La Agencia Adventista de Desarrollo y Recursos Asistenciales (ADRA) se encuentra en México para responder a la devastación causada por el Huracán Otis, que azotó el país el 25 de octubre. Otis, un huracán de Categoría 5 con vientos sostenidos de 265 kilómetros por hora, hizo contacto cerca de Acapulco, en la costa del Pacífico de México. Informes del Centro Nacional de Huracanes señalan que la tormenta cobró fuerza rápidamente sobre el mar y se convirtió en el huracán más riguroso del Pacífico Oriental que llegó a tocar alguna vez los Estados Unidos.
Según agencias de las Naciones Unidas, más de un millón de personas, incluidos 300 mil niños, necesitan de ayuda humanitaria. En el Estado de Guerrero, la catastrófica tormenta dejó un resultado de cien muertos o desaparecidos, dañó al menos 120 clínicas y hospitales, y destruyó más de 270 mil casas y más de 400 hoteles en la sección turística de Acapulco.
ADRA se movilizó rápidamente unas horas después de la crisis para ayudar a tres mil personas. La agencia global suministró servicios gratuitos de internet satelital y ayuda inmediata de dinero en efectivo a las familias afectadas que viven en la pobreza extrema.“Esta tragedia ha afectado la vida de algunos que viven en los barrios más pobres del estado de Guerrero. Los equipos de respuesta a emergencias y los voluntarios han estado trabajando sin parar ni de día ni de noche para distribuir ayuda básica. Los cortes de luz y las interrupciones del servicio telefónico afectaron a una parte significativa de la población. Desde nuestra llegada, el servicio de internet satelital ha brindado paz mental a cientos de familias que había perdido contacto por completo con sus seres queridos”, dice Rubén Ponce, director de ADRA en México.
“En Acapulco, más de cien hospitales y clínicas comunitarias han reportado daños. Necesitábamos redoblar nuestros esfuerzos para apoyar la recuperación del sistema local de salud, añadió Rubén Ponce
Según Elián Giaccarini, coordinador de respuesta a emergencias de ADRA en la División Interamericana, “la entrega de ayuda económica de emergencia que distribuyó ADRA México permite una mayor flexibilidad y poder de decisión en las familias afectadas, apoya las empresas locales, y establece el fundamento para la recuperación y la resiliencia de las comunidades”.
ADRA está expandiendo sus esfuerzos humanitarios para brindar servicios médicos amplios especializados, en su mayor parte a los niños vulnerables y las mujeres, por medio de clínicas móviles que se ofrecieron en Acapulco en conjunción con UNICEF.
Traducción de Marcos Paseggi