19 de octubre del 2023 | Miami, Florida, United States | Leonard Johnson, secretario ejecutivo, División Interamericana
Hoy, comparto con ustedes la historia de un individuo llamado Bernabé. Su nombre no fue siempre Bernabé. Se llamaba José, pero gracias a sus buenas obras, los apóstoles le cambiaron su nombre a Bernabé.
¿Qué podemos aprender de Bernabé? Tres cosas. Era un buen hombre, estaba lleno del Espíritu Santo, y era un hombre de fe.
Comparto con ustedes lo primero: Un buen hombre. Según Hechos 11:24. ¿Qué significa ser bueno? La Biblia nos dice que los primeros creyentes eran de un espíritu, corazón y alma. Ninguno de ellos decía que lo que poseía le pertenecía. Pero tenían todas las cosas en común. Esto nos dice que los primeros creyentes eran solícitos, que compartían y se cuidaban mutuamente. ¿Pero por qué Bernabé sobresalía? La Biblia dice que José fue nombrado Bernabé por los apóstoles, lo que se interpreta como hijo de consolación, un levita de Chipre que había vendido una heredad y había llevado el dinero a los pies de los apóstoles.
Esto nos dice que Bernabé poseía tierras, pero que estaba dispuesto a entregar ese dinero para ayudar a los necesitados.
Le pregunto: ¿Cuida usted de los demás? ¿De sus vecinos? ¿Les comparte lo que Dios le ha dado? Es muy importante en este mundo donde la gente busca más y más, que como seguidores de Cristo, nos interesemos más en compartir con los demás, para que puedan beneficiarse de las bendiciones que Dios ha derramado sobre usted y sobre mi.
¿Está dispuesto a ayudar? ¿Está dispuesto a servir? ¿Está dispuesto a ser como Bernabé? Que Dios lo ayude a ser esa persona solícita y considerada hoy y siempre.