Líderes de Maranatha Volunteers International, un grupo de partidarios, y Gabriel Paulino, presidente de la Asociación Dominicana del Sureste (quinto desde la izquierda) posan para una fotografía grupal en la oficina de Paulino en Santo Domingo, República Dominicana, el 25 de agosto. [Fotografía: Marcos Paseggi, Adventist Review]
30 de septiembre de 2023 | Santo Domingo, República Dominicana | Marcos Paseggi, Adventist Review
La huella de Maranatha Volunteers International, un ministerio de apoyo de la Iglesia Adventista del Séptimo Día que edifica iglesias, escuelas y pozos de agua en diversas partes del mundo, quedó clara durante una reciente celebración de la iglesia en la República Dominicana.
Miles de miembros de iglesia, líderes, ministerios de apoyo e invitados de la comunidad se reunieron en Santo Domingo el 26 de agosto para celebrar 25 años de crecimiento sostenido en la Asociación Dominicana del Sureste de la Iglesia Adventista (ADOSE). Los miembros de iglesia e invitados especiales que asistieron a la celebración agradecieron a Dios por su cuidado y bendiciones durante el último cuarto de siglo.
Gabriel Paulino, presidente de la Asociación Dominicana del Sureste, muestra un mapa de la ciudad de Santo Domingo y sus alrededores, destacando cada una de las iglesias que Maranatha ha construido en la zona desde 1992. [Fotografía: Marcos Paseggi, Adventist Review]
Como parte de la celebración, los líderes regionales de la iglesia reconocieron las tres décadas del trabajo de Maranatha, que, dijeron los líderes, ha dejado una huella tangible en la región. Los líderes de la iglesia estiman que las decenas de templos adventistas financiados o facilitados por Maranatha en el territorio desde 1992 suman el treinta por ciento de las aproximadamente 370 congregaciones adventistas en la zona metropolitana de Santo Domingo.
Un grupo de jóvenes voluntarios adventistas sonríen afuera del lugar donde la Asociación Dominicana del Sureste celebró sus 25 años de ministerio el pasado 26 de agosto. [Fotografía: Marcos Paseggi, Adventist Review]
Un impacto mensurable
La masiva celebración destacó otro aspecto del impulso misionero adventista: el poder de la sinergia entre los ministerios apoyados por los laicos y directivos de la iglesia, que trabajan juntos en diversos cargos pero con el mismo objetivo, reconocieron los líderes de la iglesia.
Henry Beras, vicepresidente de la Unión Asociación del Atlántico (izquierda) predica durante celebración de los 25 años de la Asociación Dominicana del Sureste, mientras el tesorero Elías F. Zabala Sr. traduce para las visitas angloparlantes. [Fotografía: Marcos Paseggi, Adventist Review]
Durante el fin de semana del 25-26 de agosto, los líderes de Maranatha y un grupo de donantes recorrieron las iniciativas actuales en la zona de Santo Domingo, que incluye decenas de templos y el proyecto más grande denominado “Ciudad del Cielo”, un campus adventista que esperan inaugurar en 2025 y que incluirá un espacioso Centro de Educación y Evangelismo, un edificio con múltiples salones de clase, oficinas, baños y un auditorio, además de una iglesia grande para más de cuatrocientas personas.
Líderes de la Unión Asociación del Atlántico de la División Norteamericana, incluido el presidente Pierre E. Omeler (al centro), son reconocidos por su papel en una campaña de evangelización en múltiples sedes de la República Dominicana en julio y agosto. [Fotografía: Marcos Paseggi, Adventist Review]
El 25 de agosto, la delegación de Maranatha realizó una parada en la sede de la ADOSE, donde un mapa de pared a pared de Santo Domingo y sus alrededores marca el lugar exacto de cada templo facilitado por Maranatha en la zona desde 1992. Gabriel Paulino, presidente de la ADOSE, explicó cómo, a partir de una iglesia financiada por Maranatha hace tres décadas, otras iglesias se diseminaron por la ciudad y aún más allá.
Dos pastores sonríen después de bautizar a un miembro del Club de Conquistadores, como parte de la ceremonia del vigésimo quinto aniversario de la Asociación Dominicana del Sureste el pasado 26 de agosto. [Fotografía: Marcos Paseggi, Adventist Review]
Una lección de sinergia
A pesar de ello, no todo ministerio de apoyo trabaja con palas mecánicas, bloques y vigas. La celebración de los 25 años de la ADOSE el pasado 26 de agosto también destacó de qué manera otros ministerios de apoyo de la Iglesia Adventista han brindado personal para predicar, enseñar y llegar a los vecinos de Santo Domingo con la verdad de la Biblia.
“En Dios haremos proezas”, cantó un coro, haciéndose eco del lema de la celebración del 25 aniversario de la Asociación Dominicana del Sureste el pasado 26 de agosto. [Photo: Marcos Paseggi, Adventist Review]
It Is Written (IIW), otro ministerio de apoyo ubicado en los Estados Unidos, también brindó predicadores para el impulso de evangelización de julio y agosto. Durante la ceremonia del 26 de agosto, los líderes de la iglesia en la región reconocieron esa obra en la persona de Wes Peppers, director de evangelismo de IIW. El apoyo que brindó el ministerio incluyó a Robert Costa, director ministerial asociado de la Asociación General y director orador de Escrito Está, el canal en español de IIW.
Gabriel Paulino, presidente de la Asociación Dominicana del Sureste (izquierda) destaca la huella de tres décadas que dejó Maranatha en la República Dominicana, mientras que el vicepresidente de Maranatha Kenneth Weiss traduce sus palabras y el presidente Don Noble observa. [Fotografía: Marcos Paseggi, Adventist Review]
La conducción divina y la participación de los miembros
Durante la celebración del 26 de agosto, los líderes de la ADOSE reconocieron esta sinergia al condecorar a IIW, a Maranatha y a otros que se adelantaron a apoyar el crecimiento de la iglesia en la región. Al mismo tiempo, y a pesar de todos los esfuerzos humanos, los líderes reconocieron la conducción y providencia divinas en todo el proceso.
Teófilo Silvestre, presidente de la Unión Asociación Dominicana (al centro) ora por la obra en la Asociación Dominicana del Sureste, rodeado por los líderes de la Iglesia Adventista en la región y los líderes de Maranatha. [Fotografía: Marcos Paseggi, Adventist Review]
Antes y después de reconocer a los que habían comprometido de su tiempo, esfuerzo y fondos para apoyar a la Iglesia Adventista en Santo Domingo, la música llenó los momentos de reflexión espiritual, un bautismo y una oración de dedicación. Un coro local cantó a todo pulmón, llamando a las personas a reflexionar en la conexión entre la participación divina y los esfuerzos humanos. “En Dios haremos proezas”, cantaron.
Traducción de Marcos Paseggi