Una congregación interdenominacional en la selva del sur de México se hizo adventista del séptimo día hace poco tiempo, gracias al trabajo comprometido de un pastor distrital y de un miembro laico de la iglesia que siguieron visitando el lugar aislado y estudiando la Biblia con los interesados de la zona.
La nueva iglesia se encuentra en la aldea de Nueva Unión, una pequeña comunidad de unos quinientos residentes, a pocos metros de la frontera con Guatemala. Llegar hasta Nueva Unión no es tarea fácil, dado que requiere de una travesía de más de cinco horas desde la ciudad de Palenque, en Chiapas. A pesar de los desafíos, cada sábado, un grupo de miembros valientes, dirigidos por Ricardo Rodríguez, pastor del distrito de Nuevo Orizaba, cubría el viaje de 40 kilómetros para compartir el mensaje del evangelio con esa comunidad. Sumaron la ayuda de Vidal Pérez, un miembro de iglesia laico que se hizo amigo de Antonio Estrada, líder de una congregación interdenominacional en el lugar.
“Comenzamos a llevar a cabo estudios bíblicos en cinco casas, y entonces nos encontramos con Antonio Estrada, que había sido líder de una congregación en Villa Unión por más de diez años”, contó Pérez. “[Estrada] me hizo preguntas y recibió las respuestas que necesitaba. Muy pronto, comprendió la verdad sobre la ley de Dios, las reglas de alimentación, y el sábado, y vio que todo lo que estábamos compartiendo con él podía encontrarse en la Biblia”.Después de cubrir veinte lecciones con Vidal, Estrada reunió a sus exmiembros y les contó lo que había aprendido después de estudiar la Biblia con los adventistas. Dijo que por mucho tiempo había estado en una búsqueda para hallar la verdad.
“Le había pedido a Dios que me enviara a alguien que me mostrara la verdad”, recordó Estrada. “Me llevó más de un año llegar a conocer esta verdad, pero había tenido un sueño, en el que había visto que dos personas llegaban a visitarme.
Después de eso, los miembros de su iglesia acordaron llevar a cabo una campaña de evangelización en la comunidad, al fin de la cual Estrada, junto con otros miembros, decidieron dar sus vidas a Cristo y unirse a la Iglesia Adventista.“Comprendí que la verdad del sábado es bíblica y necesita ser compartida con otros, por lo que mi congregación y yo nos convertimos al adventismo después de más de diez años de ser parte de la denominación anterior”, dijo Estrada.
Los exmiembros de esa iglesia interdenominacional, ahora adventistas, y los miembros que los visitaron durante más de un año junto con el pastor distrital se unieron para pintar y acondicionar la fachada del templo con el logotipo que identifica a las iglesias adventistas en Chiapas. Y ahora, hay otras ocho personas que están estudiando la Biblia.El 9 de noviembre, la comunidad se reunió para celebrar la ceremonia oficial de lanzamiento de la nueva iglesia. Estrada entregó las llaves y los documentos de la que había sido su iglesia durante más de diez años a los líderes regionales de la Iglesia Adventista, en un momento histórico para la iglesia de la zona.
Líderes adventistas de la Misión de Palenque y la Unión Mexicana de Chiapas asistieron a la ceremonia, lo que incluyó al secretario ejecutivo de la unión José Luis Bouchot. Durante su mensaje, Bouchot dijo que se sentía entusiasmado por los progresos, y alentó a los miembros a que sean una luz en su comunidad e impacten los corazones que aún no se han entregado a Cristo.
Rodríguez, quien ahora está a cargo de la nueva congregación, reconoció que hay muchos desafíos en la región. “Pero nos sentimos felices y agradecidos a Dios”, expresó, “porque él nos usa como instrumentos para cumplir su misión en este lugar, y porque hemos recibido el apoyo que necesitábamos para contar más del amor de Cristo”.René Flores, presidente de la Misión de Palenque, concordó con él. “Damos honra y gloria a Dios porque la misión no se detiene, alcanzando aun los territorios más distantes como este. Seguiremos trabajando para llevar esperanza a los extremos más lejanos de todo nuestro territorio”.
El pastor Bouchot contó por qué ve este avance como un gran acontecimiento en la historia de la Iglesia Adventista en la región. Según él, no es algo que se produjo por casualidad. “Este es el resultado de la participación total de los miembros de iglesia”, dijo Bouchot. “Lo que ha sucedido en esta congregación es la manifestación de la conducción de Dios de su iglesia por medio del Espíritu Santo”.
Bouchot añadió que se sintió profundamente emocionado de ser testigo de los resultados del compromiso de los miembros laicos de alcanzar los confines de la tierra. “Me permitió sentir una vez más que el poder de Dios es real. A él le he dedicado mi vida de servicio. Dios es bueno”, expresó.Yosainy Oyaga y Marvin Bac colaboraron con esta noticia.
Traducción de Marcos Paseggi