastados por las inundaciones. Los extensos daños causados por el tifón Egay en las carreteras nacionales y las comunicaciones han obstaculizado las labores humanitarias, las cuales podrían requerir transportación aérea para llegar hasta las zonas impactadas.

Las recientes inundaciones en el norte de Filipinas han afectado también a los hogares adventistas. Un grupo de adolescentes misioneros procedentes del colegio adventista en North Luzon quedaron atrapados sin comida y agua en el segundo piso de una iglesia adventista en Vigan. La corriente del río era demasiado poderosa para que una embarcación de rescate pudiera llegar a ellos, de acuerdo a lo dicho por los miembros de iglesia. Había un rescatista con ellos, pero no había nada que el rescatista pudiera hacer. Dijeron que la escuela más cercana había quedado ya inundada. La corriente de agua había aumentado en forma repentina, haciendo más difíciles los esfuerzos de evacuación. A pesar de las difíciles circunstancias, el grupo fue capaz de nadar fuera de la inundación cuando las aguas comenzaron a retroceder y cada uno pudo ponerse a salvo.

La División Asia Pacífico del Sur de la Iglesia Adventista del Séptimo Día solicita sus oraciones en favor de todos en el norte de Filipinas, en donde varias regiones se encuentran en estado de desastre. Los equipos de respuesta a emergencias de la Agencia Adventista de Desarrollo y Recursos Asistenciales (ADRA) en Filipinas, ha llevado a cabo prestas evaluaciones para ayudar a las familias afectadas por las inundaciones.

Debido a los desafíos de transportación, ADRA está trabajando en conjunto con las unidades del gobierno local para enviar ayuda a las zonas más afectadas. ADRA Filipinas trabaja muy de cerca con las unidades del gobierno local a fin de determinar los mejores métodos para ayudar en esta situación y atender las necesidades de las familias afectadas.

La versión original de esta noticia se publicó en el sitio de noticias de la División Asia Pacífico del Sur.

Traducción – Gloria A. Castrejón

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